Los Premios del Foro de Ermua

Ayer estuve en un acto del Foro de Ermua. Se entregaban los VII Premios a la Convivencia Cívica a Jaime Mayor Oreja y, en homenaje póstumo, a Gabriel Cisneros.

Un montón de oradores, de emociones, familiares de víctimas y víctimas que hablaron... unos recordaban a Gabriel, otros compartían anécdotas sobre Jaime. Vidal-Cuadras y García de Cortázar estuvieron brillantes, Marimar y Ortega Lara hablaron como simples amigos agradecidos a la firmeza ante los agresores. Yo me quedo con una desconocida mujer del coronel Blanco, que habló como eso... la desconocida mujer del coronel Blanco. Presentaba Isabel San Sebastián, nada nuevo, toda una señora, muy emocionada y muy cercana.

Albert Rivera, candidato de Ciudatans por Madrid, mandó una carta de apoyo. Medio PP estaba por ahí... y mucho joven de la Generación Ermua organizando, atendiendo y currándose un acto que fue un exitazo. Mi más sincera enhorabuena a todos ellos.

¿Irá Ermua a la manifestación de hoy? Unos sí y otros no. Es un dilema moral... es compartir pancarta con quien compadrea con terroristas y, en más de una ocasión, les apoya. Hay que tener mucho estómago, ¿no? Pues a pesar de ello, alguno irá porque nada es suficiente contra ETA.

"La gente confunde la AVT y Ermua, Ermua y el PP, y el PP y la AVT... ¡es que no hay manera de que se den cuenta de que somos independientes!¡somos una plataforma cívica! ¿no está clara la diferencia?" me decía una de las jóvenes de Ermua.

Falta costumbre, es verdad. Y sobran fines electoralistas por parte de ambos partidos. Cuando mueren dos guardias civiles, uno se baja del teatrillo político, presenta sus condolencias, acompaña a la familia si tiene ocasión (y si no, la busca) y guarda un respetuoso silencio. No vocifera su slogan o utiliza a los muertos, a sus familias y a las plataformas cívicas para medrar votos en tu favor. Y luego, le da la batalla a los terroristas con todas las armas y de todas las maneras posibles. En este punto, igual es necesario aclarar un punto: claudicar no es ganar la batalla, sino más bien al contrario.

Ayer Jaime Mayor Oreja estuvo magistral, y demostró quién es quién. Hablo de personas, no de partidos.