31 August 2009

El lanzamiento de atributo como deporte olímpico


El atributo en gramática, si no recuerdo mal, es el complemento verbal que expresa una cualidad del sujeto. Lo característico del atributo es que la cualidad que expresa es esencial al sujeto, y se reconoce fácilmente porque suele utilizarse con los verbos SER y ESTAR. Por lo tanto, si digo "María es baja", lo seguirá siendo hasta que cambie su estatura o hasta que se muera, y entonces María dejará de "ser", en general. No se trata de expresar una característica accidental. De ahí que no sea lo mismo decir "María es tonta" que "María está tonta". Si estoy equivocada acepto agradecida las correcciones.

Por eso me impresiona la poca consideración con la lengua, sea por ignorancia, sea por dejadez, sea adrede, para exaltar la opinión pública, de quienes a la mínima te escupen lindezas como fascista, insolidaria, machista, antipatriota y cosas así. Pero hay más. En la siguiente escala están aquellos que endilgan atributos, que en principio no tienen connotaciones negativas, con ánimo de ofender y, al hacerlo, están actuando como verdaderos comisarios políticos con la facultad de condenar al descrédito a quien se sitúe fuera de lo políticamente correcto.

"¡Eres una radical!". Sí. En algunas cuestiones, en especial las que atañen a mis principios soy tajante. Ya sé que es horrible para el común de los mortales, que todas las religiones, las personas, las prácticas, las enseñanzas... son lo mismo, todas buenas, respetables... y que decir que no quieres a ese tipo de personas de vecino implica que alguno se rasgue las vestiduras y te lance un atributo a bocajarro. Mi amigo Paco Capella suele definir radical como "desde la raíz", y se lo toma como un elogio. Lo que dice bastante de lo buena persona que es y lo ingenuas que pueden ser las personas inteligentes. Lo cortés no quita lo valiente. Pero más allá de la mente de Paco, quien te llama radical, y no digamos si en vez de radical te llama "ultra" o "neo" loquesea, intenta desprestigiarte. Yo no soy una persona tibia, así que debo ser radical. Ni neo, ni ultra.

"¡Eres intolerante!". También. No tolero determinadas cosas como la mentira, ni siquiera en su forma "piadosa". Acepto, en determinados casos la omisión, no es necesario decir todo lo que piensas en todos los momentos, en especial si te pueden encarcelar, o si vas a herir a alquien. Y no tolero determinadas personas. No voy a aceptar nunca a un etarra o a un pederasta. No tolero a quienes aceptan el matrimonio con niños, las uniones forzosas, o la agresión sistemática. No tolero que me hagan tragar con ruedas de molino. Como decía la canción de La Mode, yo pago mis impuestos... pero te hago saber, gobernante derrochador, mangante y sinvergüenza, que sé quién eres, lo poco que vales, y con mi mirada quiero que sepas que más te vale recordarme que tienes el monopolio de la fuerza, porque no tienes autoridad moral sobre mí, y no te respeto.

Pero el atributo que más está de moda es "eres insolidario". Si no quieres regalar el dinero de tus impuestos para la libre disposición de los gobernantes, eres insolidario y quieres que los parados se mueran de hambre. Si no te crees que con el protocolo de Kyoto vamos a salvar la tierra de la catástrofe climática, eres insolidario y odias la naturaleza. Si no quieres que se dé un duro al cine español por malo, tendencioso, por estar dominado por mafias (a veces familias de verdad, con la B se me ocurre una...), eres un insolidario y odias la cultura. Y así, hasta la eternidad.
Como si el único camino fuera el suyo, su palabra la única verdad y su neurona la que piensa por todos nosotros.

Pues, a pesar de lo obvio de todo lo que acabo de escribir... mucha gente les cree, y utilizan sus razonamientos para insultarte con los mismos atributos: insolidaria, radical, intolerante... facha... reconozco que cuando llegan ahí, ya me carcajeo.

16 comments:

Anonymous said...

Una cosa es decir "no tolerar" la mentira, cosa, políticamente muy correcta, y otra muy diferente presumir de ello, cuando la realidad es que la practicas a diario (la mentira, por si te has perdido). Puede que no la toleres, no lo dudo, pero vives inmersa en ella constantemente, además de ser aventajada alumna en su práctica (lo siento, la verdad resplandece como la mierda, que siempre sube en cualquier líquido, es cosa de las densidades...)

Mary White said...

Tu cobardía te delata, ¿te echaron de tu pueblo por fin?

Váitovek said...

Mary:
Veo que sigues sin lograr enemigos con casta (el anónimo anterior, por ejemplo)...no desesperes, ten confianza, que ya aparecerán.

En todo lo que dices hay, además, un juego lógico muy divertido y obvio, que esgrimido a tiempo produce un silencio confuso en la troup adversaria de lo más placentero, a saber:
-"Todas las opiniones son respetables".Esta frase se contradice a sí misma, ya que, obviamente, no le parece respetable la tesis según la cual "No todas las opiniones son respetables".

De todas formas, en plan deporte, que lo es y muy divertido,para entrenarse bien en la "guerra de atributos", sugiero una lectura diaria de Quevedo.El Siglo de Oro lo fue también en el insulto, arte que, como todos, conoce ahora sus horas más bajas.

Mary White said...

Tan atinado como siempre Dhavar. Un abrazo :)

Caco said...

Más razón que un santo, Dhavar falta de casta lo que le hace pegar tornillazos con las astas...
Anónimo no es aventajado en nada. Si acaso en gilipollez. Por otro lado me importa un carajo si sus deposiciones flotan o no. El que seguro que no flota es el con un yunque atado a los pies en el fondo del mediterráneo que es donde debería estar.

Clandestino said...

Dhavar

Soy un convencido de que todas las opiniones son respetables. Pero dar rango de 'opinión' a la hez parlante o escribiente, es reconocerle un mínimo cociente y racionalidad, a un ámplio catálogo de productos fecales o derivados.

Aún frente a nuestra opinión todo opinador es respetable en su opinión, no cayendo en el error de considerar tal, al 'esputador'.

Y ya que citas al ingenioso Quevedo, le dedico al anónimo una frase del no menos insigne Don Luis Cernuda Bidón:

"Lo cretino, en ti, no excluye lo ruin. Lo ruin, en tu sino, no excluye lo cretino. Así que eres, en fin, tan cretino como ruin."

Saludos

Anonymous said...

¿Podrías aclararnos a qué se refiere el usuario anónimo al decir que vives inmersa en la mentira y que la practicas a diario? :-?
Muchas gracias

Arsenito Cúprico

Váitovek said...

Clandestino:

"Opino que todos los que midan más de 1,85 cm deberían ser gaseados".

Esto es una opinión, y no es respetable.La lista es infinita. Por otra parte, ¿qué diablos se supone que es respetar una tesis u opinión cualquiera, eso cómo se practica exactamente? Pues muy fácil, mediante el fin del debate, la conversación, el nálisis conjunto de la realidad,la libertad, etc. CAPUT.JAQUE MATE GENERAL.
Las opiniones no son ni respetables ni no respetables.Es más, un buen debate debe incluir la valoración - sí, con adjetivos, que para eso están- de las tesis que se discuten.
Ej: "Esa proposición es una completa majadería, y te voy a mostrar por qué.O bien, "ni siquiera me voy a molestar en refutar semejante sandez."
El actual estado de cosas con respecto a respetar o no respetar opiniones, -aparte la movida de control mental general iniciada por el post marxismo(politically correct) y ahora por el Islam-, está unido al ascenso masivo a la escena de los iletrados, no versados en el arte del debate iniciado por los griegos, continuado por la escolástica, psando por Pascal, Montaigne et allii e incluyendo a los grandes libelistas a lo Swift.Nuestro querido y ya casi difunto Occidente.
Los iletrados se ofenden por todo, y son incapaces de distinguir entre su quisquilloso yo y las tesis que debaten en un momento dado, debido a la inseguridad que les produce la conciencia de su vulgaridad y falta de refinamiento genuino y el exceso de prerrogativas públicas y privadas que se les otorgan.
Por eso me gusta tanto la cabecera del Blog de Pat Condell, y la encuentro tan oportuna:
" Hi, I don´t respect your beliefs and I don´t care if you are offended.Cheers".

Clandestino said...

Arsenito Cúprico

No se si te percatas que con tu pregunta ofendes dando por hecho que existe la causa que justifica la grosería del anónimo, y que la persona ofendida la reconoce.

¿No crees que deberías preguntar al grosero? ¿O eres tú?

Anonymous said...

"¿No crees que deberías preguntar al grosero?"

Está bien:
Estimado Grosero,
¿Podría aclararnos a qué se refiere al decir que nuestra anfitriona Mary White vive inmersa en la mentira y que la practica a diario? :-?
Muchas gracias.

¿O eres tú?

Me confunde, Clandestino. Yo soy Arsenito Cúprico, no el Sr. Grosero. Yo no entiendo absolutamente nada de líquidos ni densidades.

Clandestino said...

Dhavar

Te noto algo tenso ¿Cuanto mides?

Me parece osado y atrevido, calificar como opinión semejante barbaridad. Entiendo como opinión todo razonamiento mínimamente objetivo e inteligente dentro de unos márgenes de sensatez cuya validez se sostiene sobre unos argumentos que la identifique en su propia lógica, incluso admitiendo el poder reconocerla como inválida en su posible concepción errada o subjetiva, cuya respetabilidad es la que la convierte en respetable, aunque no sea desarrollada o expresada de forma culta o versada.

El anónimo no ha opinado, sino que ha vertido acusaciones de forma totalmente irrespetuosa y ruín, que aún en el hipotético caso que conozca personalmente a Mary, muestra su condición de piltrafa eludiendo cobardemente una aclaración -de lo que pudiera ser un error, o en cualquier caso asunto privado o personal- 'tet a tet', amparándose en el anonimato con el que evidencia su condición de rastrero y abyecto.

Defiendo a capa y espada la libertad de expresión y opinión como un derecho fundamental, pero no podemos dar coartada ni legitimar la expresión del fanatismo, envilecimiento o degeneración, aceptándola bajo formato de opinión. Una cosa es opinar y otra bien diferente es acusar, calumniar o mentir. Distinguirlas y darles sus respectivos y merecidos tratamientos, es fundamental para no obstruir un derecho confundiéndolo con un delito o una bajeza. Incluyendo como muy bien recuerdas, adjetivar, que no insultar, al 'mierdecilla' de turno.

"Opino que todos los que midan más de 1,85 cm deberían ser gaseados", ni podemos aceptarlo como opinión, ni mucho menos respetable. Es directamente un insulto a la inteligencia y a la especie, totalmente alejado de toda sensatez y lógica, que pueda atribuirle el más mínimo soporte racional y la más mínima respetabilidad o reconocimiento alguno.

Y que conste que soy suficientemente bajito como para librarme, por mucho.

Saludos

Clandestino said...

Arsenito Cúprico

Gracias por la aclaración. Me alegro por tí.

Váitovek said...

Clandestino:

No me refería al Anónimo sino con caracter general a la entrada de MW.

Todo lo que se dice es una tesis, opinión,proposición o lo que sea, desde las más feas hasta las mejores

Ej: Dhavar es un imbécil (Y, aunque mide menos de 1,85cm habría que gasearlo también).
Aunque considero muy mal fundamentada esta opinión, no tengo más remedio que reconocer que existe.

Saludos

Clandestino said...
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Clandestino said...

Pero hombre Dhavar, que te has hecho para poner tanto empeño en ser gaseado. No deberías dar ideas que el Chávez anda recomendando a su Guardia Nacional que eche 'gas del bueno' en las manifas.

Resulta que te quitas estatura y como ya estás fuera del tamaño para el 'gaseo', te autoinculpas colándote en otro colectivo (el de imbéciles) para no salvarte. Aunque admito que lo de imbécil se ajusta mejor a la causa del gaseo.

Pero sigue sin ser una opinión. Eso es obsesión suicida con premeditación y alevosía, y un toque de nocturnidad. Por la hora.

Nada que un buen 'gin tónic' litrona, no pueda resolver antes de las doce.

En fin creo que ambos dos sabemos a qué nos referimos.

Saludos

Cincinato said...

Los enemigos de la libertad no suelen estar nunca dispuestos al debate de ideas. Lo suyo es silenciar al discrepante para hacer valer el discurso socialista y que sea asumido terminantemente por las masas.

Pero no es sólo una cuestión de vocación totalitaria, que por supuesto también; es que sus ideas no soportan la confrontación seria con la realidad, y al menor pescozón dialéctico se vienen estrepitosamente abajo recurriendo al insulto fácil como llamar fascista o anormal a quien no acata su comportamiento sectario.

Por eso inventaron en el pasado siglo los campos de exterminio, el GULAG o las checas; lugares dónde se normalizaban a los disidentes haciéndoles tragar con el socialismo o invitándoles a pasar a otra vida mejor.

www.lodicecincinato.blogspot.com