Chorus Line on Climate Change
No podía omitir mi cabreo por el concierto de ayer Live Earth. Tendremos pesadillas con el holograma de Al Gore durante mucho tiempo quienes llegamos a verlo. Que apareciera Gore, inspirador del evento, en Tokio, patria de los comic gore, tuvo su gracia.
También la tuvo que, como cuenta el New York Times, Cameron Diaz declarara que el mensaje no es catastrofista mientras ondeaban banderas con el lema S.O.S por detrás.
En realidad que se organice un concierto de estas características y este coste como intento de salvar la tierra del calentamiento global es la mayor de las bromas. Pero es algo más. Es un signo de nuestros tiempos. Cantantes, actores, políticos fracasados y demás morralla se unen para exhibir su estupidez. Lo pintarán como un "gesto". Pero es de un pretencioso insultante.
Tanto como los conciertos que precedieron a éste: Live Aid y Live 8. En realidad, la inocentada empezó con los conciertos antidroga de los ochenta, en los que los mayores consumidores de coca y demás sustancias se unían para promocionarse y lavar su conciencia.
¿El culpable? Mi admirado George Harrison, quien organizó el Concierto por Bangladesh con la sana intención de que el mundo se enterase de lo que estaba sucediendo en ese remoto lugar. Y lo consiguió. Pero su éxito animó a quienes no tenían tan buenos propósitos.
Coja una buena causa y una intención honesta, corrómpala y ya tiene usted un macroconcierto del siglo XXI.
¿Cómo es que no estaba Ramoncín por ahí?
También la tuvo que, como cuenta el New York Times, Cameron Diaz declarara que el mensaje no es catastrofista mientras ondeaban banderas con el lema S.O.S por detrás.
En realidad que se organice un concierto de estas características y este coste como intento de salvar la tierra del calentamiento global es la mayor de las bromas. Pero es algo más. Es un signo de nuestros tiempos. Cantantes, actores, políticos fracasados y demás morralla se unen para exhibir su estupidez. Lo pintarán como un "gesto". Pero es de un pretencioso insultante.
Tanto como los conciertos que precedieron a éste: Live Aid y Live 8. En realidad, la inocentada empezó con los conciertos antidroga de los ochenta, en los que los mayores consumidores de coca y demás sustancias se unían para promocionarse y lavar su conciencia.
¿El culpable? Mi admirado George Harrison, quien organizó el Concierto por Bangladesh con la sana intención de que el mundo se enterase de lo que estaba sucediendo en ese remoto lugar. Y lo consiguió. Pero su éxito animó a quienes no tenían tan buenos propósitos.
Coja una buena causa y una intención honesta, corrómpala y ya tiene usted un macroconcierto del siglo XXI.
¿Cómo es que no estaba Ramoncín por ahí?
4 comments:
Y ¿qué me decís del "we are the children" de mediados de los 80, que consiguió recaudar millones de dólares para que los hambrientos de Etiopía fuesen... deportados? Con ayuditas de estas es como África no ha dejado de hundirse. Y ahora la puntilla es que no les dejen quemar petróleo, porque los satisfechos ciudadanos de Occidente han doptado una nueva religión climática. Ya puestos, les podríamos decir que cualquier mejora material es pecado... salvo para los que ya la han conseguido.
La única solución para el problema de África pasa por un imperio de la ley garantizado por occidente.
Y lo del cambio climático... se solucionará cuando los científicos concluyan que no existe.
Bueno CLD, con la hipocresía de occidente, me creería cualquier cosa. Y en realidad, las políticas económicas que desplegamos lo que transmiten es eso... cualquier mejora será penalizada. Los gobiernos occidentales, que se comportan como un verdadero imperio son tan arbitrarios que garantizan que las instituciones africanas jamás serán sólidas, y que la ley nunca será una realidad allí. Y es que ya se sabe... la base del progreso moral y material es la libertad.
Olvidé el We are the Children... tan impactada estoy por la visión de Gore en holograma ! Gracias por recordarlo!
Ejemplar por cierto la coherencia de Arctic Monkeys a este respecto. 2 ideas extraidas del artículo en el que se cuenta por qué no han querido aparecer en el Live Earth:
- Sería hipócrita, teniendo en cuenta que cada uno de sus conciertos gasta la energía de 10 casas sólo en iluminación, y que siempre están viajando en avión a todas partes.
- Hace poco les pidieron que diesen su opinión sobre las inundaciones en su ciudad Sheffield y contestaron que a nadie le importaba la valoración de una banda de rock sobre la influencia del cambio climático.
Efectivamente, a nadie le importa la opinión de los cantantes sobre el cambio climático. Probablemente ellos mismos "don't give a shit either". Eso sí, toda mi admiración en cuanto a su visión empresarial: eso es saber aprovechar una oportunidad de negocio.
http://www.breitbart.com/article.php?id=070705025637.vyh5u7g0&show_article=1)
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