28 March 2009

Holanda: sería divertido si no fuera tan trágico

Dhavar se hace de rogar, pero cuando "peca" y vuelve a postear, lo hace con cosas como ésta. Le imito y simplemente cuelgo el vídeo.




25 March 2009

Maria Teresa Fenández de la Vega manipula a los niños en la escuela y miente a los españoles

MANIPULAR :

3. tr. Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el mercado, en la información, etc., con distorsión de la verdad o la justicia, y al servicio de intereses particulares.

MITIN:

1. m. Reunión donde el público escucha los discursos de algún personaje de relevancia política y social.

2. m. Cada uno de estos discursos.

DISCURSO:

6. m. Razonamiento o exposición sobre algún tema que se lee o pronuncia en público.
7.
m. Doctrina, ideología, tesis o punto de vista.
8. m. Escrito o tratado de no mucha extensión, en que se discurre sobre una materia para enseñar o persuadir.

(siempre de acuerdo con el Diccionario de la RAE, supuesto que las aceptamos como definiciones más o menos cercanas a las reales).






(Es decir: nada nuevo bajo el sol...).

23 March 2009

Historia de la rubia y su jefe: El Ala Sur de la Moncloa.

En el vídeo del final traigo un fragmento de El Ala Oeste de la Casa Blanca. Circula por Facebook, así que tal vez ya es conocido por muchos. Yo no vi este capítulo y me parece buenísimo. (Lo he conocido gracias a Raúl Abad).

Pensando sobre la conversación de la rubia y su jefe, me planteaba si merecía un post, más que nada por lo obvio de la reclamación de la chica.

"¿Qué tiene de particular?", me dije.
"¿Te imaginas esa conversación en la Moncloa?", me respondí.
"¡Pues no!", exclamé rotunda.
"¿Y por qué no? ¿No es tan lógico?¿Somos estúpidos en este país?"
"No, no... no empieces con eso... la estupidez y la inteligencia están repartidas siguiendo pautas diferentes a las que te imaginas".
"Bien, supongamos que es cierto ¿entonces?".
"Pues no sé... pero no me imagino esa conversación en la Moncloa. Tal vez, en el bar de la esquina de la Moncloa...".

Y traté de imaginar a la rubia y su jefe en versión castiza, comentando el tema en el bar más cercano.
La rubia acaba apedreada por su jefe mientras la ministra Aído, con una bata de cola y una peineta como las de Martirio, pero con un puño y una estrella en lugar de un rascacielos, jalea, da palmas y se arranca finalmente por bulerías, que baila sobre el cuerpo de la rubia que yace en el bar. De la Vega, Soraya, y los demás miembros de gobierno y oposición se apresuran a dar ruedas de prensa renegando de semejante personaje, unos echan la culpa de todo a los otros y Pons, vestido de lagarterana grita: "¡Que le corten la cabeza!". Por un momento se hace el silencio, todos le miran, Mariano se le acerca y le dice en bajito, casi de manera imperceptible: "Ven, Ponsito, que te compro un traje de fallera...".

Los transeúntes que preguntan se marchan con convulsiones al oír el relato, otros vomitan directamente sobre la rubia, y los demás no pueden evitar gritarle "¡¡Egoísta!!", "¡¡Insolidaria!!", "¡¡Fascista!!", "¡¡Machista!!".. y así durante un tiempo, hasta formar un ruído atronador que impide que se perciba ni una palabra más.

El jefe, se aleja caminando hacia su despacho en la Moncloa y susurra: "¿Cómo pudo hacerme ESTO?", como en la canción de los Beatles "She's living home".




20 March 2009

Para los de Pilar Q.






(no me leen, pero yo me quedo tan a gusto)

15 March 2009

Domingo: humor doloroso o extremadamente doloroso


Dedicado a Krugman, a quienes le premiaron, a sus seguidores y a los profesores de economía de las universidades españolas que repiten la cantinela habitual: The rain in Spain stays mainly in the plain (que traducido quiere decir la lluvia en España se da sobre todo en la planicie (meseta) y los traductores decidieron traducirlo por La lluvia en Sevilla es una pura maravilla para que rimara en la canción, y así es como los profesores de economía y como los políticos interpretan las teorías económicas, como les viene bien para su rima).

14 March 2009

Miseria intelectual (más de lo mismo)



Krugman está en Sevilla. Y lo que ha dicho es "the rain in Spain stays mainly in the plain", o traducido, la lluvia en Sevilla es una pura maravilla. Es decir, que si hay deflación en Europa bajarán precios y salarios en España. Que viene a ser como si el médico les dice que si les sobreviene la fiebre, su temperatura sobrepasará los 37ºC.

Pero lo dice un premio Nobel, que son una casta diferente. Ya expuse lo que opino de su Nobel en el comentario que hice en la página del Instituto Juan de Mariana. Y lo que viene al caso del artículo es, en mi opinión, este párrafo:

Krugman no ha escrito prácticamente ningún artículo científico desde hace una década, y se ha implicado desde entonces en el activismo político pro-demócrata y anti-Bush en exclusiva. El peligro de esta elección es que, mientras que para algunos se trata de un galardón a toda una carrera, para otros, la Academia sueca hace un guiño a los demócratas a semanas vista de las elecciones en Estados Unidos. Y desde ese momento se pierde el carácter científico del asunto. Ya no se trata de una cuestión de tendencias teóricas, de modelos o de heterodoxias, es un tema político y de incentivos a la investigación. ¿Dónde queda el trabajo del economista investigador que se lo toma en serio? ¿Qué tipo de tesis doctorales esperamos presentar cuando el supuesto máximo galardón económico es una cuestión de moda política?

¿Cuánto dinero se habrán gastado en contratar a este señor para que ex-cátedra nos diga a los españoles que "el camino para España será doloroso o extremadamente doloroso"? Ya lo sabemos, señor Krugman. Hasta el presidente ha dicho que tal vez, puede ser que en algunos momentos y, siempre desde el escepticismo, no descarta que lo pasemos un poquito mal. Que en castizo es como decir que lo peor está por llegar y que la cosa se pone muy fea.

Tengo que reconocer que una lectura un poco sosegada de la noticia me hace sentir mucha vergüenza. Este señor considera que aún puede aumentarse un 30% el déficit de Estados Unidos (si las cosas se ponen extremas), que Obama podía haber inyectado más dinero, que no le parece suficiente... ¿Sabe lo que dice?
Por supuesto, las barbaridades las adorna con hojarasca: si España no hubiera pertenecido nunca a la UE, su situación sería otra (¿tal vez porque el Banco de España no tendría freno a la hora de inyectar dinero como si esa fuera la solución?), ahora ya es imposible salirse de la zona euro, Europa es una sperpotencia y no actúa como tal, esto es peor que el 29, y de la reunión del G-20 se pueden esperar declaraciones ambiguas y nuevas reuniones...

Y le ha faltado decir que estamos acabando con el planeta para terminar de cantar los grandes éxitos de la corrección política.

Una vergüenza. Lo siento por quien haya financiado la reunión montada por la Confederación de Empresarios Andaluces. Como le hagan caso, vamos apañados.



*El artículo me lo pasó Jorge Valín. Gracias.



9 March 2009

Jorge Valín, sobre el aborto


Jorge Valín me hace pensar. En este caso, acerca del aborto. Cuando oigo hablar de jóvenes de 16 años que abortan, no puedo evitar el escalofrío que recorre mi espalda pensando en mí misma a esa edad, o en las adolescentes que conozco.
Pero la entrada de Jorge Valín en su blog pone encima de la mesa un tema subyacente. La mayoría de edad: ¿realidad o ficción?
Parece claro que la madurez de una niña que con doce años cuidaba a sus hermanos, hacía la comida, iba al río a por agua y se ocupaba de la colada, no es la misma de nuestras niñas de doce años enganchadas a la consola, preocupadas por la delgadez, por conocer a los de Operación Triunfo, etc. ¿O sí? ¿Es un problema del entorno?¿La madurez la marca exclusivamente la edad?¿Con 17 años y medio se es claramente menos maduro que con 18 años y un mes? La mayoría de edad ¿existe o es una ficción oportuna?

Y volviendo al post de Jorge Valín, en sus palabras:

Está bien dar libertad a los jóvenes, pero no sólo aquellas libertades que dan votos o favorecen a lobbies afines al Gobierno, sino todas. Una chica de 16 años podrá abortar sin el consentimiento de sus padres, esto es, se la considera responsable y adulta, sin embargo:

  • Necesita el consentimiento de sus padres para algo tan banal como hacerse un piercing (en algunas partes de España).
  • No pueden tatuarse sin el permiso de sus padres.
  • No pueden conducir.
  • No pueden sacarse la licencia de armas de fuego. Esto es, se les veta ciertos deportes.
  • No pueden beber algunas bebidas alcohólicas.
  • No pueden fumar.
  • No van a la cárcel si comenten algún delito. ¿Un menor es suficientemente adulto (responsable) para abortar, pero no para ir a la cárcel si mata a alguien?
  • No pueden ver ciertas películas o contenidos solas.
  • No pueden entrar en algunos locales por ley, aunque el dueño les quisiera dar permiso.
  • No pueden ejercer ciertos oficios "inmorales" (stripper, escorts…).
  • Y un sinfín de cosas más…
Pero no es eso lo que más me hace pensar, sino el principio de su post:

A diferencia de otros liberales, no creo que los temas personales, como el aborto, tengan que ser sometidos a la opinión de la mayoría. Es un acto individual como casarse, tener un hijo o veinticinco, comprarse una casa o hacerse una operación de cirugía estética. La mayoría no pinta nada aquí.

¿Está demostrado cuándo la nueva vida empieza a ser persona? Hasta que no lo esté, no habrá acuerdo entre los liberales sobre este tema, y probablemente entre los no liberales tampoco. La defensa de la vida de la persona no es igual que la defensa de cualquier forma de vida. Y la postura de Valín es muy clara: la mayoría no pinta nada, no vienen a cuento encuestas y votaciones, se trata de una decisión particular. Y, sobre todo, es una decisión responsable, que debe recaer sobre las espaldas y las carteras de los implicados y de quien quiera voluntariamente implicarse.

¿Son diferentes en este sentido quienes defienden la financiación pública del aborto de quienes defienden las ayudas públicas a madres adolescentes para que no aborten? En ambos casos la carga de la decisión cae en manos de los pagadores de impuestos, seamos pro o anti aborto.

Tema nada fácil, pero personal, no público.

El origen del liberalismo progresista


El día 3 de marzo publiqué en la página del Instituto Juan de Mariana un artículo sobre John Stuart Mill y su condescendencia hacia las clases trabajadoras. La limitación de espacio, como suele ocurrir, me dejó con ganas de explayarme un poco más.

Reconozco que fui una de esas jóvenes estudiantes que cuando leyó el capítulo sobre la mejora de las clases trabajadoras de los Principios de Economía Política de John Stuart Mill, me temblaron las piernas. A eso hay que añadir que su biografía, con un padre como el que tuvo, enamorado de una mujer prohibida, guapa y feminista... era un atractivo más. Secretamente todas las alumnas de mi clase de Historia de las Doctrinas Económicas nos alegramos de que muriera el marido de Harriet Taylor, y sufrimos cuando ella muere al poco tiempo de casarse con su amor secreto. Recuerdo a mi maestro comentar sobre la cara endurecida de Mill que está en la National Portrait Gallery de Londres, prueba silenciosa de lo que este hombre había sufrido. Francamente, su preocupación por las clases trabajadoras parecía más preocupación que nunca. Si el tipo hubiese sido un borde, no nos habría resultado tan auténtica su inquietud.

Sin embargo, más allá de las ensoñaciones estudiantiles está la realidad de las palabras. Y un análisis más frío y menos pueril de John Stuart Mill nos descubre una faceta muy diferente de él. Y también, nos muestra alguna de las razones por las que su socialismo edulcorado por su media defensa de la propiedad privada y del mercado se han llevado el gato al agua, y el liberalismo sin apellidos de Frédéric Bastiat no.

Digo en mi comentario:
Otro de los puntos más enternecedores de Mill es su preocupación por la formación de los niños sin recursos. Educado siguiendo un plan de diseño paterno, Mill nunca pisó una escuela y solamente cursó algunas asignaturas en la Universidad de Montpellier durante su estancia en Francia. Su fina inteligencia se daba cuenta de la importancia de la educación infantil y, en especial, la de los niños más pobres. Es una de las causas que invalidan el principio de no intervención del gobierno. No es que el Gobierno deba proveer la educación sino ayudar a financiar la de los niños que no estén en condiciones de hacerlo. No se trata de que el Estado manipule la mente del pueblo imponiendo una educación homogénea a todos, sino que establezca unos exámenes para asegurar un nivel mínimo de formación para todos. No parece muy socialdemócrata, no es evidente que se considere a John Stuart Mill un defensor del pernicioso Estado del Bienestar, tras cuyo maravilloso nombre se esconde sosa cáustica para la sociedad.
(...)
A pesar de defender las ideas expuestas, también considera que el Estado puede obligar a la gente a estudiar. En este trabajo, Mill explica que la única razón por la que se puede coaccionar a un individuo e imponerle algo es cuando su conducta dañe a terceros. Pero al aplicarlo a la educación, Mill concibe que si las decisiones de un padre no aseguran que su hijo pueda desarrollar plenamente sus habilidades, entonces se considerará un "daño a terceros" y el Estado podrá intervenir y tomar cartas en el asunto. ¿Qué quiere decir eso? Eso quiere decir que un padre tiene la tutela de sus hijos condicionada al criterio de los gobernantes. Mill creía en un Gobierno elitista, con unos criterios racionales sobre cómo deben los niños desarrollar sus capacidades y con potestad para obligar que así sea a los padres.

A partir de aquí, aparece "el otro John Stuart Mill": el elitista que considera que la gente sin cierta instrucción "no sabe" y que el Estado, formado por ilustrados (como él) sí que sabe lo que los demás necesitan. Igual que el médico no pregunta la opinión al paciente sobre el medicamento que le va a recetar, el gobernante no tiene que preguntar a quien no está capacidado para decidir.

Estas ideas no cuadran en absoluto con quienes defienden la social-democracia y nombran a Mill como su apóstol. Cierto es que creía que el Estado no debe intervenir en las decisiones del individuo pero las excepciones que considera son tan fuertes que anulan cualquier viso de libertad individual. Si la educación es una excepción, ¿por qué no la comida, las drogas, lo que hace usted en la cama y el color de su ropa?
Y además ¿quién decide el criterio para considerar a alguien experto o no?¿cómo asegurar que no vendrá un mindundi y pondrá en un puesto de responsabilidad a un tipo que caza sin licencia?

El tono condescendiente de Mill es mucho más irrespetuoso que defender que cada cual ha de asumir la responsabilidad de sus actos. Sin embargo, es mucho más popular, incluso si, en el primer caso, te conviertes en siervo dependiente del Estado y, en el segundo, aseguras tu independencia.

Siempre que pienso en esto me acuerdo de la serpiente Kaa engatusando al memo de Mowgli mientras le canta "Confía en mí, solo en mí..." y trata de comérselo.
Kaa dice "¡No me tienes fe! Entonces nada puedo hacer para ayudarte...." ¿no les suena el mensaje?








8 March 2009

Domingo de la mujer trabajadora


Por poco que escriba (ya expliqué la sobrecarga laboral) no podía dejar pasar la ocasión. Hoy es EL DÍA DE LA MUJER TRABAJADORA. Y a mí, al mirar a mi alrededor, casi me dan ganas de pedir perdón.
Estos "días de", en general, me dan una vergüenza ajena enorme. Ya sé, debe ser una tara mía. Pero yo soy de esas personas que no se emociona el día de los enamorados, ni con la llegada de la primavera al Corte Inglés. Las celebraciones "todos-a-una" no me apasionan. Prefiero las juergas improvisadas que salen como de la nada y acaban en algo inconfesable.

Entiendo los días de la banderita, contra el cáncer, y cosas así, en los que todo está claro. El mensaje es "deme dinero para ayudar a quienes no pueden pagar su tratamiento". Y si te fías lo das, y si no, pues no. Pero no hay más.

En el caso de otros "días de" la cosa se agrava. No es una fiesta. Es un acto oficial. Las autoridades fruncen el ceño, se ponen serios y se dan palmaditas en el hombro por los logros obtenidos en esta legislatura (la mía). Además se recopilan tremendas estadísticas que justifican la denuncia que se reivindica con el día en cuestión. Y no es que menosprecie el dolor de los niños, o de las mujeres, o de los ancianos. No hay que olvidar que fui niña y que soy mujer. Así que me resulta bastante fácil el ejercicio de empatía en esos casos.

Pero reconozco que hoy, en concreto, me siento fatal. La sociedad vive una especie de disonancia cognitiva. Esta idea de Leon Festinger explica que cuando las personas actuamos en contra de lo que verdaderamente creemos necesitamos justificarnos. Es aplicable a todos los ámbitos. Y en este caso, creo que la celebración del día de la mujer trabajadora es una manera de justificar muchas cosas.

La señora De la Vega se va a Liberia a celebrarlo, el presidente Zapatero se declara feminista (no sabe lo que es) en apoyo a la ministra Aído (que tampoco sabe lo que es), y a todos se les llena la boca clamando contra la violencia hacia la mujer, los problemas de las mujeres que trabajan, la conciliación familiar, el derecho o no al aborto y mil cosas más. Hay un maratón a ver quién apoya más a la mujer trabajadora y liberada. Y otro, por parte de las mujeres, a ver quién da más el perfil de mujer del siglo XXI.

Este gobierno, que será recordado por destruir la igualdad ante la ley de ambos sexos (dos, no cuatro), por implantar una asignatura en la que enseñan que el sexo es algo cultural, que se propone que las niñas de 16 años tengan prohibido beber alcohol (no les vaya a dar un coma) pero puedan abortar sin consentimiento paterno... celebra el día de la mujer trabajadora, el día de la igualdad INEXISTENTE de la mujer y el hombre.

Las abuelas de la guerra y de la posguerra eran discriminadas ante la ley. Trabajaban como mulas de carga, aguantaban que sus maridos e hijos fueran a la guerra y no volvieran, sacaban hijos adelante haciendo lo que fuera, y no tenían un día especial de nada. De todas las mujeres que vivieron la guerra o la posguerra que he conocido, ni una se me quejó. "Es lo que tocaba". Alguna abortó de mala manera, alguna trabajaba en el extraperlo, alguna se divorció (antes de la guerra), alguna era cornuda sabiéndolo y se aguantaba, alguna tejía y vendía jerseys a escondidas del marido para comprar leche para los pequeños, alguna no pudo hacer una carrera universitaria porque su padre decidió que tenía que casarse. Es lo que les tocó. Y no era justo.

Cuando hablaba con ellas de la igualdad de la mujer, de la mujer en la política, de la mujer moderna, con esa rebeldía miope típica de jovenzuelos, me miraban y sonreían. Menos mi abuela que directamente soltaba la carcajada: "Ahora no sabéis hacer la o con un canuto, no sabéis sobrevivir, tu no sabes lo que es una mujer". Ella reconocía que no era justo lo que muchas de ellas vivieron, enrojecía de rabia hablando de eso, pero el planteamiento del feminismo de despacho y la cursilería le superaban, y de eso hace ya algunos años.

Una vez conseguida la igualdad ante la ley, la lucha del feminismo debería ser defender que cada mujer se haga responsable de sus actos, y de sus omisiones. Crear grupos de presión privados, voluntarios (como en las pequeñas comunidades de vecinos), que ayuden a la que no sabe cómo salir de la casa del maltratador, ayudar a buscar apoyo legal, denunciar cuando la ley no se cumpla. No hay mucho más. ¿Y si no me aceptan en una empresa privada por ser mujer? Creemos empresas para mujeres. Busquemos otros trabajos. Seamos mucho más eficientes que los hombres para que el empresario vea claro que está perdiendo. Pero esos silencios, esa dejadez esperando la nueva ey que subvencione, que coarte la libertad del empresario, de manera que se me den por ley lo que no tengo valor para reclamar, es fomentar la irresponsabilidad de las mujeres y, lo que es peor, hacerlas dependientes para siempre del Estado proveedor de leyes, remedios y dineros.

La situación actual es bochornosa para la mujer. La que elige por principios, o porque le da la gana, quedarse en casa, cuidar de los hijos, y si tiene dinero para contratar ayuda, peor aún, es mirada con una mezcla de asombro y desprecio por muchas otras digno de estudio. ¿Qué mujer puede erigirse en juez de las demás? ¿Soy yo mejor mujer por trabajar que la que no lo hace? Pues no. Ni al revés.
El maltrato es aún más delicado. En el siglo XXI, en un país tan super-vanguardista como España de las Multiculturas, el hombre es culpable por razón de su sexo. Es inferior ante la ley. Cualquier amenaza de una pareja de un ex es delito si proviene de un hombre y falta si se trata de una mujer. ¿No es como para avergonzarse de un día como hoy?
Los hombres maltratados psicológicamente, humillados, manipulados, expoliados por abogados de ex-esposas con más cara que espalda, apenas pueden ver a sus hijos, como si la misión del padre fuera irrelevante.

Se sobrevive sin padre... y sin madre. Pero no por ello hay que elevarlo a categoría familiar. Monoparentales, extendidas, el número de tipos de familias en los manuales de Educación para la Miseria de Nuestros Niños es creciente, a ver quién da más. Se sobrevive casi de cualquier manera, se dan casos excepcionales, pero ¿hay que generalizarlos? El otro día pensaba en esto y me acordé de Mowgli: un niño criado primero por una manada de lobos y después por una pantera y un oso. Sobrevivió y le fue bien. ¿Habría que legalizar la adopción de niños por lobos, panteras y osos?

En un día como hoy, reivindico más que nunca la igualdad de hombres y mujeres ante la ley.

2 March 2009

Nota sobre las elecciones de hoy (ACTUALIZADO)

No tengo apuesta en el País Vasco. Pero creo que en Galicia debería ganar the pink party, UPyD. La razón es que el mensaje que lanzan es unidad nacional frente a independentismo, respeto al plurilingüismo y poco más. Y antes de las generales quiero ver qué tipo de medidas toman, qué precios políticos están dispuestos a asumir, y hacia dónde se escoran cuando toca. Y, sinceramente, no me afecta porque vivo en otra Comunidad Autónoma, y no creo que mis amigos gallegos fueran a salir perjudicados... lo que hay es penoso.

ACTUALIZACIÓN:

Falta por saber el voto emigrante y demás, pero parece que UPyD no se come un colín en Galicia. Es más Rosa Díez cae en el "pecado" común de los candidatos al proclamar su éxito como "cuarta fuerza política" gallega, con un 1,45% de votos, frente al 16,57% de BNG. Y, en cualquier caso, sin contar con que la abstención unida a los votos en blanco, con un 30% se sitúa como auténtica segunda fuerza política. Se entiende mejor la nota del partido magenta en su página explicando que sus votos no son de ningún partido, sino de ciudadanos que libremente les eligen. Ya sé que duele lo de ser segundo plato, pero sería un acto de humildad (y una buena baza) reconocer que los ciudadanos libres que votan a UPyD lo hacen por desencanto, en su mayoría, del resto de los partidos. El caso es que los resultados no parecen muy buenos...

En el País Vasco, su escaño tal vez tenga un papel a la hora de inclinar la balanza de los votos (vamos a ver si el PSOE pacta con PNV faltando a su palabra, o prefiere pactar con el PP, lo que sería demasiado sensato para ellos, me refiero para todos ellos). Y de esa manera, nos quedamos sin saber qué propone UPyD más allá de la oposición a los nacionalismos.