30 September 2007

Liberal: femenino singular

Albert Esplugas se pregunta en su último comentario del Instituto Juan de Mariana por qué no hay mujeres liberales. Lo primero, es de agradecer que alguien saque el tema y lo ponga encima de la mesa. Y además, lo hace en serio, de la manera más neutra y científica que puede y con argumentos.

El guapo o la guapa que haga una "tesis doctoral" (en sentido figurado) de este tema o de otros similares (¿por qué hay menos hombres matronas?¿por qué hay menos mujeres estibadores del puerto?) es para tirarle al pilón del pueblo. No es un tema cerrado ni sencillo, y muchos de los estudios son especulativos y sesgados. Incluso los que argumentan basándose en cuestiones fisiológicas o de la anatomía del cerebro. Así que mis opiniones, como todas las demás, son personales, no científicas, y siempre bienintencionadas. También tengo que decir que, a pesar de la generalización constante, hay excepciones en un sentido y en otro, pero generalizaré para poder seguir el hilo de la discusión. Finalmente me voy a centrar en España, ya que fuera hay muchos más ejemplos de mujeres liberales, según creo.

El primer problema para afrontar este tema es la imaginería popular. El hombre es el intelectual y la mujer es la protectora. Y entonces la mujer se pica y cree que la están llamando tonta y trata de ser un hombre sesudo y lógico... o el hombre trata de "sacar su lado femenino" (algunos políticos lo hacen exitosamente en campaña electoral y otros hombres lo utilizan con mejores o peores resultados para ligar).
Otro problema es la proliferación de estudios que sacan conclusiones-titulares tipo "las mujeres son más hostiles al comercio internacional". ¿Las amas de casa somos más hostiles a una mayor calidad/precio de los productos? Solamente un hombre puede haber pensado eso. Pero al leer el estudio nos encontramos con esta afirmación:

The data do clearly reveal that the gender gap exists only among college-educated respondents and is larger among older cohorts. We argue that differences in educational experience – specifically, exposure to economic ideas at the college level – appear to be most plausible explanation for gender differences in attitudes toward trade.

Ah, bien. Pero entonces no somos las mujeres... son algunas.... con formación económica. Seguro que no eran alumnas de Huerta de Soto o de Rodríguez Braun. Albert, es una falacia.

Sí me atraen más los argumentos respecto a la dependencia, el rol de cuidadora (no solamente la imagen, sino el rol social) o pertenecer a una minoría discriminada. Respecto al interés por la economía, ¿alguien no sabe quiénes compran en la mayoría de los países?¿quienes gestionan los hogares?¿quiénes despliegan todo tipo de soluciones imaginativas para llegar a fin de mes mientras él echa la quiniela?
El hombre piensa en economía, la mujer la practica... en la medida que le dejan. Otra cosa es que el hecho de no llegar a puestos de responsabilidad en bancos, empresas o gobiernos nos haya llevado a ser expertas gestoras de la economía del hogar y no de las economías de mayor envergadura, no por falta de interés sino por imposibilidad de acceso. ¿Qué sentido tendría estar interesada por un problema en el que nunca nos van a dejar meter las narices?

Yo creo que sí hay mujeres liberales. Pero el liberalismo está planteado en clave masculina, y eso importa. Y por aquí va la respuesta a la pregunta "cómo hacer para que haya más mujeres liberales". Juan Fernando Carpio lo primero que hizo como tarjeta de presentación fue enviarme un artículo de Wendy McElroy sobre Rothbard. Ese es el camino...

En clave masculina significa que cuanto más complicado parece lo que se explica más importante tiene que ser. Y si además es aburrido y tiene mal marketing, más interesante y auténtico. Cualquier idea explicada de manera sencilla, con un buen envoltorio y una sonrisa a la entrada os parece menos relevante. Ya sé que muchos se estarán removiendo en sus sillas. Pero intelectual no es sinónimo de enrevesado. Más bien al contrario, es mucho más meritorio poner las ideas complejas a pie de calle y hacerlas accesibles al público general que enzarzarse en debates peregrinos sobre el sexo de los ángeles.

Y ahí, las mujeres pecamos de complejo de inferioridad. Antes de pasar por tontas somos capaces de no entrar en discusiones, y cuantos más autores citáis y más circunspectos os ponéis, más se alejan las mujeres del grupo de hombres que discute. Unas pensando "no doy la talla y voy a pasar por tonta", pero otras muchas se van pensando qué absurdo, qué gente tan desocupada y qué estéril ese grupo que no llega a HACER nada, ni a sacar conclusiones que se puedan llevar a la práctica.

Y por otro lado, Albert, los hombres, en muchas ocasiones, no valoráis lo que se sale del terreno intelectual, sobre todo quienes nunca han tenido que hacer tareas de gestión o de difusión ellos solitos. Y es una de las razones por las que el movimiento liberal (y el anarcocapitalismo más aún) hasta ahora no ha pasado de ser un debate de salón sin reflejo en la sociedad, con muchos libros publicados pero nada más. Os faltan mujeres que eduquen a sus hijos y practiquen el anarcocapitalismo, o el liberalismo. Además de pensar las soluciones hay que difundirlas e implementarlas. Y, hasta ahora, querido, los políticos liberales, en masculino plural, no han dado con la clave. El liberalismo real (el libertarianismo) vende menos que el liberalismo imperialista (probablemente por el Principio de No Agresión que desentona con la testosterona) y éste menos aún que ese liberalismo de izquierdas que propugna el nuevo partido. No es que cuanto más a la izquierda, más femenino. Es que la izquierda se ha apropiado de la parte práctica de la política, como de tantas otras cosas. Como dice Antonio Golmar, las mujeres, en especial las feministas libertarias, somos las principales damnificadas del estatismo y del colectivismo feminista. Solo hay que ofrecer una alternativa cercana, que se reconozca, en código femenino, no masculino.

Hay más aspectos interesantes. Los hombres no véis mucho más allá de la labor intelectual, y cuando una mujer es polivalente os cuesta reconocerle el mérito intelectual, y se ve más que es la que manda los mails o lleva las cuentas que la que ha sacado el estudio sobre medicamentos, o que está ya dando clase en licenciatura, o que sus comentarios en la página del Instituto son estupendos. Este ejemplo, tiene nombre y apellidos, y empieza por R, como seguro que has adivinado.

Mi explicación favorita se basa en la psicología evolucionista. No creo que sea tanto un tema de anatomía cerebral como de cuáles son los problemas que resolvíamos las mujeres en épocas ancestrales, porque las soluciones exitosas a esas cuestiones son las que conforman actualmente nuestro comportamiento. Pero, ojo, por comportamiento no entiendo los actos diarios a corto plazo, hablo de la tendencia del comportamiento. Tenemos tendencia a asegurar más, a elegir al varón adecuado, a preocuparnos por la supervivencia de la prole, y eso nos hace protectoras y prácticas. ¿Está reñido con el liberalismo? ¿Desde cuando? ¿La tendencia a proteger es necesariamente coactiva o se refiere a protección estatal?¿Implica que no somos capaces de desarrollar una labor intelectual? Es tan estúpido como pensar que el hombre es el agresor y la mujer la víctima. Bueno, si consideras exclusivamente la violencia física, de acuerdo, pero la manipulación y la violencia psicológica es nuestro fuerte. Nuestra labor intelectual es de otra índole, pero que no la entendáis o no la computéis no quiere decir que no exista.

No creo que la tendencia en el comportamiento femenino nos lleve a rechazar afrontar un problema, sino que lo afrontamos con nuestras armas. Lo que no nos hace incapaces sino diferentes, por eso hombres y mujeres no somos rivales sino complementarios el uno respecto al otro y al revés. El liberalismo no es cosa de hombres, ni el activismo político, ni la ciencia, ni de mujeres. Ambos lo asumen desde diferente posición. No hay que olvidar en este punto que no es que tengamos el handicap es que tenemos el privilegio de estar dotadas por la naturaleza para albergar vida y criar niños, y para muchas, ante eso, no hay prestigio profesional que se ponga por delante, no hacemos carreritas intelectuales, sería muy irresponsable por nuestra parte. Y ahí aparece otro sorprendente complejo femenino: la necesidad de demostrar que aunque seamos madres no hemos perdido capacidad intelectual, o no somos marujas. Es una estupidez, pero estoy harta de ver mujeres que tratan de minimizar su labor maternal como si eso les hiciera menos profesionales, como si a los hombres hablar de sexo, de fútbol o de sexo en el lugar de trabajo o a la que salta, no les mermara... Y no entro en la coquetería porque se haría demasiado largo.

Estoy con Santiago Navajas cuando cuestiona que haya incluso hombres liberales y no sé si lo dice por lo mismo que yo. Para mí un liberal vive el liberalismo, no dice una cosa y predica otra. Bien, hay un límite legal, si no pago impuestos me meten en la cárcel, pero conozco liberales radicales con alma de free rider (no hablo de dar clases en una universidad pública, eso me parece una tontería) o que actúan como un estado intervencionista en su entorno.

Me parece un buen artículo, Albert, pero no das tu opinión, no te mojas, y se echa en falta un poco de aportación personal. Es un terreno muy resbaladizo, es fácil caer en tópicos, y algunos aspectos escuecen, pero ¡ahí te quiero ver!

Solamente me queda, con todo mi respeto por delante, darte la enhorabuena por tu novia. Y a ella también por su novio.



25 comments:

Anonymous said...

Creo que la pregunta (y las que acompañas como ejemplo) está mal planteada, como todas de este tenor y que se refieren a la cultura. El hecho es que hay pocas mujeres liberales y no sé si hay razones ni causas para eso. Hay pocas mujeres estibadoras y tampoco hay razones o causas. Ocurre que históricamente el trabajo de estibador es masculino y hay inercias sociales. Pero no sé si eso es una causa o siquiera una razón.

Otra cosa es que te parezca interesante que haya en el futuro más mujeres liberales (o estibadoras) y te preguntes qué se puede hacer en base a lo que sabemos de cómo son las cosas. Yo añadiría otra cuestión, si merece la pena hacer algo. No digo ni que sí ni que no. Por ejemplo, ¿es mejor o peor que haya más mujeres estibadoras? En este último caso a mi me da igual y me parece que a muchos otros les pasa lo mismo.

En definitiva, mala pregunta, pero a pesar de eso un análisis interesante.

(Por cierto, no está claro que haya pocas mujeres liberales. Lo que se puede afirmar es que hay pocas mujeres con una formación liberal. Afirmo que el planteamiento vital puede ser liberal a partir del individualiso y llevarse intuitivamente a la idea que se tiene de lo políticamente apetecible. En este sentido creo que he conocido muchas mujeres liberales, casi más que hombres).

Mary White said...

Anónimo,lamento que te hayas quedado con ese ejemplo, tan simple. La pregunta la formula Albert y yo reflexiono. Pero tampoco me parece fuera de lugar.
Lo sorprendente es que no encuentres razones para que un estibador del puerto, que se dedica a descargar cargas pesadas, tradicionalmente sean hombres. Tal vez ahora con las carretillas mecánicas y las gruas sea diferente, pero me pareció un oficio tan masculino, como el de matrona femenino, no por nada, sino porque a una señora que está pariendo le inspira más tranquilidad que la que gestiona minuto a minuto el tema y le pregunta por las contracciones y demás, sea otra mujer (y eso que hay un montón de ginecólogos hombres, pero eso es diferente, es otro tema, es MÉDICO).
Asi que no me parece comparable que haya mujeres estibadoras con que haya mujeres liberales. La mujer es físicamente más débil que el hombre por cuestiones genéticas, pero no es menos propicia al liberalismo por cuestiones genéticas.

BGF said...

María, no estoy del todo de acuerdo con eso de "el liberalismo en clave masculina". Es cierto que intelectual no es sinónimo de enrevesado, y que una argumentación sólida no tiene por qué llevar en su seno un interminable elenco de citas y referencias, pero esto -esta pedantería, llamémosle así- no es "clave masculina", es un problema de la filosofía política en general y del liberalismo en particular, porque tenemos una maravillosa tradición de monstruos y genios y nos refugiamos en ellos hasta el punto de encerrarnos en su obra echándonos la llave en círculos cerrados.
No creo que esto asuste y cohiba a las mujeres, sino a todo el público en general. Efectivamente, no hace ningún bien a la difusión del liberalismo, porque los más salen corriendo. Pero insisto, no veo que este estilo sea propio de los hombres, sino propio de casi todos los amantes de la filosofía política o la economía, que nos emocionamos mucho. Es un prejuicio, sí, cuando se trata de divulgación, y por eso se agradece tanto la obra de Braun (o incluso David Friedman). Cuando no es divulgación sino discusión entre dos o más que saben ya de qué están hablando, ese estilo no me parece mal, es una cuestión de gustos. Sólo es inútil, descaradamente inútil, de cara a la divulgación, independientemente del sexo de los receptores. Así sólo pican los más frikis o los que ya estaban interesados en el tema, lo que significa que tanta formalización e información no ha servido para nada: queda mucho trabajo de campo que hacer en otro tipo de personas, las que tienen el gusanito dentro o podrían llegar a tenerlo. Para lograr en definitiva que el joven del instituto que piensa, que disiente, que reflexiona, no acabe en las filas progres porque son "los únicos que quieren cambiar las cosas".

Por otra parte, y sin quitar lo anterior, creo que la divulgación, al menos en el liberalismo, se ha hecho pasando libros y artículos de mano en mano o de pantalla a pantalla, y todo dependiendo de la personalidad e intereses de cada uno. A ti por ejemplo Carpio te introdujo a Wendy porque sabía que te gustaría; y ahora cuando tú quieres hacerle una introducción a algún alumno, le das un artículo acorde a su edad y a lo que tú crees que son sus intereses (mercado libre de drogas, globalización, etc.) Tal vez si quisieras debatir con un economista, le recomendaras directamente capítulos de La Acción Humana, y no creo que quedara petulante, sería sencillamente más cómodo.

Está claro que hay que hacer algo con la divulgación. Pero no entiendo exactamente qué quieres decir con lo de "en clave femenina". Es decir, no estoy segura de que hombres y mujeres asumamos el liberalismo "desde diferente posición", ni de que haya que potenciar eso. Hay diferencias entre hombres y mujeres, pero en el cuerpo a cuerpo se diluyen. Por supuesto estoy de acuerdo en que hay cuestiones en las que las mujeres somos particularmente sensibles, porque nos encargamos de eso día a día y llevamos el peso de la casa, pero eso poco a poco va cambiando, y le cuesta más asumirlo a los hombres que a las mujeres (ese miedo y esa desconfianza a la polivalencia femenina, como comentas... El machismo antes era un enfermedad de hombres y mujeres -nosotras nos creíamos inferiores- pero ahora creo que subsiste, cuando subsiste, mayoritariamente en los hombres).

Anonymous said...

Y menos que va a haber...con las leyes cuotas y las consejerias de la mujer.
¿Que mujer se va a poner ahora en contra de las listas paritarias?¿O de que los seguros de salud cobren lo que cuestan sin olvidar el sexo?
Personamente, creo que cualquier esfuerzo continuado y competitivo sera rehuido por la mujer salvo casos excepcionales.Por eso hay menos jugadoras de ajedrez femeninas y casi toda la poblacion activa femenina trabaja en la administracion publica.

Anonymous said...

¡Los ejemplos son tuyos! simples o no, los has elegido tú.

No hay crítica al análisis sino a la pregunta. No me he explicado bien. Lo diré con OTRO ejemplo: la explicación que hay que buscar es a la riqueza, no a la pobreza porque el estado natural del ser humano es la escasez miserable. No hay que buscar causas a la pobreza en la medida que es un estado heredado, hay que ver por qué, después de todo, hemos podido ser ricos. Lo mismo se puede aplicar a las mujeres estibadoras y las mujeres liberales. El caso es que lo que hay es eso, pocas mujeres estibadoras y pocas mujeres con ideología académicamente liberal.

Me gustaría que miraras a ver lo que he dicho sobre el planteamiento intuitivamente liberal que sí se puede ver en muchas mujeres (y hombres). Eso excluiría más aún las cuestiones genéticas y, de paso, contestaría en parte a la pregunta que se hace Albert (por mal formulada qu esté a mi manera de ver :)) o, al menos, la llevaría a otro terreno, el de siempre, al de los hechos heredados del menor acceso de las mujeres a la educación (hay pocas mujeres matemáticas, y científicas en general. Y creo que por la misma herencia que lleva a que haya pocas mujeres con orientación ideológica explícitamente liberal. Evidentemente, hay y ha habido muchas mujeres con una intuición notable para las matemáticas (históricamente, ha habido matemáticas que han dado campanadas bastante impresionantes en esta disciplina, al igual que dentro de la teorización liberal)).

Anonymous said...

A ver, acabo con un ejemplo totalmente pertinente. Lo que tienes que ver es cómo explicar que haya habido mujeres como Ayn Rand y cómo puede haber más en su línea. Capaces sois, evidentemente (si no no habría habido ninguna, como no hay ninguna que supere las marcas en halterofilia), ahora hay que saber cómo y cuándo puede salir esa faceta, digamos, randiana.

BGF said...

Hombre, precisamente has puesto el ejemplo de Ayn Rand... No es que no haya habido ninguna mujer después de ella, es que tampoco ha habido un hombre después de ella que haya dotado a una gran obra literaria de una filosofía y moral tan particular y con ee corte ideológico. Has dado con una pensadora a la que no le ha seguido ningún titán en su misma tradición. De todas formas entiendo la idea: te refieres a que florezcan genios liberales que sean mujeres. En otro comentario decía que aún es pronto para contabilizar el número y la calidad de los grandes pensadores de los últimos tiempos, y más si nos referimos a mujeres, porque antes (no tan antes...), en el campo académico, como en tantos otros, las mujeres no existíamos. Por eso quizá, sea demasiado atrevido decir "¡es que no hay grandes mujeres liberales!" Tal vez aún no ha pasado el tiempo suficiente como para llamarlas así. Eso ocurrió por ejemplo con Hannah Arendt.

Albert Esplugas said...

María,

Jugosas reflexiones, aunque creo que tratan más sobre la pregunta que planteo al final que sobre la que planteo en el título. Algunas observaciones:

1.

He dado mi opinión con respecto a qué explicaciones me parecen plausibles (las que apunto en el artículo) y cuál de ellas me parece más persuasiva (la de Caplan). No sé en qué más tengo que mojarme (considerando que mis conocmientos sobre el tema tampoco dan para una opinión más firme y vociferante).

2.

Otro problema es la proliferación de estudios que sacan conclusiones-titulares tipo "las mujeres son más hostiles al comercio internacional". ¿Las amas de casa somos más hostiles a una mayor calidad/precio de los productos? Solamente un hombre puede haber pensado eso.

Si ésa es tu manera de despachar estudios como el de Caplan, me parece muy insatisfactoria. ¿Has leído su trabajo? Si es así, no comprendo como tratas la cuestión con esta ligereza. Para empezar, la pregunta en las encuestas que evalúan los estudios es “Do you favor or oppose increasing trade with other nations?” El hecho de que las amas de casa sean las primeras interesadas en un precio inferior/mejor calidad nada nos dice sobre su posicionamiento político. Pueden estar a favor del proteccionismo, como revelan las encuestas, y al mismo tiempo a favor de un precio inferior/mejor calidad de los productos. ¿Cómo es posible? Pues por la sencilla razón de que no saben que el libre comercio lleva a un precio inferior/mejor calidad, o porque piensan que aunque presiona los precios a la baja también perjudica la industria nacional o pone en peligro a los trabajadores nacionales etc. etc. Se trata, en realidad, de un fenómeno sumamente extendido y del que nos hacemos eco muchas veces por estos lares: virtualmente todo el mundo valora una mayor prosperidad, precios más bajos, avances tecnlógicos, una mejor sanidad y educación para sus hijos, menos violencia en las calles, más paz y menos pobreza en el mundo etc. pero la gente difiere en los MEDIOS para conseguirlo. Desde nuestro punto de vista, la libertad económica y personal es el medio adecuado para conseguir esos fines, pero no lo es para los demás. Las encuestas prueban simplemente eso, que en relación con temas económicos la población en general, y las mujeres especialmente, sostienen posicionamientos estatistas, posicioniamientos que de hecho están (desde un punto de vista de la ciencia económica misma) en contradicción con los objetivos que pretenden conseguir. El campo de estudio de Caplan en la última década ha sido precisamente ese (en qué medida la gente difiere de la opinión de los economistas, y qué implicaciones tiene en una democracia ese sesgo estatista ciudadano), y el fruto de esas investigaciones es su último libro “The Myth of the Rational Voter. Why Democracies Choose Bad Policies”, que hace una semana justo empecé a leer.

Recapitulando: los estudios muestran que las mujeres, cuando son preguntadas sobre la idoneidad de determinadas políticas, favorecen un rol más activo del Estado en la economía que los hombres. El hecho de que sus respuestas estén en contradicción con los fines que persiguen (más prosperidad, mejor educación, menores precios etc.) no significa que esas respuestas no sean significativas, sino que están equivocadas (con respecto a la relación entre los fines que valoran y los medios que defienden para conseguirlos). Recalco que ello no es exclusivo de las mujeres, ni principalmente un problema que tienen las mujeres. Es aplicable a la mayoría de la población, hombres y mujeres, pero es una tendencia UN POCO MAS acentuada en las mujeres.

3.

La cita que extraes es del estudio de Burgoon y Hiscox. El argumento 4 de mi artículo es de Caplan, que trabaja sobre la base de más datos y llega a conclusiones no enteramente coincidentes con las de aquellos. Burgoon y Hiscox, por ejemplo, concluyen que las mujeres tienen posicionamientos más estatistas porque históricamente han estudiado menos carreras de economía o relacionadas. Pero según Caplan los datos no corroboran esa tesis y propone otra hipótesis:

In place of Burgoon and Hiscox's hypothesis, I propose a simple alternative: The gender gap of economics grows with education because men are more interested in economics. They are therefore more likely to take advantage of their formal and informal opportunities to learn economics, leading the gender gap to grow with education. Even though few men actually major in economics, men are more likely to belong to social networks where knowledge of economics is relatively abundant. As a result, even a small initial difference in interests can lead to a large difference in knowledge.

Las diferencias entre hombres y mujeres aparecen tan pronto como empiezan a educarse, y crecen conforme pasan más tiempo educándose. Tienes dos opciones: o desmentir esos datos mostrándome otros estudios que revelen que las mujeres no sostienen posicionamientos más estatistas que los hombres, o propones una hipótesis alternativa a la de Caplan.

4.

Respecto al interés por la economía, ¿alguien no sabe quiénes compran en la mayoría de los países?¿quienes gestionan los hogares?¿quiénes despliegan todo tipo de soluciones imaginativas para llegar a fin de mes mientras él echa la quiniela?
El hombre piensa en economía, la mujer la practica... en la medida que le dejan.


En el artículo estoy empleando un significado concreto de economía (economía como ciencia teórica, sobre las relaciones causales entre fines y medios e implicaciones de la acción humana etc). Tú ahora hablas de las economía que practican las mujeres. Los estudios sobre los conocimientos y los intereses de las mujeres con respecto a la economía emplean la primera acepción, no la segunda. Puedes decir que la relevante es la segunda y no la primera, pero no oscurezcamos el debate atribuyendo significados distintos a las mismas palabras. (Sobre la relevancia del primer significado, el punto 6).

Otra cosa es que el hecho de no llegar a puestos de responsabilidad en bancos, empresas o gobiernos nos haya llevado a ser expertas gestoras de la economía del hogar y no de las economías de mayor envergadura, no por falta de interés sino por imposibilidad de acceso. ¿Qué sentido tendría estar interesada por un problema en el que nunca nos van a dejar meter las narices?

Es decir, NO están interesadas por ese problema (por la economía), porque históricamente no ha sido un rol femenino gestionar la economía de un país o analizarla etc. A eso me refiero cuando hablo de “los patrones históricos de socialización” en mi artículo, y a eso se refiere Caplan (más extensamente) en el suyo. Consulta la página 18.

5.

Tenemos tendencia a asegurar más, a elegir al varón adecuado, a preocuparnos por la supervivencia de la prole, y eso nos hace protectoras y prácticas. ¿Está reñido con el liberalismo? ¿Desde cuando? ¿La tendencia a proteger es necesariamente coactiva o se refiere a protección estatal?¿Implica que no somos capaces de desarrollar una labor intelectual?

El argumento no es que eso está reñido con el liberalismo ni que es necesariamente coactiva, nadie ha dicho eso (aunque supongo que tampoco me lo estás imputando). El argumento es que esa diferencia con respecto a los hombres puede explicar la brecha ideológica (es decir, que un % mayor de mujeres que de hombres quieren un Estado más “protector” porque son más protectoras. No es una relación necesaria ni irreversible, solo una tendencia contingente). De todos modos ya he dicho que me convence más la tesis de Caplan, y que este argumento en todo caso explica el menor interés de las mujeres en economía.

6.

Para mí un liberal vive el liberalismo, no dice una cosa y predica otra. Bien, hay un límite legal, si no pago impuestos me meten en la cárcel, pero conozco liberales radicales con alma de free rider (no hablo de dar clases en una universidad pública, eso me parece una tontería) o que actúan como un estado intervencionista en su entorno.

Liberal en mi diccionario es el que defiende explícitamente el principio de no-agresión, el mercado, las relaciones voluntarias, no el que UNICAMENTE los practica. Quizás no basta con sostener ese principio, también hay que ser mínimamente coherente con él. Pero me parece una condición necesaria creer en ese principio (o en una versión más laxa del mismo) para considerar a alguien liberal.

Cuando pregunto “por qué no hay mujeres liberales” me refiero a “liberales” en ese sentido, en el sentido de apoyar explícitamente, ideológicamente, el mercado en contra de la intervención estatal. Las mujeres apoyan posiciones más intervencionistas que los hombres (hagan lo que hagan en su vida privada) y me parece interesante, o cómo mínimo curioso, investigar el por qué de esta diferencia. Eso es lo que me propongo en el artículo.

¿Significa eso que es más importante ser explícitamente liberal, o liberal en ideas, que actuar conforme al principio de no-agresión? No, en absoluto. Simplemente se trata de una cuestión distinta, y yo solo exploro la primera. Pero, ¿por qué es relevante la primera definición? ¿Por qué es relevante distinguir entre liberales en ideas y personas que actúan sin agredir a los demás? Pues por lo que apuntaba en el punto 2, porque mucha gente actúa como un liberal o ansía lo mismo que un liberal, pero ideológicamente tiene posicionamientos anti-liberales (porque desconoce la correcta relación causal entre fines y medios). Y el hecho de que esta gente sostenga esos posicionamientos aunque se rija en su vida por los principios contrarios no es inocuo en absoluto, pues en una democracia ese sesgo estatista influye en las decisiones políticas. Ahí está el libro de Caplan para profundizar en la cuestión.

Gracias por la reflexión, María

Un abrazo,

Albert Esplugas said...

Permíteme aclarar un último punto, no quiero que haya malentendidos.

La razón o una de las razones por las que no hay más liberales o gente que apoya más posiciones liberales es que, según tú, no sabemos venderlo. Puede que tengas razón, o parte de razón, pero no quiero entrar en el tema (que tengo que dedicarle también un poco de tiempo a mi novia!). La cuestión es que ese “mal marketing” lo sufren tanto los hombres como las mujeres, en mi opinión, y eso no explica que haya esa brecha. Y tampoco explica que la brecha sea creciente conforme el nivel educativo aumenta.

Puedes proponer la hipótesis de que el “mal marketing” afecta más a las mujeres que a los hombres, porque es un marketing más masculino etc. Pero eso no explica que la brecha crezca con la educación (a no ser que el “mal marketing” afecte todavía más a las mujeres más educadas!). En conjunto me sigue gustando más la hipótesis de Caplan (con la que creo que no estás del todo en desacuerdo, ya que tú misma has apuntado a la psicología evolucionista para explicar por qué las mujeres no están tan interesadas en la economía).

Un saludo

Anonymous said...

"De todas formas entiendo la idea: te refieres a que florezcan genios liberales que sean mujeres."

Más bien a qué tiene que pasar para que florezcan mujeres sin que tengan que ser genios.

Anonymous said...

Soy mujer, y especulo que también podría ser que las mujeres con más educación se dan cuenta de que, si se organizan bien y se hacen las víctimas lo suficiente, pueden sacar más tajada del "estado de bienestar" que de un sistema más individualista. Aunque esto no nos deje tan bien desde el punto de vista de la ética. Cada uno(a) se busca la vida como puede ...

Anonymous said...

"Pero intelectual no es sinónimo de enrevesado. Más bien al contrario, es mucho más meritorio poner las ideas complejas a pie de calle y hacerlas accesibles al público general que enzarzarse en debates peregrinos sobre el sexo de los ángeles."

¡Ah! por eso son tan importantes gente como Carlos R. Braun, Federico J. Losantos o incluso Enrique de Diego, porque hacen llegar la idea liberal al gran público. Hacen falta más, muchos más como ellos.

Iracundo said...

Desde luego hace falta gente que cuando le pregunten por Darfur no esgrima una mueca de indiferencia para pasar a hablar de hippismo o que cuando le hablen de canibalismo voluntario reclame la actuación de las instituciones sanitarias...

¡Qué lejos están de dar eso los "puros purísimos" como la señorita Blanco! Eso no les impide, al parecer, el que en su desvergüenza levanten la bandera de una pedagogía liberal. ¿Lucha de clases?

Salud y libre comercio

Carlos López Díaz said...

A mí me preocupa que el liberalismo no esté más divulgado, independientemente del sexo, pero quizás sea cierto que ambas cuestiones tengan relación, y que si hubiera más intelectuales liberales mujeres, sus ideas tendrían más éxito en la sociedad en general. Las mujeres saben comunicar mejor. De hecho, mi experiencia personal es que las mejores profesoras de matemáticas que he tenido fueron mujeres, aunque reconozco que eso es muy subjetivo.

Anonymous said...

Para mi la respuesta está clara, y seguramente es facil hacer una comprobación empírica:

Las mujeres, en cualkquier encuesta tienden a agruparse hacia el centro de la distribución.

No hay apenas mujeres en grupos nazis, en el liberalismo ni en las formas marginales de izquierda.

Si la opnión "estar a favor del libre comercio" representa menos de un 15% de la muestra, apuesta que de ese 15%, el 80% son hombres.

Diré mas, en (casi) toda opinión que sostenga una minoría pequeña de la población, esa minoría sera abrumadoramente masculina.

Kantor

Anonymous said...

Mi explicación para el conformismo femenino es sencila:

1) Las mujeres son más inteligrentes (en media, con menor varianza) y más estables, y por tanto suelen evitar ciertos errores groseros: son más conservadoras y sus ideas, correctas o no, suelen ser las mas socialmente constructivas (creer en la religion traidcional es falso y socialmente constructivo.

Un debate sobre prosttución infantil o canibalismo genera un rechazo definitivo por parte del 95% de las mujeres.

2) Las mujeres son mas socialmente confomrmistas, y la presion de los grupos femeninos hacia la coformidad social es mucho mas dura. La tolerancia a la disidencia es muy poco femenina.

Kantor

Stewie Griffin said...

coincido con Kantor en que ellas son más conservadoras y tienden más al centro que nosotros. Me alegra que exista ese 5% formado por mujeres como la propietaria de este blog.

Albert Esplugas said...

Kantor, la incluiría como hipótesis plausible, pero no explica por qué la brecha se ensancha conforme aumenta el nivel educativo. Consulta el trabajo de Caplan y este gráfico.

Un saludo

anghara said...

A ver qué opináis sobre esto:

http://www.ileperu.org/contenido/Articulos/capitalismo_amansueti.htm

Por incordiar.

anghara said...

Uy, perdón, que salió mal el enlace

http://www.ileperu.org/contenido/Articulos/capitalismo_amansueti.htm

Anonymous said...

Vaya, sin leerlo: porque son fundamentalmente razonables. Tienen en su cuerpo la responsabilidad (y la obligación material) de crear la siguiente generación, un proyecto para el que hacen falta actualmente 25 años, lo que no anima a meterse en experimentos gaseosos.

amdg

Fonseca said...

Hola a todos.


"No hay apenas mujeres en grupos nazis, en el liberalismo ni en las formas marginales de izquierda".

¿No hay mujeres en grupos nazis? ¿Y que hay de la sección femenina de la falange, que era uno de sus brazos más importantes? Y no hablemos de las chicas de extrema izquierda y kale borroka, que son incluso más combativas que los chicos... Vale que las mujeres ultracomunistas y similares parecen hombres a primera vista ¡Pero no lo son!


Quizás lo que si exista sean unas convenciones sociales que dicen que las chicas son tranquilas, sensibles y las gusta el color rosa pero en el fondo pueden ser tan violentas, radicales y pasionales como un hombre.

Y estoy seguro de que hay muchas mujeres ancap que no saben que lo son.



Fonseca

Carlos Suchowolski said...

¿No es un tanto vana esta polémica? Hombre y mujeres son "grupos" definidos desde la más temprana edad en los colegios, etc. a causa de la necesidad de identificación del ser humano. Más allá de que se pueda hacer una lista de características diferenciadoras (siempre es posible y eso permite definir un grupo como distinto del otro) lo cierto es que pueden hacerse grupos de ambos géneros con una lista común en contra de otros similares pero opuestos en relación a esa lista (intelectuales, élites, movimientos ideológicos, religiosos, etc., o simplemente los universitarios vs los no universitarios, etc. de nuevo)
¿Sirve eso de algo? Sin duda para algo sirve la pertenencia al grupo. Pues sería interesante buscar qué hay detrás de cada demarcación que se hace, a quiénes sirve, qué se pretende en términos de cuota de poder, etc.
Hoy, creo, hablar en términos de mujer-hombre me parece hacerle el juego un tanto obsoleto a quienes necesitan que ciertos grupos estén divididos como sea.
Lo dejo ahí como sugerencia.
En cuanto a la etiqueta liberal... creo que es un dogma muy indefinido y a la vez simplemente en boga. La etiqueta simplemente pretende identificar a los no socialistas y estatalistas, pero creo que se queda corta (a mí no me abarca, lo cual no es sino un ejemplo nimio que no hay por qué subsanar, claro) y que nunca podrá por ello ser un movimiento salvo que se dejen engañar por los políticos que podrían aglutinarlos (y que nunca, NUNCA, dejarán de usar el ESTADO y sus INTERVENCIONES, etc. etc. etc.)
Espero que no reaccione nadie con las víceras y me condene a la hoguera junto con Galileo.
Insisto con él: et pur si muove.

Anonymous said...

Hola, María:
"otras muchas se van pensando qué absurdo, qué gente tan desocupada y qué estéril ese grupo que no llega a HACER nada, ni a sacar conclusiones que se puedan llevar a la práctica."
Esto me retrata de manera total y absoluta. La teoría está muy bien, pero, cuando se ven injusticias flagrantes que no se solucionan, las teorías, para mí, no son más que una pantalla donde la gente se esconde para no actuar. Porque en la teoría, si nos equivocamos, no hay consecuencias malas -pero tampoco buenas-. Pero amigo, si nos equivocamos en la práctica, las consecuencias pueden ser desastrosas, pero también se pueden SOLUCIONAR los problemas. La máxima "obras son amores y no buenas razones" es algo también a tener en cuenta...
Sí, ya sé que esto me convierte en una no-intelectual, pero a mí las etiquetas siempre me han dado igual.

En cuanto a no hablar de Darfur, tengo un montón de amigOs que si les hablo de Darfur, me preguntan que "en qué equipo de fútbol juega" y son personas con carrera universitaria y puestos de trabajo relevante. Así que eso no es una cuestión de sexo, es una cuestión de que te interese algo más que tu propio ombligo y estar dispuesto a que ese conocimiento haga que te impliques en algo más que el Canal + y la Sexta en determinadas horas.

Mary White said...

No sécómo hacer para contestar todo.De hecho, creo que no lo haré y lo más sesudo lo dearé para una segunda parte.
Albert, tu réplica en tres folios ratifica mi idea de que falta marketing.
Mi conclusión es que esa no es la pregunta (lo del anónimo 1) relevante.
Lady V., lo de Darfur es una de esas tonterías que mi troll particular me dice aqui en mi casa :)

Fonseca, sí debe haber mujeres violentas, radicales y de extrema izquierda o derecha... Las carlistas que yo conocí eran más florero que las kale-borrokas... depende de lo que te dejen hacer. Pero supongo que depende. Supongo que en eso también habrá diferencia y división del trabajo. Como es natural.