10 February 2008

Se busca un Al Gore del tabaco, razón: la OMS

La Organización Mundial de la Salud ha publicado un informe sobre el consumo de tabaco en 193 países. En él, también se estudian las medidas preventivas de los diferentes países y se propone un conjunto de seis medidas a tomar que han denominado MPOWER por las iniciales de las mismas:
  • Monitor tobacco use and prevention policies
  • Protect people from tobacco smoke
  • Offer help to quit tobacco use
  • Warn about the dangers of tobacco
  • Enforce bans on tobacco advertising, promotion and sponsorship
  • Raise taxes on tobacco
Muy ingenioso, oiga. Pero si analizamos estas políticas y su efecto sobre el sentido de responsabilidad de los fumadores, es fácil concluir que pocas de ellas están diseñadas para ello. La represión puede hacernos obedientes (o más rebeldes) pero no responsables o virtuosos. Las dos últimas, en concreto, son liberticidas del todo.

El informe aboga por una subida del 70% del precio del tabaco. El argumento de que el impuesto sobre el tabaco tiene veteranía y es aceptado por todo el mundo porque no es un bien de primera necesidad, clama al cielo. No hay excusa para que el gobierno, uno organización supranacional o, en general, un estamento oficial, decida meter mano a los precios de los bienes. Y hacerlo con el pretexto de la salud pública de la salud pública es una manera de decirle al ciudadano que su salud es responsabilidad del gobierno. Y menos después de contarnos que de los 200 billones de dólares recaudados por los gobiernos en impuestos sobre el tabaco,solamente un 1% se dedica a combatirlo efectivamente.

¿Exagero? No, de eso nada. Esta es la noticia que me llevó a escribir esta entrada:

(NEW YORK) — Tobacco use killed 100 million people worldwide in the 20th century and could kill one billion people in the 21st unless governments act now to dramatically reduce it, the World Health Organization said in a report Thursday.

Los fumadores son los individuos, que son quienes tienen que hacer algo, educar a sus hijos, informarles, enseñarles, darles ejemplo... o no hacerlo. Me da miedo decir esto, no vaya a ser que me lea algún desaprensivo servidor público y decida proponer quitarle los niños a los padres fumadores. Vamos por ese camino.

Hasta ahora nada nuevo bajo el sol... pero tranquilos, hay un argumento de reciente incorporación en la lucha contra el tabaco: el tabaquismo es una epidemia mundial que afecta especialmente a los más países más pobres. Efectivamente hay más fumadores en China y en la India que en el resto de países ¿será que además están más poblados? Claro que las muertes asociadas al consumo de tabaco son mayores en los países pobres... y las muertes en general también.

¿Debo aceptar que mi gobierno prohíba la publicidad de tabaco en radio, TV, concursos, conciertos, periódicos, revistas e internet; que se prohiban los descuentos y ofertas; que se prohiba la aparición de actrices, actores, cantantes y personajes públicos fumando... por el bienestar de los pobres?
Esa pregunta es muy tramposa, pero mi respuesta es no. Un NO enorme. Porque abrir esta puerta (que no está cerrada del todo, hay que reconocerlo) puede tener consecuencias mucho más indeseables que el fomento de la responsabilidad individual. Prefiero prohibir fumar en mi casa, en mi bar, y andar con fumadores educados.

Pero poniéndome en el lugar de nuestros políticos en campaña electoral... ¿dónde está el Al Gore del tabaco?¿dónde está nuestro salvador?¿nadie quiere un Óscar por un documental anti-tabaco? Anímense, sería un pelotazo...

Como dice mi amigo Manuel Lora... FYOG (for your own good, siempre for your own good).

8 comments:

Luis I. Gómez said...

Espera, que enciendo un pito ....
Ahora :)
Tenemos dos perfectos candidatos en España: Pepe Blanco y Juan Costa. Propagandistas de pro, cada uno con su recua ya formada, fotogénicos y con la suficiente falta de escrúpulos como para mentir lo que haga falta en uno o veinte vídeos. Y si de proponer medidas estatales se trata, son los mejores.

... donde leches he dejado el cenicero...

Hurssel said...

Prohiban el tabaco si quieren ser consecuentes, pero no se llenen los bolsillos estatales y encima insulten a aquellos a los que roban a mano armada.

Háganlo, sean valientes, pero dejen de darnos lecciones de moralina cara

Clandestino said...

El estado debe ilustrar al ciudadano sobre la composición, beneficios, perjuicios, pros y contras de los productos que habitualmente consume, con rigor sanitario y científico. Sin meterse en lo que no le importa para nada. Y lo que un ciudadano coma o se meta para el cuerpo, libre y voluntariamente, le importa un bledo a ningún gobierno, mientras no invada ningún derecho o rebase alguna ley, ajustada a derecho, no de las de prohibier y mangonear.

Dicho esto, añado que mi parecer personal es que el tabaco no es nada bueno para la salud de nadie. Yo fumaba bastante y conseguí dejarlo al quinto o sexto intento. Puedo asegurar que el único método válido para dejarlo es ganarle a tu flaca voluntad a base de 'bolas', y cuando eso falla, arreglártelas para darle más poder a las mismas. El resto son mariconadas y esperar a que sea el médico, el 'brujo', el hipnotizador o el de las hierbas mágicas, los que hagan el esfuerzo por tí, para terminar recurriendo a las 'bolas'.

Hay unas estadísticas que indican, la gran dificultad de las mujeres para abandonar este placer, consiguiéndolo en un porcentaje mucho menor que los hombres. Algo extraño cuando las mujeres son bastante más voluntariosas que los hombres, en general.

Fonseca said...

Bonito post, María. Creo que me cargaré una pipa de delicioso y flamante tabaco cavendish para celebrarlo...



Fonseca

Váitovek said...

Podría hacerse un video clip:

Sale la canción Fumando espero aquién yo más quiero... y entonces la muerte con su guadaña acude a la cita y le da un beso mortal del que sale humo a raudales.Telón.

Anonymous said...

Don Luis, he de reconocer que últimamente me está picando el gusanillo y que en momentos de tensión me he fumado alguno (y mejora la cosa). Y cuanto más prohiben, más me apetece...

Dhavar,buena idea :)

Clandestino... ¿no pueden ser las empresas las que informen de la porquería que ponen en sus cigarrillos ateniéndose a la ley? (y si no hay ley, se promulga) Por aquello de minimizar el gasto y tal... ¿se le escapa a alguien que el gobierno tiene incentivos para que las tabaqueras vendan y seguir recaudando?

Anonymous said...

Enrique,muchas gracias. Esa es una de mis actrices favoritas, no tanto como Lauren Bacall, o Catherine Hepburn.

Clandestino said...

Mary:

Creo que alguna ley del consumo, ya contempla esa norma que impone incluir en el etiquetado la composición del producto. En el tabaco parece que no -o no se cumple- ya que solo advierte de los riesgos para la saludo, mediante su consumo.

Pero no estaría de más, que el estado informara de los perjuicios y beneficios de determinados consumos rutinarios, cuyo abusos o carencias inciden negativamente en la salud. Un poco de pedagogía gastronómica, puede ayudar a mejorar la salud, en general y tal vez a salvar tantas vidas como el bombardeo represivo de la DGT, aunque sin los suculentos beneficios económicos, que esta le reporta, a la propia DGT y a las aseguradoras.

Lo que es intolerable es la manipulación del estado sobre la libertad de consumo del individuo, aplicando leyes que además de coartar esa libertad, le resulte gravosa, mediante sanción, control sobre precios y abusos fiscales. Más aún cuando se trata de un mercado libre, privado y de mercancía de comercialización y consumo legal. O lo prohibe o lo respeta. El resto solo son intereses espúrios con la excusa de salvarle la vida a todo el que no se lo pide ni se lo permite.

Pero ya esamos acostumbrados, pues también es un mercado privado y de comercialización y consumo legal los soportes digitales, material de reproducción y otros, que convierten el mangoneo y el crimen contra el ciudadano en las bases democráticas de nuestros gobiernos, unos más que otros.