
Esta mañana, el panorama político de nuestro país me ha parecido más desolador, si cabe, que antes. En el resumen de la campaña de fin de semana he oído a
Rodríguez crear tensión (¡y lo bien que lo hace!) diciendo que el
PP ha soltado tantas burradas durante estos años que ya no le queda nada que decir, y que van a hacer oposición sacando el tema del terrorismo, y eso es una falta de respeto, de lealtad de (... tumulto, aplausos,
brouhaha...) y que ¡ya está bien!*
ver abajo.
Y a continuación ha salido
Rajoy... hablando de terrorismo, cumpliendo con lo previsto. Vale... era
Carles Francino, sesgado, manipulador... pero tengo la sensación de que la estrategia del
PSOE es anticiparse a los temas del
PP y explotar la idea de que "seguro que ahora nos acusan de esto ¡es que no saben decir otra cosa!". Y el caso es que está les funciona. O la oposición le echa imaginación o esto está perdido.
Esta reflexión va unida a mi fin de semana en el que, para variar, me he dedicado a pensar en Estados Unidos. Quienes saben más que yo me cuentan que entre
Hill-Bill II y
Barak Obama, es mejor ella por su experiencia, por su empaque y su solidez política.
Obama es como Zapatero, me decía mi interlocutor en la cena del sábado. (Nuestro presidente ha generado un arquetipo de político:
el peor, que titulaba el señor Palacios).
Así que el domingo estuve echando un vistazo a las elecciones americanas y descubrí que es lo mismo que aquí.
Billary acusa a Obama señalando con el dedo (con lo feo que es eso, y las asociaciones tan desagradables que todos tenemos en nuestra memoria visual)
Shame on you!. Lo dice la persona que tiene un blog supuestamente mantenido y diseñado por la gente (
grassroots) y que, en realidad,
está gestionado e ideado por una millonaria demócrata que apoya a los
Clinton de toda la vida. La intención es presentar a
Hill-Bill II como una mujer del pueblo, en lugar de la
Iron Maiden de la política americana, la matriarca de una de las dos dinastías políticas estadounidenses... que es lo que realmente es
Hillary.
No se me escapa que
The Huffington Post es pro-
Barak. Así que me fui al otro rincón del cuadrilátero a ver qué se cocía por allí. Y encontré que las críticas apuntan también a las damas, en este caso a
Michelle Obama. Su frase rotunda, hiriente y desgarradora referida a la
Clinton (
Una mujer que no sabe vigilar qué pasa en su casa no puede vigilar lo que pasa en la Casa Blanca) ha sido contrarrestada por el
affaire de
su tesis doctoral de Princeton, en la que venía a demostrar que la sociedad americana es racista, que Princeton es racista y que en esa universidad se reeduca a los negros para que asuman objetivos y valores propios de la población blanca de clase alta. Ante la avalancha de periodístas pidiendo la tesis, la Universidad de Princeton la secuestró, pero no ha tenido más remedio que devolverla a la biblioteca.
Las críticas no se han hecho esperar. La prosa es infantil, la escritura no es correcta, y se cuestiona sutilmente cómo esta señora tras su estancia en Princeton, estudió después en Harvard. Se cuestiona su
resentimiento por sus malos resultados y cómo los justifica agarrándose lastimeramente a cuestiones de raza (¿y no les resulta familiar, no les suena a esos argumentos "de genero" que nos escupen día sí, día no, por aquí?).
Todo muy circense. Pónganlo en un papel y cambien los nombres... es un culebrón de aupa. Mucho más entretenido que lo nuestro. Eso sí, el ataque personal está a la orden del día en los dos ruedos. Y yo, que pensaba distraerme con el último capítulo de
C.S.I. Nueva York, tengo que ver el debate para hacer una valoración mañana por la mañana... mi úlcera no va a poder aguantarlo.
* Nótese que
Rodríguez acababa de llamar soberbios a los peperos, por contraposición a ellos, los socialistas, quienes destacan por ser humildes (según afirmó triunfalmente, henchido el ego, entre aplausos, sonrisas, vítores y papelitos volando por los aires al estilo
yankee). Y recuérdese que es la misma persona que el pasado fin de semana afirmaba
Yo creo tensión porque tengo sangre en las venas, como si quienes no la crean tuvieran agua.