31 October 2007

El precio político

Teresa Bo es una reportera de la cadena Al-Jazeera en Buenos Aires, que ha filmado cómo se han comprado votos en las recientes elecciones argentinas. ¿Tiene algo de malo que el votante prefiera el beneficio concreto, real e inmediato a promesas que probablemente queden en nada?
No. Lo que tiene de malo es que es un síntoma de algo que está sucediendo: la falta de credibilidad, no ya de los políticos, sino de todo el sistema.

No es la obscenidad del pago en mano de unos billetes por echar una papeleta determinada ¿qué más da que te suelten 50 pesos al salir del colegio electoral o que te subvencionen 500 euros cuando vas a alquilar un piso? Es simplemente un precio y un modo de pago. Uno fuera del sistema, el otro oficial. Sólo que el oficial está teñido de bonitas palabras como democracia, ciudadanía, compromiso, valores, paz... (¿me dejo algo?)... ¡ah! alianza de civilizaciones y bien común. Y eso se llama en mi tierra envilecer el lenguaje, quitar el contenido de esas palabras para sacar partido (nunca mejor dicho).

La gente termina por no creer en nada y dejarse llevar, o alternativamente por seguir creyendo en esos valores y dejándose utilizar por los pillabocadillos (Carmona dixit). El resultado es el mismo, la dejación de la responsabilidad de cada cual que es depositada en manos de los políticos en el gobierno. Y si los políticos no asumen su propia responsabilidad ¿cómo van a hacerse responsables de lo que no les corresponde?

A lo mejor ya hay alguno rasgándose hipócritamente las vestiduras al grito de "antidemócrata, ancap, fascista" y cosas así. Pero, la realidad es que ni soy demócrata ni anti-demócrata. El sistema que tenemos no me gusta, esta corrompido y putrefacto, y cada vez que sale un político en la tele me pongo enferma. Seguramente no todos son iguales, claro. Y ahí está la cuestión, ¿cómo asegurar que el tipo es de fiar? Sencillo. De nuevo, es un tema de responsabilidad, de asumir las consecuencias.

Kent McManigal dice que para elegir a tu candidato tienes que preguntarle ¿Eres libertario?, si te dice que no, pues nada ¡¡Siguiente!!. Pero si te dice que sí, le preguntas: Entonces ¿crees que tus votantes son gente responsable, no más licencias, permisos y todo eso?. Si te dice que no, ya sabes ¡El siguiente!. Pero si te dice que sí, entonces debes pedirle que firme una cláusula según la cual cualquier ciudadano tiene el derecho a matarle si incumple sus principios fundamentales. Kent es libertario y su principio fundamental es el Principio de No Agresión. Él se presentó como candidato y firmó ese papel. No se crean.

Pongámos la medida en su contexto y rebajemos el tono. ¿Se imaginan que por cada punto incumplido, los políticos pagaran personalmente, en dinero, en cárcel o de otra manera? Otro gallo cantaría. Eso sí sería responsabilidad política.

Así que ante las próximas elecciones hay que hacer dos únicas preguntas a los candidatos: ¿cuánto da usted por sus propuestas? y ¿cuánto me da usted por sus propuestas?



(Este post tiene dueña, se llama Patricia Lorente. Está dedicado a ella y a Aragón Liberal)



Fuentes:
Video de Al-Jazeera (gracias, Eneas Biglione).
Post de Kent McManigal


10 comments:

Coase said...

No sé que tiene de noticia. En España se compra votos desde hace décadas lo que pasa es que se le llama PER.

Mary White said...

Ya Luis, pero ese es el tema... quiero que el precio se llame precio, no PER, no bien social, no solidaridad.... las cosas a la luz.

Anonymous said...

Gracias por el detalle Mary, como te dije, estas mas que invitada a venir a Zaragoza y todos los amigos de www.aragonliberal.es te recibiremos encantados.

Un beso enorme.

Anonymous said...

El problema de base es la gratuidad del voto, y el prejuicio/tabú de que votar debe ser un derecho universal. Si por mí fuera, tener la mayoría de edad no sería el único requisito necesario. Haber cotizado (o tutelado a un menor) un mínimo de X años sin tener durante los mismos una condena por delitos de cierta entidad me parece lo mínimo.

Los que derraman su sangre para defender el país y su sudor para levantarlo no pueden estar en condiciones de igualdad que cualquier parásito que vive de ayudas fraudulentas.

Y concédeme un segundo para abrir el paraguas que me va a caer una lluvia de escupitajos.

cartapacio.liberal said...

Curiosamente te acercas a la postura de un amigo mío que afirmaba con rotundidad: "dadle libertad al político para que gobierne y hacedle un juicio sumarísimo al acabar su mandato"... él pedía "pena capital" o algo así... yo no pido tanto... "sólo cárcel o una panda de palos" por corrupción.

Stewie Griffin said...

No creo que el problema del sistema actual sea que los políticos incumplen sus promesas (¿A caso Carod no es consecuente con sus ideas?), ni que se permita votar a todo el mundo (Restringir el sufragio solo sirve para aumentar las desigualdades políticas entre explotadores y explotados). El problema es la votación en si misma, como sistema de legitimación de un obligatorio poder centralizado, así como la existencia del mismo, el cual se abroga una soberanía superior a la del individuo y al estar ciego debido a su centralización y constituirse en juez ultimo impuesto y en legislador positivo solo puede causar problemas a la sociedad.

No nos engañemos “el Estado” es el realmente existente, no "lo que debería ser" ni nada parecido. Estas son las "inseparables consecuencias" del estatismo democrático. “No la desviación (española) de un noble ideal”.

Soluciones parcheadas e ilusorias como restringir el sufragio o volver a la monarquía constitucional solo sirven para cambiar un abuso por otro, no solucionan nada y denigran la imagen del libertarianismo.

El camino es la secesión abierta y radical de partes del estado central y las comunidades autónomas. ¿Aceptarían los nacionalistas catalanes que tanto critican el centralismo español la secesión del valle de Aran (o de cualquier otra parte de su protoestado-nación)?

¿España? Si la idea de comunidad cultural es tan fuerte como algunos creemos, existirá aun sin unión política como en la Alemania de antes de la reunificación. Y allí donde no lo sea y se vea mayoritariamente sustituida por la cultura vasca, la catalana o, más probablemente en la era de la información global, por otras subculturas que aun no podemos ni imaginar, lo sera de forma voluntaria y pacifica, no mediante un Estado criminal.

Anonymous said...

Bueno Florecilla, yo ya he limitado mi derecho a voto,asi que jamas podran recriminarme por mi decision en las urnas,porque no he pisado un colegio electoral en mi vida y puesto que esto de democracia tiene lo mismo que lo de Corea del Norte,con perdon a la pobre gente que ademas sufre la dictadura fisicamente,no lo hare nunca.

Mary White said...

Patricia, ya te avisaré.
Florecilla, insensata.
Stewie, esos son dos de los problemas del sistema actual, Carod es una excepción, y así se le mira, en realidad, con terror, por si de repente salen tres como él hablando claro y les desmonta el chiringuito. Tu hablas de otra cosa. Yo sí creo que la democracia puede funcionar en determinado tipo de comunidades, más pequeñas, para determinado tipo de decisiones, o sea, no en esta sociedad ni de esta forma.

Anónimo... todo eso... mancha mucho... quítales dinero, y verás. :)

Stewie Griffin said...

"Yo sí creo que la democracia puede funcionar en determinado tipo de comunidades, más pequeñas, para determinado tipo de decisiones, o sea, no en esta sociedad ni de esta forma"

Por favor explicate. A mi me gusta el sufragio mayoritario voluntario como sistema de toma de acuerdos, es decir, al estilo de la comunidad de vecinos en la cual se reunen en junta los propietarios, o la que se da en una asociación privada que busque un fin determinado.Pero más que eso...

Opino que lo relevante no es que la democracia pueda funcionar en un grupo pequeño, es que el grupo no tiene derecho a saltarse los derechos de propiedad de los individuos por medio de la fuerza del número.

Anonymous said...

Por sus propuestas... Cuando las propuestas suponen un incremento del gasto público, es mejor que quienes las proponen sean inconsecuentes como un mal menor.

En cuanto a las penas de cárcel, es algo sensato, pero es problemático condenar a alguien que promete robar a los ciudadanos y luego no les roba. Más que problemático, es criminal.

Por cierto, el fundador del Ayn Rand Institute, Leonard Peikoff, pidió hace un año el voto para el Partido Demócrata, tanto para el Senado -las de ese año- como para la Casa Blanca. Me enteré hace unos días y me sorprendió, dado que la concesión al mal es inmoral, pero ciertamente, la abstención puede ser más inmoral en tanto suponga sanción moral al peor de los dos -ya, ya sé que también está el LP...