Desobediencia Civil en los colegios
Por mi condición de ingénua impenitente me siguen sorprendiendo declaraciones como las de José Antonio Marina, que considera que la asignatura de Educación para la Ciudadanía bien entendida, es una oportunidad excelente para que las nuevas generaciones sean ciudadanos pata negra. Y que los padres no debemos oponer resistencia por el bien de nuestros hijos. El re-colmo.
Por Dios y por todos los Santos del calendario... ¿cuándo en este país se ha entendido bien una reforma educativa? ¿cuándo no se ha aprovechado para adoctrinar, para meterle el dedo en el ojo al del partido de enfrente o para ser más europeos que nadie?
Pues ahí estamos, señores, que esto nació en una de las reuniones en las que se gestó el horror de la reforma de Bolonia. En la reunión de Lisboa, si no me equivoco. A alguna mente preclara se le ocurrió que la mejor manera de asegurar que todos los niños de hoy serían maravillosos y homogéneos ciudadanos europeos del mañana era enseñándolo en la clase. Bueno, si se hubieran limitado a la Ética, o a Filosofía Política...
Pero ya comentaba Ferblog el bochinche que se está montando... coja el programa y visualice un instituto público, la seño o el seño, y unos 20 niños de 12 o 13 años (bonita edad para hacer estas cosas, nada cruel) contando sus emociones, afectos, sentimientos, dudas respecto a su sexualidad, delante de todos, bajo la atenta mirada del seño o de la seño, imaginen qué ocasión para moralizar (más aún) a nuestros niños. Exactamente como si los padres los entregaran al Estado... al Europeo, además.
¡¡Insumisión!!. Como proclamaba la izquierda frente a la mili obligatoria, ahora la derecha clama por la objeción de conciencia...
Objeción. Insumisión. QUE NO NOS LO HAGAN TRAGAR.
5 comments:
¿Nos convertiremos en españoles de la Esparta de la Antigua Grecia?. Donde los niños no serán de sus padres sino del Estado. Cedidos a este desde la niñez para ser instruidos y adoctrinados.
¿Nos convertiremos en españoles de la Esparta de la Antigua Grecia?
No, porque nuestra historia, además, nos ha hecho cobardes. La de Esparta es una fantasía demasiado confortante.
Freman, tienes toda la razón... es penoso.
La verdad es que en este país, con los partidos que tenemos no es ninguna garantía que el actual adoctrinamiento estatal instaurado por zp, desaparezca cuando retome el gobierno el/los partido/s de la oposición.
Primero, porque tenemos unos partidos (de derecha e izquierda) con un fuerte sesgo colectivista (cada uno a su manera), que ignora al individuo y la defensa de su libertad como fundamentales valores.
Segunndo, porque tenemos una constitución que para gobernar casi siempre obliga a las mayorías a dejarse manipular por las imposiciones de las minorías (pues ganar en votos no es suficiente).
Y tercero, porque tenemos una historia, en donde los intelectuales para ser definidos como tales, se han de caracterizar, no por su independencia de pensamiento, sino por su dependencia ideológica (caso Marina).
Paradójicamente, en una historia y constitución como la nuestra, es la fuerza del individuo la que nos permite tener la expectativa de seguir siendo dueños de nuestro libre pensar.
... y no por cierto, gracias a partidos políticos como los actuales, perversas constituciones como la nuestra, e "intelectuales" acríticos con la ideología que como tal les define y sostiene.
Pablo el herrero
La verdad es que en este país, con los partidos que tenemos no es ninguna garantía que el actual adoctrinamiento estatal instaurado por zp, desaparezca cuando retome el gobierno el/los partido/s de la oposición.
Primero, porque tenemos unos partidos (de derecha e izquierda) con un fuerte sesgo colectivista (cada uno a su manera), que ignora al individuo y la defensa de su libertad como fundamentales valores.
Segunndo, porque tenemos una constitución que para gobernar casi siempre obliga a las mayorías a dejarse manipular por las imposiciones de las minorías (pues ganar en votos no es suficiente).
Y tercero, porque tenemos una historia, en donde los intelectuales para ser definidos como tales, se han de caracterizar, no por su independencia de pensamiento, sino por su dependencia ideológica (caso Marina).
Paradójicamente, en una historia y constitución como la nuestra, es la fuerza del individuo la que nos permite tener la expectativa de seguir siendo dueños de nuestro libre pensar.
... y no por cierto, gracias a partidos políticos como los actuales, perversas constituciones como la nuestra, e "intelectuales" acríticos con la ideología que como tal les define y sostiene.
Pablo el herrero
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