¿Qué es la prostitución infantil?
Siempre pensé que al hablar de prostitución infantil o de adultos estaba hablando de sexo. Pero leo en El Mundo de Hoy unas declaraciones inquietantes de María Piña Escobar, presidenta de la Fundación Nacional de Apoyo Infantil de México.
Nos cuenta que en México hay unos 16.000 menores dedicados a la prostitución, que está casi siempre asociada a la miseria y al turismo sexual, que la vía de acceso es normalmente el secuestro, el maltrato previo y la violación, que son muchas veces las familias (madres, padres, hermanos) quienes organizan el tema y se lucran de los niños y niñas. Ya lo sabíamos. No solamente sucede en México, también en Tailandia o en Marrakech, o en Bélgica, donde se levantó una enorme polémica por el caso de Regina, a la que violaban de niña mientras su padre miraba y su madre cobraba, y que salió a la palestra cuando asesinaron a una de sus compañeras de profesión.
Pero dice Piña Escobar: La prostitución como estrategia de supervivencia no puede ser considerada como una opción de vida, sino como una forma de esclavitud. Pero también existen otros modos de prostitución que no están relacionados directamente con las situaciones de exclusión socio-económica sino más bien determinado por elementos como el consumismo y la presión de "tener éxito".
Y me acuerdo de que esta noche estrenan un nuevo programa Dolce Vita versión infantil, en el que se les enseñará a los niños cuán divertido y productivo es salir en la tele para contar tus intimidades, para desmenuzar las intimidades de otro y hacerte famoso siempre por dinero.
Lo cierto es que, si bien es en los sectores más miserables en los que se denuncian abusos a menores, los más terribles, no por la brutalidad, sino por la hipocresía y el silencio añadidos, se dan en las capas más acomodadas de todos los países. La niña rica abusada directamente no existe, no está computada.
En cualquier caso ¿penalizar y prohibir elimina el problema que se hunde en las raíces de la familia y de la miseria económica? Parece que no.
Como apunta Jorge Valín en su polémico artículo Héroes de la Libertad: Nosotros trabajamos para vivir mejor y satisfacer a la comunidad lucrándonos por ello. La prostituta menor de edad, suele trabajar, no para vivir mejor, sino para sobrevivir en la mayoría de casos.
Pues tiene razón el señor Valín. En eso y en otras cosas.
Nos cuenta que en México hay unos 16.000 menores dedicados a la prostitución, que está casi siempre asociada a la miseria y al turismo sexual, que la vía de acceso es normalmente el secuestro, el maltrato previo y la violación, que son muchas veces las familias (madres, padres, hermanos) quienes organizan el tema y se lucran de los niños y niñas. Ya lo sabíamos. No solamente sucede en México, también en Tailandia o en Marrakech, o en Bélgica, donde se levantó una enorme polémica por el caso de Regina, a la que violaban de niña mientras su padre miraba y su madre cobraba, y que salió a la palestra cuando asesinaron a una de sus compañeras de profesión.
Pero dice Piña Escobar: La prostitución como estrategia de supervivencia no puede ser considerada como una opción de vida, sino como una forma de esclavitud. Pero también existen otros modos de prostitución que no están relacionados directamente con las situaciones de exclusión socio-económica sino más bien determinado por elementos como el consumismo y la presión de "tener éxito".
Y me acuerdo de que esta noche estrenan un nuevo programa Dolce Vita versión infantil, en el que se les enseñará a los niños cuán divertido y productivo es salir en la tele para contar tus intimidades, para desmenuzar las intimidades de otro y hacerte famoso siempre por dinero.
Lo cierto es que, si bien es en los sectores más miserables en los que se denuncian abusos a menores, los más terribles, no por la brutalidad, sino por la hipocresía y el silencio añadidos, se dan en las capas más acomodadas de todos los países. La niña rica abusada directamente no existe, no está computada.
En cualquier caso ¿penalizar y prohibir elimina el problema que se hunde en las raíces de la familia y de la miseria económica? Parece que no.
Como apunta Jorge Valín en su polémico artículo Héroes de la Libertad: Nosotros trabajamos para vivir mejor y satisfacer a la comunidad lucrándonos por ello. La prostituta menor de edad, suele trabajar, no para vivir mejor, sino para sobrevivir en la mayoría de casos.
Pues tiene razón el señor Valín. En eso y en otras cosas.
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