27 July 2007

Prometo estarte agradecido

Manuel Lora me lo deja claro: en esta vida si hay que ser algo es agradecida. Pero a la vez, es el propio Manuel quien me crea problemas de conciencia. Me pasa igual con todos los hombres: parece que lo dejan claro, pero me crean problemas.
El señor Lora ha escrito un artículo sobre socialismo (es así de extravagante) tan bueno que hasta se lo publicaron ayer en la página de Lew Rockwell, que no es cualquier cosa. En fín, Manuel es un asiduo, elijo a mis amigos...

En el artículo cuenta cómo, por nuestro bien, el Estado financia cosas como la inspección cárnica, o la regulación de productos alimenticios orgánicos, las campañas anti-tabaco, las campañas anti-droga, las campañas anti-juego, las campañas anti-gordura, o anti-delgadez (aún no inventaron anti-tacos ¿no?).

Manuel (que tiene una memoria prodigiosa en especial cuando paga los impuestos) recuerda que también el Estado financia transportes públicos, carreteras, cine nacional, la lectura... y mil cosas más, como él dice FYOG ("for your own good", es decir... por tu bien).

No estoy flaca ni gorda, no como carne, no fumo ni bebo, no juego, no me drogo (digo tacos... ¡no soy perfecta!), apenas viajo y uso las carreteras de peaje, camino o cojo taxis, me encanta el cine no nacional y mi pasión es leer, me gustan los libros de viejo, en ediciones originales. Nadie tiene que fomentarme nada.

Conclusión: ¡soy tonta! Ya que si no pago mis impuestos voy a la cárcel, una vez que los pago debería amortizarlos: beber, fumar, drogarme, usar transporte público, comer carne, estar gordísima para aprovechar los programas sanitarios, o eventualmente delgadísima, por el mismo motivo, consumir alimentos transgénicos, carnes y todo aquello en lo que pongan pasta para supervisar...

Estoy agradecida porque sé que Manuel tiene razón: ¡qué fortuna que un Estado te cuide tanto!

Claro que.... en un sistema de mercado paga el que usa... ¡lo que me iba a ahorrar!
Hmmm... No nos engañemos, todos lo sabemos, en una economía libre completamente, en una anarquía de mercado, o sistema similar.... no existirían las flores, el campo, los niños, las nubes... nada existiría. Todo existe porque existe el Estado.

¡Más agradecida todavía!

4 comments:

Manuel Lora said...

:)

Huber said...

Pero.....Y LOS POBRES! María ¿Quién piensa en los pobres? ¿Y los niños diabéticos que vieven en los pueblos perdidos de la montaña?

Ya sabes que si no fuera por el Estado los niños y los pobres se morirían por las calles y no habría quien paseara por ellas.

Mary White said...

Ya sabes que sin Estado... ¡tampoco habría pobres! :P
No habría nada...

Luis Balcarce said...

Gran post, Mary White. Si no habría pobres, el Estado los inventaría, como inventó al obrero y a la mujer golpeada. Entes imaginarios convertidos en iconos de la litografía social para legitimar ministerios.