5 May 2009

Liberalismo sentimental, correcciones y respuestas


Toni Mascaró, al hilo del post anterior me dice:

Un detallito... "to live for the sake of another man" podría traducirse mejor como "vivir para otro hombre" o "vivir para el beneficio de otro hombre", es decir, que el otro hombre sea tu razón de vivir. Rand no critica aquí que uno parasite a otro sino que uno se deje parasitar por otro. "La sanción de la victima", que decía ella. Precisamente, el meollo del sentimentalismo de plástico que siempre intentan colarnos: la aceptación de deudas ajenas y culpas inmerecidas.

Me alegra que me comente eso en concreto. Tiene toda la razón.

La expresión "for the sake of" es mucho más ambigua y amplia que nuestro "vivir a costa de". Y es verdad que la idea de Rand (que es precisamente lo que me gusta de ella) se sitúa en la perspectiva de la víctima victimizada... el receptor de vampiros.
Las mujeres de este país, en general, somos muy dadas a dejarnos martirizar en ese sentido y después nos quejamos de situaciones que nosotras mismas dejamos que se nos vayan de las manos. No sabemos decir que no, y nos dejamos vampirizar con gusto porque nos hace sentir mejores personas. Un error brutal que se paga antes o después.

Le he dado la vuelta a la perspectiva y he cambiado el eje de la cámara (en términos de cine) porque una sí es capaz de enseñarle a sus vástagos
"Hija, hijo, hay que esforzarse por los demás, vivir para el otro, dar tu vida por el prójimo".
Y en ese sentido es facilísimo justificar que haya una instancia "superior" que canalice la entrega.
Pero ¿quién le enseñaría a sus retoños
"Hija, hijo, lo mejor es que te hagas la tonta (o el tonto) y vivas por la cara, a costa de ese pobre imbécil que trabaja más de lo necesario por simple sentido de culpa mal entendida"?

Es más difícil justificar esta enseñanza que la anterior. Y es ahí donde creo que hay que hacer hincapié. Mire usted al necesitado, pero no como un ser incapaz de pensar, sino como alguien que busca desarrollarse por sí mismo, y en vez de comprar su agradecimiento, haga el favor, desde su puesto de repartidor de dádivas, de crear las condiciones que le permitan llevar su vida con autonomía, no le haga dependiente de su caridad y sus sentimientos para siempre.


Bastiat, por su parte, me pide que amplíe la idea de que los liberales estamos subidos a la nube de las ideas y por eso nos ganan la partida sentimentaloide.
Soy una firme convencida de que el liberalismo es la mejor ideología para tener éxito económico, pero también creo que es la que fomenta una sociedad más justa, más humana y más ética, habida cuenta de cómo es el ser humano. Lo creo de verdad.
Esta es la razón de que me pirren las neurociencias y la psicología evolucionista y también la Escuela Austriaca de Economía, y todas las teorías de la decisión económica que me encuentro.

El tema es que a la hora de exponer las ideas liberales o bien nos centramos en su eficiencia económica, o bien, por honestidad científica, tratamos de separar los argumentos teóricos de temas como los sentimientos. Pero es que yo creo que hay que enfangarse ahí, hay que denunciar que quienes hablan de sentimientos no saben cómo funcionan precisamente los sentimientos, y que sus argumentos son tan simplones como defender que el órgano del corazón rige los afectos. Así de cutre.

Si analizamos cómo ha surgido el sentimiento de altruismo, el sentido que tienen las normas morales en la evolución, nos daremos cuenta de que todos somos altruistas y egoistas dependiendo del entorno en el que nos movamos, y que las reglas del juego deben servir para que no terminemos autodestruyéndonos. Y no para imponer moralinas.

Pero por la razón que sea, cuando hablamos del tema (que no son muchas veces) somos muy ineficientes, poco claros, y yo creo que hay que hablar a otro nivel, para que te entienda todo el mundo, en especial la gente menos formada. La discusión de salón me encanta, se me da bien, y creo que ahí ganamos la batalla... pero hay que ser consecuentes, y tirarse a los ruedos que nos han quitado, empezando por este y continuando por las palabras robadas que hay que recuperar. Como la palabra libertad.

15 comments:

Carlos Suchowolski said...

Hum... "hablar a otro nivel", el de "la gente menos formada": ¿es posible?, ¿con qué fin? En las respuestas creo que están todos los enigmas a resolver, todo por lo que interesaría interrogarse...
Un saludo de caballito de Troya (je...), que sé que no confundirás con otro tipo de bichos (o me abstendría).

Clandestino said...

Mary

No veo al liberalismo en el cesto de las ideologías. No es la primera vez que lo digo, pero no veo al liberal como idealista sino como entidad definida e invariable. El liberal no puede idealizar un proyecto para sobrevivir y convivir porque solo sabe sobrevivir y convivir. Afronta la vida de forma realista, alejado de la especualción, el embaucamiento y la fantasia del idealista. Cualquier ideología lastra al liberal.

La implantación ideológica como forma de regirse, siempre ha de ser a costa de sacrificar la justicia, en tanto que necesita romper la lógica que consolida la convivencia, haciendo leyes de las ideas, para mangonear el derecho, en lugar de, para instrumentalizar a la justicia que lo ampara.

En un estado de derecho, que consigue llevar la justicia social a todos sus habitantes, consigue una nación o comunidad de ciudadanos ¿Qué pinta políticamente, el comunismo o el socialismo, o la derecha, o los verdes, o conservadores...? Nadie puede mejorar unas condiciones de vida de todo un conjunto nacional o comunitario, fuera del estado de derecho. Pero el de verdad, el liberal. El de los ciudadanos. No el de los borregos y los lobos promovido por los ideólogos, consolidándose como imprescindibles en una mediación incondicional que los revitaliza muy por encima de sus patronos, los ciudadanos.

En un estado de derecho, la política debe pasar desapercibida en la vida ciudadana, sin una incidencia mayor que la de un presidente de comunidad sobre sus vecinos, salvo la excepción de Exteriores, cuyo ministerio gestiona y representa nuestros intereses ante otros estados.

El gobierno solo asume la responsabilidad sobre trabajos mecánicos para que al ciudadano no les falten aquellos servicios comunes que no pueden autoabastecerse individualmente, como carreteras, ferrocarriles, embalses, seguridad, defensa, relaciones exteriores, etc. Punto.

La justicia que haga su trabajo y el legislativo el suyo controlados y vigilados en su independencia, eficacia y legitimación de los actos de las tres gestiones del estado, por un jefe de estado y una oposición.

El voto solo legitima para servir al ciudadano, todas las demás atribuciones son bastardas o delictivas.

William said...

Parece que no salgo de la racha de disentimientos.

El planteamiento de la entrada tiene una parte incontestable -la principal-, pero cuenta con otra, entreverada, más sobreentendida que declarada, sombría.

Utilizo el adjetivo "sombría" intencionadamente, toda vez que junto a lo incontrovertible -casi axiomático- del texto, se filtra en él una casi imperceptible umbría afectiva.

Ruego disculpas a la autora si me entrometo indebidamente, pero la entrada desliza un llamativo desencanto del mundo afectivo.

El liberalismo anida en la inteligencia emocional -intimamente ligada al universo afectivo personal-, y -en este sentido- no comparto el desencanto que -a mi entender- rezuma la entrada.

El lirismo adolescente es a menudo poco más que vana ilusión; pero el liberalismo sentimental adulto no puede germinar en el jardín del desencanto, -a mi entender- acusado desencanto.

Clandestino said...

William

Mary nos va a echar del blog, con tanto 'disentirla'. Cualquier día nos encontramos baneados.

Donde quiera que haya necesitados, hay alguien 'vendiendo dádivas'. Estos altruistas necesitan al necesitado tanto como al aire del que respiran. Ya hemos tratado el asunto de que la injusticia proporciona la miseria que consolida a los que la generan.

Dificilmente tirarán piedras a sus tejados, dando la caña en lugar de alguna raspa de la pesca, a raspa el voto.

bastiat said...

Mary Godiva… “el Estado es esa gran ficción por la que todo el mundo pretende vivir de los demás”

A mi me parece que es una frase llena de matices. Por un lado recoge una verdad incuestionable… el Estado no existe… existe los que se sirven de él. Por otro lado hay otra gran verdad, la gente pretende servirse de él para lograr su propio beneficio… aunque para ello tengan innumerables perjuicios y la realidad es que la inmensa mayoría esos beneficios no los disfrutan todos ni en el mismo grado y lo más probable ni tan siquiera llegan a tener oportunidad.

Pero la realidad es que la gente quiere que exista ese Estado.

El liberalismo, como Bastiat defendía con hechos, no es economía de altos vuelos, no es grandes teorías sociales. El liberalismo está arraigado en el hombre que fabrica toneles, que compra velas, que importa hachas, que paga impuestos para cosas que siempre verá innecesarias y que ve como muchos viven a costa de lo que él paga y que, de una manera u otra trata de evadir el pago de dichos impuestos. No hace falta más que ir un día a un pueblo, vivir la cotidianeidad, hablar con unos y con otros para comprender cómo esa gran idea del Estado que todos quieren está lastrada por ese Estado del que unos se aprovechan y pagamos todos.

Y eso es un sentimiento.

Por eso hay que hablar de lo que no es el Estado, no de negar el Estado. Los Ancap… por cierto, no me han conseguido convencer de que pueden generar una sociedad sin Estado… entendiendo, claro está, que Estado no es necesariamente un estado socialdemócrata sino una organización determinada adoptada por el grupo y dotada de mecanismos para garantizar el orden y la ley.

Por tanto entendamos el Estado como el reflejo de lo que una sociedad quiere. Si entendemos eso entendemos que esa sociedad tiene en su estructura la representación política de dichos deseos. ¿Existe el deseo liberal? Por supuesto, pero por supuesto igualmente que existe el deseo socialista, el aprovecharse de los demás. Bastiat entendió eso.

Cuando D. Pedro Schwartz me firmó su libro le comenté que era seguidor de Frédéric. Así me lo firmó. Al tiempo me comentó que no era un economista que haya seguido porque su labor no fue muy brillante… NO. Su formación era economista, si, pero ello le llevó comprender que la economía sin el apego a la realidad no servía de nada al ideario liberal. Y eso le diferenció de los teóricos…se dedicó a la lucha política y divulgativa con notable éxito para, si se me permite decirlo, vergüenza de eruditos e ilustrados.

Y simplemente lo único que hacía es hablar de sentimientos. Esto se manifiesta en el trasfondo de sus sofismas y ese trasfondo es la injusticia que significaba actuar a favor de unos cuando se perjudicaba a los otros. Y eso es un sentimiento. Es un sentimiento de injusticia. ¿Desde cuando es un derecho vivir a costa de los demás? Ese es el trasfondo, ese es el sentimiento. Qué derecho tiene el fabricante de hachas de impedir que una persona compre otras más buenas y/o mas baratas. Qué derecho tiene el fabricante de velas a vivir a costa de los ciudadanos para que le paguen subsidios. Qué derecho tienen los cristaleros a que les promuevan sus negocios a costa de apedrear escaparates… Qué derecho tiene nadie a vivir a costa de los demás.

Ese es uno de los sentimientos liberales mas arraigados en la sociedad. Si cuando se enfrenta a cada ciudadano a esa disyuntiva se encuentra uno con que agacha la cabeza ya se ha ganado algo. Y si te contestan que si, que todos tenemos eso que se supone un derecho… ¿no lo hacen otros?…,sentimiento de envidia, hagámoselo saber.

El liberalismo no es una doctrina económica, es una doctrina moral, es un ideario moral en el que el respeto al otro es el aspecto fundamental. El respeto al otro es el sentimiento que todos y cada uno tenemos hacia nosotros mismos porque en el fondo todos queremos ser tratados con respeto.

Es decir, hagamos ver que el Estado, convertido en maquinaria para aprovecharse de los demás… es una ficción. Y simplemente desaparece.

Clandestino said...

Mary

Nos estás abrumando y nos va a dar el estress o un 'zerengue'.

Enseñanza educativo-carroza, parasitología, liberales, libertad, sentimientos, altruismo, economía, indigencia, Bastiat... todo junto.

Y de postre economía de la Escuela Austriaca. Las neurociencias y la psicología evolutiva me lo salto para no liarme.

Vamos aver.

- Los sentimientos son parte del mundo animal, tanto racional como el considerado irracional. Nos pueden fortalecer, debilitar o traicionar. Pueden poner a prueba o reforzar la entereza de las personas, llegando a convertirnos en héroes o minar la voluntad y doblegar el carácter cuando son muy fuertes. Son de gran ayuda como indicador de nuestros valores o para invocar el de otros, pero muy peligrosos cuando nos superan.

Un liberal es alguien que exhala libertad y empuje. Con conciencia de sus derechos y deberes, porque los gana y los paga. Porque cumple con los requisitos, que lo acredita como su dueño. Alguien curtido en el arte de sobrevivir por sus medios, a pesar del estado.

- Las madres suelen tener miedo por la incertidumbre del futuro de sus hijos. Creen protegerlos aprtándolos de la precariedad y del riesgo, creyendo que existen refugios, en el camino de la vida.

Pero no hay huida posible. La vida nos pone palos en las ruedas, por cualquier camino que andemos y tendremos que urdir proyectos y artilugios para desembarazarnos de ellos, con mejor o peor fortuna, según nuestra aptitud, formación, audacia o locura. Nadie fracasa mientras lucha, aunque no tenga donde caer muerto.

- Libertad. Tras el de la vida, es el derecho estrella. Tanto es así que incluso la fabricamos en el consciente cuando nos la roban físicamente.

Fue muy bien explicado en la Pompeu. "Libertad es ser propietario de tí mismo". María Blanco.

Saludos

William said...

Clandestino:

Tienes razón: no es precisamente educado de mi parte frecuentar un blog discrepando en él una vez tras otra como lo vengo haciendo yo. Evitaré que la dueña lleve a cabo lo que atinadamente apuntas, absteniéndome de reincidir cuanto menos a lo largo de una semana. "Errare humánum est, diabólicum perseverare".

Algo tiene la primavera que exacerba los planteamientos. Los míos, cuanto menos.

Saludos.

Mary White said...

Primero, no sé si lo he dicho alguna vez... me encanta discrepar, que discrepen, que me corrijan, y charlar. Así que simplemente os agradezco que entréis en el blog, comentéis, estás en casa y aunque a veces no pueda responder, me hacéis pensar y me planteo lo que decís.

Dicho lo cual....

CLANDESTINO: yo tampoco veo el liberalismo en el cesto de las ideologías, pero mucha gente sí, y definen cierto liberalismo como una ideología. Para mí, es mi manera de ser. Escucha lo que digo de la Escuela de Salamanca: para ellos no es un problema de eficiencia, es una manera de ver la vida, integral.

Las neurociencias y la psicología evolucionista explican muy bien qué son los sentimientos, que sentido tienen los valores morales, y cómo ante un problema se llega a una solución liberal o a una solución planificada porque ambas pautas fueron exitosas en algún momento.
Pero si miramos los incentivos y las expectativas que crea una opción y la otra nos daremos cuenta de que una enseña a parasitar e implica la destrucción de la sociedad (o su esclavización) y la otra ofrece muchas más posibles soluciones a los problemas y sin esclavizar a nadie.

Bastiat, comparto plenamente tu punto de vista. Pero... ¿por qué la gente quiere que exista el Estado? ¿saben si hay alternativa? ¿cualquier Estado? ¿pueden/quieren recuperar parcelas de autonomía? ahí está la cosa...

WILLIAM, por favor, estoy encantada de que discrepes, no dejes de hacerlo cada vez que surja :))
Discrepo de tu percepción, pero es posible que haya transmitido algo sin pretenderlo.
No estoy desencantada del mundo afectivo, estoy desencantada de quienes pretenden que el liberalismo se constriñe a la racionalidad más pura y que de ahí no les mueve nadie, porque llegaron al liberalismo "leyendo". Eso es lo que me deja a cuadros. Y en especial porque deja fuera a quienes no han leído tanto y seguramente son liberales sin saberlo!
Esto va también para CARLOS. Claro que se puede hablar a otro nivel, pero es más esforzado que hablar citando a Kant NADA MÁS... explicar la ley de la gravedad a un chaval de 16 años con cierta formación en física teórica no es nada comparado con lo que le respondes a una niña de 5 años que te pregunta por qué no se caen las estrellas del cielo, y te niegas a mentirle. Pues se puede... pero hay que pensar, repensar, ir a la raíz, creérselo de verdad... como la ley de la gravedad... yyyyyyy.... no todooooos....

bastiat said...

¿Por qué la gente quiere que exista el Estado? ¿Saben si hay alternativa? ¿Cualquier Estado? ¿Pueden/quieren recuperar parcelas de autonomía? ahí está la cosa...No, recuerda que te pedí que ampliaras eso del porqué los liberales estamos subidos en la nube de las ideas. La primera nube es no entender la esencia de lo que es el Estado.

Nos empeñamos en ver al Estado como un ente negativo en todos sus términos y no como el resultado de plasmar en instituciones aquello que un determinado grupo humano cree entender como fundamental para garantizar su propia existencia. Las leyes, los jueces, las normas morales, la tradición tiene que plasmarse en instituciones. Estas instituciones tienen que organizarse entre ellas e internamente. Esas instituciones están formadas por hombres, individuos que dotan a las mismas de realidad, realidad que es el resultado de la propia expresión de dicha sociedad porque de dicha sociedad surgen, a dicha sociedad sirven.

Claro, dicho esto así, simplemente parece que ignoro que hay muchas formas de Estado que si son eminentemente tiránicas. Otras que no lo eran en un principio pero que al final hubo que derrotarlas por rebelión de los ciudadanos, del grupo humano. Otras que pese a no ser lo decentes que quisiéramos muchos son toleradas porque o bien garantizan estabilidad o bien son expresión de un sentimiento profundo de dicha sociedad que puede ser religioso o nacionalista. Pero lo que es común denominador en todo ello es la presencia de instituciones que garantizan un orden.

Aquí me viene bien eso de que la anarquía es el orden perfecto porque no es impuesto por nadie… Bien, de acuerdo, pero no deja de ser un orden. Pero además es un órden que está establecido en un territorio determinado. Otra característica de realidad incuestionable, un territorio dónde uno puede ser libre y nadie puede obligarte a nada que no quieras hacer libremente y que el único límite, porque ese es el orden elegido por todos, expresión de esa sociedad, es no iniciar la agresión. Pero ese orden tiene normas. Si tu inflinges una norma la sociedad tiene derecho a defenderse de dicha acción. Eso, aunque no case con la definición totalitaria del Estado que usan para demonizarlo, ES Estado. Casa en la definición que antes te he dado.

¿Los ciudadanos conocen ésta alternativa? Se le está enseñando, pero dudan de su propia aplicabilidad, es demasiado avanzada en comparación con lo que hay. La pregunta es ¿hay pasos intermedios? Si no se los ofrecemos, si no se le da la oportunidad de optar por ellos… mucha idea, pero poca chicha. Y es que aceptar la existencia de otros “Estados”, de otras expresiones de la sociedad requiere no sólo divulgación sino acción, si, acción política. Todo aquello que no es censurado por la sociedad, que no es sometido al escrutinio de las elecciones sólo es humo. Y sólo las elecciones es el método aceptable para imponer la libertad, sobre todo cuando, como reza la definición anarquista, si nadie lo impone es porque surge de la propia sociedad.

La cuestión es si no se puede imponer, ¿hemos de esperar a que surja?

Clandestino said...

Gracias Mary.

Sobre el tema que plantea Bastiat, siempre he considerado que el estado es imprescindible, por que es imprescindible una administración de justicia, y un legislativo que diseñe la ley ajustada a derecho, que la instrumentalice debidamente, y un ejecutivo que coordine y haga un seguimiento del suministro y mantenimientos de todos los servicios, infraestructuras, equipamientos e inmuebles y otros patrimoniales nacionales, etc., etc.

La existencia del estado no es discutible. Más que necesario, es imprescindible. Lo que no debe ser el estado, en ninguna de sus tres administraciones independientes, es un poder. El único poder siempre debe residir en la soberanía nacional. Para que esto sea así en la práctica, es necesario que la Justicia priorice la erradicación del crimen del o desde el estado.

Clandestino said...

Carlos Suchowolski

¿Crees que una persona menos formada es menos inteligente? ¿Crees que la racionalidad o las grandes ideas son patrimonio exclusivo de las élites cadémicas?

Veamos. No tengo formación académica. Entonces mi opinión vindicativa no merece orejas sobre la que proyectarse. Acato lo que me vuelquen licenciados, diplomados o titulados, desde su perspectiva y nivel de élite, en la consideración de que toda existencia de él hacia abajo, es vida de vertedero y por tanto dependiente, a tal guisa que cuando sus elaboradas conclusiones tejidas en exquisito lenguaje culto, me caen encima, tras la correspondiente m/s2, me quedo sin solución, sin entender nada y con la sesera totalmente trepanada.

¿Debo entender que mi derecho y mi futuro debo delegarlo en gente que desprecia mi ignorancia, ignora mi razón y ningunea mi cociente?

Carlos Suchowolski said...

Clandestino (te contesto aquí con el permiso que nos da siempre Mary): ¡en absoluto! y en absoluto considero que las élites tengan no sólo derecho a dirigir a nadie sino a dar por sentado de que sus "descubrimientos" racionales o intuitivos sean "superiores" en sí a nada. Justamente, el "tiro por elevación" que hacía pretendía "señalar" que esa "pretensión" está generalmente (y a veces inconscientemente, como entiendo está en Mary) detrás de la "bajada de nivel" que creen hacer las élites para acercarse a niños ("venid a mí") o "masas" ("votadme", "elegidme", "confiad en mí que yo o nosotros os llevaré/mos al mundo mejor"). Si di a entender otra cosa, espero que esta explicación, que no tiene (ni me interesa) nada de "bajo nivel" pero que creo absolutamente comprensible por todo ser humano, sirva de aclaración.
De todos modos, la cuestión tiene muchos bemoles y no creo que haya dicho en tan poco todo lo que me gustaría (pero sería abusar, y para eso está mi blog que puede o no ser leído).
Un saludo cordial y afectuoso. Y gracias por tomarme en serio, lo que siempre es gratificante (y quizás lo más importante -justo a cuento de lo de la sensibilidad-).
(Vaya, he visto recién el comentario y tal vez lo esté contestando un poco tarde; espero que lo veas, Clandestino).

Clandestino said...

Lo he visto Carlos.

Gracias por contestar. Todos abusamos de la confianza. Mary nos dio la mano y ya vamos por los codos, al menos. Quiza tenga que 'pagar', soportando los ruidos, por haber creado un buen lugar para debatir.

Sobre este asunto, me descolocaron algo tus propias dudas, las que interpreté como dudas sobre la capacidad crítica de personas con dificultad de interpretar ciertos lenguajes, llegando a inhibirse de optar por comunicarse, renunciando a sus vindicaciones. Algo que llevaría sin duda a quedar monopolizada la crítica por esas élites, con el correspondiente riesgo de la formación de 'ghetos' intelectuales, y con el consiguiente sentimiento de exclusión, posiblemente algo resentido y frontalmente opuestos, más que a las ideas o a la información, a aceptarla de los que las exponen y propagan, por considerarlos ajenos o contrarios a su 'clase' y refugiándose en la suspicacia y la desconfianza, como forma de 'protegerse'.

Algo de esto entiendo que puede estar explicando la persistente lealtad de un amplio sector, a la izquierda que los perjudica, pero que presienten una 'afinidad de clase', que observan muy lejana o inexistente en otras formaciones políticas o sociales. Abrazar conscientemente una mentira, por ser de 'los suyos', rechazando la verdad, procedente del 'extraño'.

De ahí que sin ninguna duda me parezca acertadísima y oportuna la propuesta de Mary, para hacer un uso más universal e inteligible del lenguaje, para universalizar el entendimiento que permita el intercambio pleno de ideas y fórmulas, que acerque posturas y determinen la naturalidad de aunar intereses comunes que nos lleven a todos a la igualdad ante la justicia, al margen de la posición cultural o social que ocupe cada cual.

Saludos

Carlos Suchowolski said...

No siendo todo, hemos dejado algo bastante más claro para ambos.
Un saludo y tal vez podamos discutir más ampliamente este tema en mi próximo post que será mucho más político que filosófico, je...).
Un saludo cordial a todos.

LRO said...

Perdone mi lenguaje señora licenciada, por hablar a otro nivel:

Oye piva , kte digo que n e visto cosa mas myfly k esto, mientras veia los dibujos que se lían una cabra y un caballo.
vamos k pensando como se la mete uno piensa.
"¡eso si es amor!"

El sentimiento es la justificación evolutiva de las conductas irracionales y egoístas del ser humano y de algunos animales. Por ejemplo, reproducirse indefinidamente acaparando los recursos del medio.
Y respeto (digo respecto) a esto:
"Hija, hijo, hay que esforzarse por los demás, vivir para el otro, dar tu vida por el prójimo".

Sería mejor:
"Hija evita la confrontación superflua pero lucha por lo que es tuyo"

Y por ultimo (digo último):
Vivir economicamente de otro no significa que se le parasite, de hecho se supone que las cualidades de uno complementan a otro. Por ello, quien lleva el dinero de la pareja o lo que sea puede demandar dosis que no tiene de otra cosa.

Ohh, me olvidaba, todo se puede comprar con dinero, ¿o no?

A por cierto soy un partidario de la libertá (digo libertad).

República, libertad y paz. (myfly)