
Con esa frase de
Jean-Paul Sartre explicaba
Jacobo Machover la inquina del Ché hacia los homosexuales. Fue ayer en la segunda de las jornadas Cuba: Revolución y Homosexualidad organizadas esta semana por la asociación Colegas en la Casa de América. Jacobo presentó su nuevo libro sobre este carnicero mitificado en camisetas de progres y pijos,
La face cachée du Ché.Además, tuve la suerte de disfrutar de la conferencia de
Zoe Valdés, de su sensibilidad, su emoción y su dulzura, hablando de la rebeldía de
Reinaldo Arenas. De Reinaldo se cuestionaba con maldad si no había hecho de su vida un negocio. Y después de contar la vida de Reinaldo, de sus amigos, del horror vivido, Zoe se preguntaba si no se estarían refiriendo al actor que interpretó a Reinaldo Arenas la famosa película
Antes de que anochezca (Javier Bardem).
También contó quién es el siniestro personaje de siniestra familia:
Mariela Castro. Esa mujer que ha puesto la sexualidad al servicio de la Dictadura y ha maquillado la represión contra los gays para modernizarla a la vez que proclama la igualdad.
El mismo perro con distinto collar, dice Zoe. Por la cara de los protagonistas que nos acompañan en la sala debe ser cierto.
David Lago, el exorcista del absurdo (como le llama
Alberto Lauro) tuvo dos magníficas intervenciones. En una de ellas, contó, por ejemplo, que le echaron de la universidad porque no le podían acusar de nada: nadie sabía nada de él, era una persona misteriosa, de la que nadie podía decir nada ni malo ni bueno. Pero en Cuba no existe privacidad, y ese fue su delito.
La mediocridad es la que coloca a las personas en anaqueles y estantes, dijo, entre otras cosas.
Roger Salas,
Herman Puig (el perverso polimorfo),
Orlando Jiménez-Leal, el poeta
Enrique López-Claver... todos estuvieron magníficos. ¿Todos? ¡No! Un español tuvo que deslucir la tarde.
No quiero recordar el nombre. Leyó sus poemas (no sé el motivo, se coló sin más, y sus poemas no llegaban a la suela del zapato de los de Enrique) y además, soltó un discurso pro-PSOE que no solamente no venía a cuento, sino que resultó vergonzoso.
No porque el
PSOE no defienda la libertad sexual, sino por la
hipócrita,
cómplice y
rastrera actitud que mantiene con
Castro y sus secuaces. El mismo dictador que ha obligado a estos poetas, directores, fotógrafos, escritores a exiliarse, a jurar no volver, el mismo que ha expulsado hasta tres veces a alguno de ellos, el mismo del
proyecto Prometeo en el que realizaban experimentos selectivos, el de la U.M.A.P. (
Unidad Militar de Ayuda a la Producción), es decir, los campos de trabajo y reeducación sexual...
No sé cómo no se le cayó la cara de vergüenza de decir lo que dijo delante de aquellas personas que generosamente mostraban sus heridas de exiliados, represaliados, suicidas... dando una lección de supervivencia y de coherencia.
En fin. Por lo demás, un éxito. Mi más sincera enhorabuena a
Antonio Golmar, coordinador del tema.