16 September 2008

E pur è buona

Hoy he publicado un comentario en la página del Instituto Juan de Mariana sobre la enseñanza de la economía en las universidades españolas.

Mi punto de partida es un artículo de Frédéric Bastiat en el que, con el sarcasmo que le caracteriza, traza los argumento de quienes querían eliminar las cátedras de Economía Política de Francia en 1844 porque defendían el librecambio.

Explica Bastiat emulando a sus oponentes cómo los hombres estamos dotados de una tendencia a vivir de los demás y despojar al prójimo de sus bienes y su trabajo, y que los tres principales medios para conseguirlo han sido la guerra, la esclavitud y, finalmente, la protección. Por tanto es una locura acabar con estas tres instituciones, y luchar contra ellas ha traído más mal que bien. Pero de todas ellas, la alternativa de la protección es la mejor, entre otras cosas porque el nombre confunde, esconde lo pernicioso de esa práctica.
Se pregunta (siempre sarcásticamente, como si fuera miembro del Comité Mimerel), para qué sirven los sabios sino para "hacer" ciencia, y en consecuencia, qué impide a los científicos inventar una teoría económica a medida para ellos, los proteccionistas. Y sugiere que los economistas liberales se arrodillen como hizo Galileo, y declaren públicamente que la libertad no vale nada, aunque al levantarse murmuren E pur è buona.
Lo peor es reflexionar sobre la universidad española a la luz de estas reflexiones: es un desastre.Se enseñan teorías equivocadas, obsoletas, inservibles y perjudiciales... enseñamos una ciencia a la medida de los políticos, al servicio del poder.

Lo que enseñamos en las facultades de economía y administración de empresas son básicamente teorías keynesianas obsoletas y un poco de monetarismo para tener algo que haga de diana. Se enseña la justificación económica de la socialdemocracia, y las maravillas del Estado del Bienestar. Como en los cómics de Astérix hay un pequeño grupito que se resiste, a pesar de ser bastante heterogéneo, y que se centra en explicar por qué las teorías keynesianas son una falacia, por qué la Escuela de Salamanca es tan rica, por qué la Escuela Austriaca de Economía a pesar de ser heterodoxia ofrece mucho más que las demás escuelas a la ciencia económica, y qué explica que la libertad económica es el único camino para salir de la pobreza de manera sólida (no con "tiritas" de quita y pon, como son las medidas estatales).
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Se ha olvidado eso de que la economía enseña al trabajador a conservar o a hacer lo que quiera con lo que le pertenece, hemos delegado la capacidad de decidir sobre lo individual en unos gobernantes que han dinamitado el sistema educativo para ganar votantes. El precio es la poca calidad del trabajador del mañana, la inmadurez de la población adulta del futuro, y la degradación a que nos conduce esta ciudadanía en actitud permanente de brazos caídos.

2 comments:

Hurssel said...

La Escuela de Salamanca, ¡ay la escuela de Salamanca! La que fuere en la edad de oro, porque lo que es la actual...

Tumbaíto said...

Yo sufrí hacienda pública con Bricall (keynesiano). Y aunque entendía los desarrollos matemáticos que hacía en la pizarra jamás fui capaz de saber qué parte de la realidad económica explicaban.