14 December 2007

Hay muchos liberales pero Bastiat era un ultra

Eso es lo que salió por la boca de un compañero y profesor de Historia del Pensamiento Económico ayer por la mañana. Dos horas más tarde, Carlos Rodríguez Braun, compañero, profesor, y además maestro, le daba la réplica. Hay dos tipos de liberales: los que consideran que la libertad no se negocia y quienes son capaces de afirmar yo soy liberal y los demás son unos ultras. Suelen ser los mismos que se rasgan las vestiduras ante afirmaciones como yo soy liberal y los demás son unos socialistas. Y no caen en la simetría de ambas afirmaciones.

Personalmente, no me ofende que me llamen ni liberal ni socialista, por más que yo me considere liberal porque mi ideal es la defensa sin negociación de la libertad. Es como si me llaman alta o baja. ¿Comparada con quién? Es cierto que la defensa de la libertad varía dependiendo de cómo la entienda uno: como un medio o como un fin. Para mi es un fin.

Pero volviendo a Carlos Rodríguez Braun, ese debate tuvo lugar en el V Encuentro Iberico de Historia del Pensamiento Económico que tiene lugar estos días en la Biblioteca Histórica de la Universidad Complutense de Madrid. En él, Carlos ha presentado su reedición del clásico Sobre la Libertad de John Stuart Mill que saldrá en breve (espero que muy en breve porque pretendo regalarlo por Navidad junto con una taza del Instituto Juan de Mariana).

En su exposición de ayer planteó el dilema siguiente. John Stuart Mill fue considerado un representante del liberalismo hasta por Friedman, y en su época incluso le consideraron un liberal radical.

Esta idea se sustenta en propuestas de Mill como la liberalización de las drogas, el ataque a la educación pública generalizada, la idea de que un país en el que ferrocarriles y carreteras y demás son públicas, por más que tenga libertad de prensa no será un país libre, la advertencia del riesgo del socialismo para la economía y la libertad, el que no creyera en la igualdad salarial, ni en los derechos sociales sino solamente en los individuales, el ataque a los impuestos sobre los salarios, la idea de que la democracia puede ser opresiva y debía limitarse para evitar que atacara la libertad...

A pesar de ello, tanto Mises como Hayek entendían que Mill era socialista y muy peligroso. El mejor patrocinador del socialismo y más peligroso que el mismísimo Marx, según Mises. ¿Cómo se casan las dos ideas teniendo en cuenta que, para Carlos Rodríguez Braun, Mises y Hayek tenían razón?

La respuesta... en el prólogo del libro.

29 comments:

angel said...

Nos has dejado con la miel en los labios... esto sí que es una buena promoción de un libro.

Váitovek said...

No sé en qué sentido Bastiat era un ultra.He leído mucho a Hayek y más a Von Mises. Y Bastiat es, de lejos, el más divertido. por cierto, ¿dónde hay textos suyos? Son muy escasos o yo no sé buscar.

Adolfo David said...

dhavar y punto
La Ley de Bastiat
http://www.atlas.org.ar/introductoria/bastiat.pdf

El Estado de Bastiat
http://bastiat.org/es/El_Estado.html

Lo que se ve y lo que no se ve de Bastiat
http://bastiat.org/es/lqsvylqnsv.html

Petición a los fabricantes de velas de Bastiat
http://bastiat.org/es/peticion.html

Adolfo David said...

Sobre lo de Stuart Mill supongo que lo centrará en el hecho de que Stuart Mill creía procesos distintos y separados producción y distribución en lugar de un continuum que es lo que es. Por eso Stuart Mill es el padre de la socialdemocracia redistributiva.

Iracundo said...

"defensa sin negociación"

Eso ya no es muy liberal...

Enky said...

El ejemplar que tengo de "Sobre la Libertad" viene prologado por Isaiah Berlin, muy interesante. Aunque me interesan, no soy experto en estas cuestiones, soy técnico, pero el libro de Mill me gustó mucho. Me llamó la atención su defensa a ultranza de la libertad de expresión, que él considera tema superado ya en esa época, qué ironías tiene la vida.
El ejemplar que tengo de "La Ley" si está prologado por Carlos Rodríguez Braun y es sencillamente magnífico, al menos para aquellos que no somos duchos en la materia siempre se agradece la claridad con que Rodríguez Braun explica las cosas.
De Bastiat quisiera comentar que sus relatos cortos me parecen auténticas joyas de divulgación sobre los mecanismos que rigen la actividad económica. Aparte de las páginas citadas también hay otras obras suyas en:
http://www.eumed.net/cursecon/economistas/bastiat.htm

Iracundo said...

Lo cierto es que, emociones al margen, la defensa que hace de la libertad Bastiat es tan solemne como inútil. No se puede postular la defensa de la libertad como un culto reaccionario: en el mejor de los casos es un error grave de enfoque. Bastiat cae, como Braun reconoce colateralmente en la introducción de "La Ley", en una concepción ingenua del orden de mercado así como, creo yo, del orden político. Se opone contínuamente el caos de la intervención a una presunta armonía de la que sugiere, si no se dice, que goza de naturaleza pretérita (¿edad de oro?).

Fue un gran divulgador de algunos rudimentos económicos fuertemente dañinos para los rudimentos e incluso algunas de sus más alambicadas exposiciones socialistas. Lo cual no excluye, como digo, que fuese un ingenuo, un a rara especie de reaccionario y un pésimo empresario.

Ni que decir tiene que tales concepciones bienintencionadas entrañan un grave riesgo así como implican sistemática una gran decepción y pesadumbres nada constructivas. Baste ver quiénes reivindican con mayor entusiasmo a Bastiat para comprobar la realidad de lo anterior. Una pista: les tiene ocupadísimos el concepto de paso de zebra.


De Mill me gusta su defensa de la pena de muerte, entre otras joyas. Me consta, por cierto, que tuvo un momento de su vida en el que se declaró socialista: cosas de mujeres.

Salud y libre comercio

Klaus Meyer said...

El caso de Stuart Mill es muy interesante porque, según tengo entendido, en 1848 ya había formulado, de alguna manera, que el valor de un bien era subjetivo; sino que me corrija la profesora Mary ;-)

bastiat said...

Quizás lo que yo he hallado mas interesante de Bastiat es precisamente su forma de tratar de explicar lo que significa la libertad tanto de mercado como individual y lo pernicioso del intervencionismo del Estado en esos ámbitos.

En el momento en el que uno se entrega a la divulgación, y a la actividad política, no lo olvidemos, ha de dejar de lado la precisión científica y caer en algunas disonancias con la misma. Pero eso no quita que en el momento en el que logra suavizar la teoría logra descubrir al lego lo hermoso de la libertad.

Ciertamente esa hermosura, esa forma de ver la hermosura de la libertad puede al final acabar pareciendo un tanto ingenuo. Bien, eso forma también parte de la gracia se su obra y, si se me permite, de la de todo liberal. El liberal cree en el hombre y por eso demanda la libertad de obrar. Sólo entiende como límite la libertad del otro, la vida del otro, la propiedad del otro. Eso se resume en la no coacción en suma.

Enfrente de esa postura está la que considera que sabe qué es lo que conviene a TODOS los hombres y mujeres del mudo y trata por tanto de imponer sus ideas para lograr así llevar a cabo un plan maestro de perfección simétrico y total pero indudablemente totalitario por uniformador.

Bien, esa es la gran diferencia, el liberal no sabe qué es lo que le conviene a todo el mundo y precisa de libertad para la búsqueda del bien común. El socialista pretende saberlo y por eso trata de imponerlo...

La elección depende de cada uno.

Iracundo said...

No creo que la libertad sea una cuestión estética como no pienso que un iletrado deba ser tachado de "inmoral".

Yo no sé si la libertad es bella pero desde luego me parece un motivo peligroso por el que hacerse o denominarse liberal. El esfuerzo del liberal-conservador es escéptico, debe serlo, y si no lo es... ya es otra cosa. Es en ese momento cuando ya no parecen encontrarse motivos para rechazar el anarquismo, es entonces cuando que alguien venda sus órganos en un "mercado" nos parece indiferente; ese definitivamente entonces cuando dejamos de ser liberales y pasamos a ser piojos de lo estético.

Salud y libre comercio

Anonymous said...

Es gracioso, por la ignorancia que denota (no sé si se dan cuenta o no) que muchos autoproclamados "no ancaps" o de la famosa tribu de los "nosoyancappero" hablen con tanta alegría de la "no coacción", cin darse cuenta que un liberal que acepte el estado no puede, porque es una contradicción, aceptar dicho principio...

Pero bueno bastiat (me refiero al falsario comentarista, no al de verdad), siempre fuiste bastante petulante, no me sorprende...

Anonymous said...

Yo creo que lo que quiere decir Iracundo, sencillamente, es que "la libertad" en abstracto, ni existe ni es deseable.

Y estoy totalmente de acuerdo, el concepto es caldo de cultivos para iluminados y santones de la peor calaña

Anonymous said...

La libertad en manos de un iluminado o un salvador es muy peligrosa,y puede ser muy dañina,es cierto... así como la patria,dios,la verdad y muchas más cosas... El problema no está en esas ideas (creas o no que existen) sino en el que se cree un "iluminado" o un salvador, en realidad cualquier idea es una excusa que le permite ejercer el rol que se ha arrogado.
Respecto a que no exista la libertad como concepto abstracto, me parece muy bien, yo cuando hablo de la libertad hablo de algo concreto de una capacidad de actuar individual determinada,desde un punto de vista concreta, opuesto a sujeción. Supongo que es lo mismo que pasa con el término "igualdad" que puede paracer muy loable en abstracto, y cuando lo concretas es lo peor. (Excepto cuando se trata de la igualdad de todos ante la ley,por supuesto).

Libertarian, van por ahí los tiros. Mill era liberal cuando se trataba del individuo,pero en cuanto consideraba la sociedad se transformaba en un planificador sin escrúpulos. Y además la libertad no es para todos, por ejemplo, no para los niños (lo que me parece normal) ni para los pueblos que se encuentren en "su infancia"... esos pueblos no tenían capacidad paraser libres.

Klaus, la teoría subjetiva del valor se remonta a Aristóteles ;)

Anonymous said...

Es gracioso, por la ignorancia que denota (no sé si se dan cuenta o no) que muchos autoproclamados "no ancaps" o de la famosa tribu de los "nosoyancappero" hablen con tanta alegría de la "no coacción", cin darse cuenta que un liberal que acepte el estado no puede, porque es una contradicción, aceptar dicho principio...

Un Estado que no inicia la coerción no es una contradicción. Esta fue una de las convicciones que hizo surgir el anarcocapitalismo.

Refutación:
http://rous.redbarn.org/objectivism/Writing/RobertBidinotto/ContradictionInAnarchism.html

Rand y Nozick negaron la inmoralidad de los gobiernos como indefectible por su esencia.

Anonymous said...

Enlace cortado...

Aquí

Anonymous said...

Sí, el mundo de las "convicciones" es algo fantabuloso... yo por ejemplo, estoy convencido de que el sol gira alrededor de la Tierra. Evidente ¿no?

Un estado que no inicia la coerción no es un estado y vale ya de chorradas, por favor.

bastiat said...

Bien, ahora mismo no sé bien de qué lado de la raya está Coup de Bâton pero al parecer me ha leído bastante porque se permite el lujo de hacer comentarios bastante despectivos sobre mi persona y mis ideas en una absoluta falta de correspondencia en lo relativo a mi actitud.

Por tanto me cuesta saber si cuando habla de ”no ancap” se refiere a mi. ¿Es de suponer que el sí es Ancap?

Bien, puede ser, lo que habría que saber es si de los Ancaps educados que responden a las preguntas, a los que las ignoran o a los que insultan... Juzguen ustedes mismos.

Pero puesto que yo si ciertamente me he definido como “no ancap”, o mas concretamente “ancap en prácticas” que ha suspendido el examen de ingreso diré, una vez mas, para los que toman el rábano por las hojas, que el proceso lógico deductivo del Ancap es correcto, salvo por una cosa, ignora la realidad hipersocial (palabro utilizado por Paco Capella) que conlleva aparejada el que toda organización en los grupos humanos es, de por sí, un hecho natural. Por tanto, el aceptar mas o menos Estado no interfiere para nada en la lógica de aceptar la idea de la “no coacción” sino de aceptar el hecho real de la organización de la sociedad en un tiempo y espacio concreto. Ante ello salvo que quien prefiere el exabrupto cambie de actitud, estoy, siempre, dispuesto a debatir sobre el particular.

Petulante.... pues lo mismo si.

¿no?

Iracundo said...

Bastiat: una construcción ideológica puede ser lo blindada que quieras pero el que conforme un impresionante castillo no excluye que sea de naipes.

Las críticas que algunos hemos esgrimido contra el anarcocapitalismo a lo largo de bastante tiempo no sólo son mucho más serias de lo que los constructores de castillos pueden reconocer sino que, además, llegados a este punto, se puede decir que son irrefutables.

No puedes construir una ética en base a un deseo ajeno a la realidad. Tampoco en base a una realidad amañada a la que se pretende parchear mediante estériles apelaciones a su calidad científica. Eso lo hacen las ideologías 100% como el comunismo y similares. Si eso es a lo que a usted le gusta opositar... usted mismo.

Desprecio lo estético como criterio de validez en lo moral. Y considero que la defensa de la llamada "ética de la libertad", por sus implicaciones, es precisamente un acto inmoral. Se dice que la sedicente belleza de la teoría ha de hacernos mirar a otro lado ante conscuencias bien evidentes de la misma: y eso es infame. La construcción de un futuro basado en la libertad (y la democracia, por supuesto) no puede ser un supremo y ciego esfuerzo estético sino una lucha sencilla y descarnada por mejorar las condiciones en que los individuos desenvuelven sus vidas. Se trata de seguridad, se trata de estabilidad, se trata de libertad. Como he dicho, ignoro si élla es bella porque yo la amo por lo que implica y no por lo que presuntamente "es en sí" o por el burdo aspecto externo del que algún chalado le dote.

Entiendo por completo el sentir de Coup de Baton, así como su agresividad con usted. Entiendo todo ello porque los que se esmeran en despojar al liberalismo de cualquier marca de realismo y responsabilidad política empiezan, por su terquedad y presunta voluntad de arbitraje, a resultar ya no sólo insoportables sino impresentables.

Más suerte en las oposiciones a ancap de Septiembre...

Salud y libre comercio

bastiat said...

Sr. Isidoro, puesto que parece Ud. no entender porque su ciego odio hacia las teorías Ancaps le impide ver mas allá de sus narices le diré que me lo dice o me lo cuenta.

Y digo esto porque en mis intervenciones siempre he mantenido las mismas ideas. Y a diferencia de Ud. si que me he definido siempre como liberal. Ud. sin embargo parece no hacerle ascos a partidos socialistas y compartir con ellos postulados claramente intervencionistas en lo económico y en lo social que hace, con todos los respetos se lo digo, muy difícilmente equiparables a postulados liberales.

Eso sí, estaría dispuesto a rectificar apreciaciones mías anteriores referidas a Ud. si alguna idea suya respecto a la organización del Estado o a la actividad de éste pudiéramos calificarla como indudablemente liberal. Como ya sabe, estoy a la espera de ello desde hace tiempo.

Me cuenta que la ética de la libertad es manifiestamente inmoral. Bueno, será inmoral según qué moral. Parece que respecto a Ud. sí lo es. Recuerde que en la época de la República romana disponer de la vida de los esclavos no era para nada considerado inmoral. Por tanto, o me explica cuál es su moral o, simplemente consideraré ese comentario como gratuito y no fundamentado.

La ética, por otra parte, no pretende, al menos lo que yo enciento como ética, establecer pautas de comportamiento, sino sólo explicar el porqué actuamos. Los fundamentos de la acción humana.

Si tiene a bien entrar en ese debate con la sana intención de debatir y no en despreciar ideas ajenas porque pueda Ud. considerarlas cercanas a sus etiquetas malditas, no dude que aceptaré encantado.

Además, el que yo pueda considerar hermosa la libertad es mi personalísima opinión y un acicate para defenderla. Evidentemente, Sr. Lamas Insúa, no es el fundamento de nada, que eso es otra cosa. Y como para llevar a cabo una efectiva defensa de la libertad lo mejor es saber qué es a ello me dedico. Cosa que Ud. parece no ya valorar sino que incluso lo desprecia. Bien, como ya le he dicho antes, los que en algunas ocasiones hemos conseguido acabar sus escritos no tenemos muy claro cual es su idea de libertad, de Estado o de convivencia.

Defender la actitud de Coup de Bâton no es precisamente abogar por la convivencia.

Iracundo said...

"Y como para llevar a cabo una efectiva defensa de la libertad lo mejor es saber qué es"

Yo, como Mises en esto, considero al revés que lo fundamental es saber "qué no es" y eso se consigue a través del juicio de las consecuencias de las políticas. No conozco además una más inefectiva defensa de la libertad que la que pueda plantear un ancap. Pretender encontrar un contenido objetivo, una definición, de la libertad implica ahogarla y proceder a establecer toda una moral alrededor de la mera "libre acción" no es sino eso mismo.

Decir que lo moral es simplemente lo que procede de la acción no coaccionada es una teoría tan ajena a la realidad que sólo puede tenerse como un esfuerzo esteticista, utopista y por tanto irremediablemente totalitario en su aproximación a la política. El liberalismo se aproxima a la democracia más que a la autocracia o la anarquía e identificarlo con un mero esfuerzo utopista, anarquista... es despreciar el contenido clásico del liberalismo así como el escepticismo que se encuentra entre sus condiciones esenciales.

Está claro que yo sigo una máxima de libertad en mis juicios sobre la economía y la política. Está claro que apoyo a UPyD, y soy militante del mismo, porque en España no hay una democracia en la que se pueda defender una mínima igualdad ante la ley (antes que la ideología partidista deberia estar la democracia). Desde luego también está claro que si de mi y mis escritos espera una concepción cabalística de la libertad y derechos absolutos y demás excrecencias "angelicales" lo lleva claro. A diferencia de usted yo no hago oposiciones a totalitario.

Si de mis textos concluye, por cierto, que no soy liberal... me temo que ha extraviado mucho sus lecturas.

Y mantengo mi apoyo a lo dicho por Coup de Baton: como es sabido nunca he subordinado mis ideas a protocolos que sólo amparan a desaprensivos "dialécticos".

Salud y libre comercio

Anonymous said...

Eigen, gracias por el enlace.

Bastiat, que utilices un concepto de Capella para ese argumento es genial :))

Se lo voy a mandar a ver si entra al trapo.

bastiat said...

Mire Ud., Sr. Iracundo, de sus palabras y de sus textos no puedo deducir que Ud. sea socialista. Lo que puedo deducir es que no es liberal, al igual que Mises no busca qué es la libertad si no que no es la libertad. En su caso de sus palabras no se puede deducir mas que está en contra de todos aquellos que buscamos la máxima libertad pero sus ideas liberales brillan por su ausencia.

Y si no explíqueme qué quiere decir con estas palabras: “Decir que lo moral es simplemente lo que procede de la acción no coaccionada es una teoría tan ajena a la realidad que sólo puede tenerse como un esfuerzo esteticista, utopista y por tanto irremediablemente totalitario en su aproximación a la política”. ¿En qué momento he dicho yo algo parecido? ¿Eh? ¿Y de dónde narices deduce todo lo que Ud. parece deducir? A parte de la descalificación gratuita, de sus palabras no se deduce nada.

Por cierto, el usar a cascaporrillo la palabra demócrata y calificar a los demás como más o menos demócratas según sus particulares concepciones holísticas no le hace a Ud. más demócrata.

Nada, si lo que quiere es colocarme en su lista de sus terrores favoritos puede Ud. hacerlo... Es libre

bastiat said...

Mary... no suele... No suele

Iracundo said...

Hay personas que en su ingenuidad pretenden que las ideas no tienen consecuencias. Es tal vez gracias a ésos por los que los utopistas pueden pisar el terreno de lo político y, llegado el momento, nuestros cuellos.

Pues bien: usted claramente considera que la aproximación al concepto de "no coacción", y por tanto el anarquismo, es el concepto que define el mayor o menor grado de liberalismo de las ideas. Esa "verdad oficial" se ha extendido mucho en tierras de Redliberal gracias al interés de unos y la ingenuidad, fingida o no (¿verdad doña María?), de otros. Y asumir ese criterio de demarcación no sólo implica que se asume la existencia d euna libertad objetiva sino que se define a la política en cualquiera de sus formas como inmoral o antiliberal (en el sentido en que se concibe como eje de una "moral liberal" la no coacción: razón por la cual usted dice "no ver nada liberal" en mis escritos).

Pues bien, como he dicho yo opino que esa aproximación al liberalismo es errada e inmoral en tanto identifica la liberación humana con un proceso estético o utópico y no político o gradual. Y ese "narcisismo ideológico" es típico de la ideología 100%, las religiones del libro y similares. Eso es la antítesis del escepticismo y en su acartonamiento manda a la libertad a freir espárragos en pro de un reinado si no de la conciencia sí "del manual". No me entusiasma.

Asegura que mis razones para hablar de mayor o menor democratismo son inexistentes o falsarias. Pues yo creo que no es así desde el momento en que usted considera el ideal moral la inexistencia de política. Eso le excluye a usted de la lista de "amigos de la república" y por tanto sería un exceso, un error, calificarle de demócrata. Puede que sea de los que opina, como erróneamente hace Mises, que la democracia es una copia del mercado de lechugas y la república una burda copia de la compañía de indias orientales holandesa. Puede. Pero al margen de tales concepciones genéticas lo que importa es si da o no valor a la república, a la política. Usted no parece darlo, es más: lo tacha todo de atropello.

Que usted no sea anarquista puede que se deba a algún cuello de botella argumentativo (sabemos que Rothbard y similares están llenos de "grumos": véase falsas disyuntivas inexorables y similares cosas tan del orden profético) pero en lo que es el fondo moral... le tienen ganado. Usted verá si concibe que teoría y práctica pueden existir separados. Yo no: no puede ser moral lo que no es posible y no debe ser posible lo que es inmoral. Así de sencillo.

bastiat said...

Sr. Iracundo, sigue Ud. en la línea de la ira, de la descalificación y del desprecio....

Que no. Que yo no le voy a juzgar a Ud. por esto, que quisiera poder juzgarlo, juzgarlo no, hacerme una idea de qué piensa no por lo contrario que es Ud. a las ideas de los demás.

¿Cuánto Estado quiere?

¿Qué derechos defiende?

¿Qué forma de Estado considera moral, si es que tanto le preocupa la cuestión moral?

Esas son las cosas que sus partidarios y los que le sufrimos estamos deseosos de saber.

Que ya sabemos lo mucho que nos critica.

Pero ¿Y Ud. quién es? ¿A qué dedica el tiempo libre? En el mundo de sus ideas, claro, que su vida privada no tiene por qué interesarle a nadie mas que a los mas cercanos y quien le quiera.

¡¡Mójese, hombre!!

Ponga a prueba su liberalismo del que tanto presume a costa de denigrar el de los demás pero no hablando del suyo.

Ya sabemos que la libertad de educación no le va... Bien. Eso según Ud., la libertad de educación no es liberal. Bueno, visto lo visto, si la libertad de educación no es liberal ¿qué tipo de educación quiere para sus hijos y ,puesto que no quiere que haya libertad de educación, quiere imponer a los de los demás?

¿Tendremos suerte esta vez?

Iracundo said...

"Eso según Ud., la libertad de educación no es liberal."

Los constructores de la constitución de Cádiz arrojaron luz al respecto y es que la educación no puede permitirse que se convierta en un instrumento de esclavización en el que se mantenga en la ignorancia o se fomente el fanatismo. Luchar contra esas cosas no sólo no es antiliberal sino que los que inventaron el término lo consideraron parte de su apuesta moral. Y no implica adoctrinar, no implica gasta trillones en escuelas públicas y liceos; no: basta con imponer unas líneas rojas en las que se excluya el fanatismo, el odio, el totalitarismo.

"¿Cuánto Estado quiere?"

La pregunta, como no, es mucho más compleja de lo que un anarquista o una suerte de moralista anarquista como u sted desearía. Porque si nos fijamos en un criterio de seguimiento del volumen del gasto público habríamos de decir que EEUU es más socialista que una pequeña república imaginaria en la que el control estatal fuese absoluto y asfixiante. Habrá que ir, más bien, a criterios de "alcance y profundidad", al modo de Fukuyama, en los que se demarque claramente qué hace el estado y qué no hace: no su "tamaño". Este es un error básico, fundamental, que lleva a tantos a considerar cualquier proyecto político (a veces incluso de corte libertario) como "socialista" por el mero hecho de emplear recursos públicos. En realidad a mi me parece mucho más liberal emplear recursos públicos en el fomento de la civilización occidental, y por tanto el Estado y el Mercado, que en programas de seguridad social ontológicamente inviables a largo plazo. Par alagunos una cosa y la otra "es lo mismo": para mí el promover el orden y garantizar la seguridad es una legítima actividad estatal, promover una seguridad 100% en la vida de los invidividuos en cambio es un disolvente para la libertad puesto que, como dijo Tocqueville: "¿Qué me importa, al fin y al cabo, la existencia de una autoridad que vele en todo momento porque mis placeres sean tranquilos, que vaya por delante de mis pasos apartando los peligros sin que yo tenga ni que pensar en ellos, si esta autoridad, al mismo tiempo que me evita hasta las menores espinas en mi camino, es dueña absoluta de mi libertad y de mi vida; si monopoliza el movimiento y la existencia hasta el punto de que todo languidezca a su alrededor cuando ella languidece, que todo duarma cuando ella duerme, que todo perezca cuando ella muere?".

Pensar que el orden internacional actual no es un marco hobbesiano es ingenuo y esperar que espontáneamente lo deje de ser, también. Apostar por la anarquía, ante tal orden de cosas, resulta suicida y utópico. Por tanto concluyo que no puede ser cuestión de moral el que exista o no estado, sino cuestión de alguna clase de cataclismo: el Estado es una constante de la ecuación y no un elemento con el que jugar. La moral tendrá que ir de otra cosa: por ejemplo, como he dicho, lo que pueda y no pueda hacer ese Estado y los individuos que viven bajo su protección.

En tal sentido el único tipo de Estado aceptable en una sociedad civilizada ha de ser, por lo general, la democracia. La democracia como una muestra de permanente consentimiento de los individuos sobre la acción pública o colectiva de la comunidad política. La única forma de Estado en la que no son perseguidos sino los agresores, los delincuentes. La única forma de Estado, en definitiva, en la que la estabilidad política a largo plazo está más o menos asegurada: no hay luchas violentas por el poder. Es el deber de esas democracias el suprimir la incivilización en esas otras partes del mundo que pudieren constituírse en amenaza existencial precisamente de ellas mismas.

Esa democracia tampoco es una mera votación ni una proclamación formal en algún documento sino un hecho que afecta de forma total a la sociedad en el sentido en que todo poder público ha de verse sometido a la Ley, la Ley ha de ser dictada o reformada por un Legislador independiente y moderado y debe ser aplicada por unos jueces independientes en completa ignorancia de los deseos del verdugo de la antedicha Ley: el gobierno. Esa es la democracia: elección de poderes y división de poderes, lo demás son estafas o sueños.

Si esto no le entusiasma será comprensible: supongo que es mucho más romántico fiar el porvenir de la sociedad a una muchedumbre que espontáneamente decida dejar de ser tumulto, una muchedumbre, en fin, que no esté constituída por seres humanos. Porque la agresión y el delito, pásmese, no nacen de la asociación política sino que son fruto directo de la naturaleza humana.

bastiat said...

¿Quien define las líneas rojas....?

Del resto, tanto en cuanto insista en partir de suposiciones y descalificaciones me niego a debatir.

A parte de que Ud. no dice en realidad nada. No sabe qué es la democracia.

La democracia sólo es un método para lograr acuerdos que un grupo a adoptado como tal. Lo que se pueda acordar por dicho método puede ser cualquier cosa desde la condena a la pena de muerte o la imposición de la Sharía, conforme a las normas que dicho grupo se haya dotado.

Bien.

Iracundo said...

"La democracia sólo es un método para lograr acuerdos que un grupo a adoptado como tal."

¡Ah! O sea, que la democracia es sólo votar entre amigos a otro amigo para que tenga X poderes. Bien. Tocqueville y yo no pensamos eso, ni Mill ni otros tantos. La democracia es un conjunto d einstituciones de control del poder basadas en un acuerdo de mayorías determinado. Que sea imposible blindar la democracia ante una deriva totalitaria o de otro tipo no excluye que sea mejor que los demás sistemas (incluída la anarquía); entre otras cosas porque la democracia no suele degenerar en Gulag o tiene menos posibilidades, vamos, de hacerlo. Es un detalle harto importante que me hace inclinarme por la democracia como vía a una sociedad libre y no la dictadura o ese caos hobbesiano vestido con bellos ropajes por algún chalado desde su despacho. Decía Demócrito que la bondad está en los actos y no en las palabras. Pues bien: los "actos" de la democracia son sumamente positivos en comparación con cualquier otra alternativa salvo en casos y momentos especialísimos (para los que la democracia organizada, por cierto, también puede prepararse: como se demostró en la segunda guerra mundial en ese Reino Unido en que Churchill tuvo poderes cuasi dictatoriales y el país no se convirtió en ninguna locura orwelliana).

La necesidad de una distinción entre tamaño y alcance del Estado es tan palmaria que oponerse a ella resulta del todo dogmático y estéril. Las razones de ello ya se han dado. La solución para África, por ejemplo, no es "menos Estado" o "más anarquía" (como concluyó Valín sobre Somalia ante la deriva jihadista de su pretendida utopía africana) sino incontestablemente MÁS ESTADO. Puede que los africanos sean incapaces de organizar esos estados (de hecho lo son), pero para eso están los países civilizados: para acortar procesos de transición. Igual que pueden usar telefonía móvil en lugar de establecer un caro sistema nacional de redes telefónicas pueden recibir nuestra ley y orden en lugar de estar décadas masacrándose siguiendo el programa de acción maquiavélico. Démosles la virtud de la república "gratis". Para mi es la empresa libertaria más grande posible: mucho mayor que quejarse de que haya un ministerio de hacienda o de que exista salario mínimo.

La próxima equiparación que hace entre lo islámico y lo democrático está muy bien traída. Deja en evidencia hasta qué punto equipara Estado con régimen de Estado. Sobre esa base queda clara su concepción del poder político. Por supuesto es anarquista. Buena suerte por ahí.

bastiat said...

Pues no. "La democracia sólo es un método para lograr acuerdos que un grupo a adoptado como tal."

Y no es otra cosa.

La existencia de contrapesos surge o como principio o como consecuencia pero el método para elegir qué contrapesos es la democracia. Si democráticamente se elige república o monarquía, si se elige sistema bicameral o unicameral, si estado laico o teocrático, el método será el mismo, las consecuencias serán distintas.

Ignorar eso demuestra lo mal que están las cosas en este país que el gran pope de la Ira ignora esto. Hemos santificado la democracia cuando es la democracia la que puede santificar hasta las mayores tropelías.

Pero en fin, así estamos.

Que los resultados suelen... si es que suelen es que no siempre serán. Con lo cual la única ventaja de la democracia es que históricamente ha dado mejores resultados que cualquiera otra forma de toma de decisiones. Y también hemos de añadir, que en las sociedades con democracia es fundamental la existencia de un grado mínimo de libertad para que tal convenio de toma de decisiones sea mínimamente eficaz y no acabe por fagocitar a la sociedad en la que se aplique. Pero no garantiza nada. ¿Le recuerdo a Hitler? ¿Le suena a algo lo que ha estado apunto de ocurrir en Venezuela? ¿La Argentina, Bolivia, Ecuador...Rusia? ¿Garantiza algo el método si no hay instituciones previas, si no hay una conciencia previa de igualdad, de respeto a los derechos individuales? ¿qué es previo la democracia o la conciencia de la igualdad?

Como bien dice de Africa, para ser demócratas hay que mamar la libertad y los conceptos claros de los derechos individuales para que algo pueda funcionar.

Eso sí, ante su neocolonialismo, la verdad... como que no me encuentro.

Como no me encuentro ante su último exabrupto, porque no puedo calificarlo de otra forma.

¿Quién confunde al Estado con el régimen de Estado?

USTED.

Lo necesita para negar la validez de los preceptos liberales que Ud. se esfuerza en ignorar.

Por cierto, y ¿quién define las líneas rojas? ¿También Ud.?

Se encuentra mas cómodo en la.... como decía que decía....Demócrito? Las palabras y los hechos...

Pues defínase hombre, defínase. Responda a la pregunta sobre quién impone a los demás la forma en la que tengan que educarse sus hijos.