14 December 2009

Mi seminario con Robert Lucas.


He tenido la suerte de organizar el seminario de profesores con Robert Lucas, premiado con el Nobel de Economía en 1995 y economista de la "Nueva Economía Clásica", la versión moderna de la Escuela de Chicago. El profesor Lucas me ha parecido un americano afable y educado, sencillo, nada soberbio o pretencioso, y me comentaba Pedro (el catedrático de la asignatura y director del seminario): "¿Ves lo prepotentes que son las personas sabias?" Nada... nada prepotentes. Al menos en este caso. En otros...

Durante una hora y media, además de dar una pequeña charlita acerca de cómo estamos, se ha sometido a las preguntas de Alfonso Novales, Pedro Fraile, Ramón Febrero, el propio Pedro Schwartz y el respetable, que finalmente llenó la sala (pequeña, era un seminario, no una conferencia multitudinaria).

Lucas se podría definir como ortodoxia monetarista moderada. Así que finalmente sigue las doctrinas monetaristas, pero modificadas por la fuerza de los hechos. No le he preguntado por su impresión sobre la revivida Escuela Austriaca o por sus ideas acerca de cómo la teoría del ciclo austriaco encaja más que otras a la hora de explicar las crisis. Cuando ha afirmado que nunca hemos tenido libere mercado monetario y que sería imposible ponerlo en práctica, he tachado mi pregunta y he pensado en otra.

Es profundamente anti-keynesiano, como ha puesto de manifiesto al responder a una pregunta de un neokeynesiano (que no hablaba inglés). Ha atacado el modelo de Keynes, pero también el de Walras por ser altamente ficticio. Y ha remarcado que Keynes no explica la curva de oferta de trabajo, no explica cómo se llega al desempleo. Solamente propone cómo salir de una situación de paro.

Fantástica la anécdota de Samuelson que le pregunta a Hicks cuál es la burbuja más grande y extensa de toda la historia económica y Hicks le contesta que la Revolución Industrial.
Inesperadas frases como "Todo es comportamiento humano" por venir de quien viene. O su desconfianza en el FMI ("Sus logros son muy limitados"), su perspectiva de la política económica de Obama en los Estados Unidos ("El gasto de Obama no es especialmente popular").

Mi pregunta: en un país como España con un paro del 20%, la gente necesita culpar a alguien de la crisis. Los periódicos y los gobiernos culpan a los economistas por no haber predicho la crisis y por haber animado al libre mercado. ¿Qué debemos responder como economistas cuando nos pregunten de quién es la culpa?

Su respuesta: pues hay que decirle a la gente que la culpa es de la gente... que se equivoca a veces. Hay gente en esta crisis que se creía que sabía. Por ejemplo, Alan Greenspan. Al principio, la gente creía que Greenspan lo sabía todo y, por tanto, creía que tenía facultad para tomar todo tipo de decisiones. Incluso llegó un momento en que el propio Greenspan creía que lo sabía todo y podía hacer lo que le diera la gana. Y entonces pasó lo que pasó.

Se hizo corto.

3 comments:

Váitovek said...

Yo, que soy gente de micro "viva", como cualquiera, tengo que reconocer que me hace mucha fuerza el argumento de que si los prestamos están vinculados a la tasa de ahorro de una sociedad el tipo de interés y por tanto la masa monetaria están ajustadas siempre,y no hay booms/bust continuos (y cada vez más gordos).
Creo que algo así sostienen Ludwig Von y H de Soto ( si es que les he entendido)
En cambio, si yo creo ex nihilo el dinero mediante los bancos Centrales y los comerciales operando con reserva fraccionaria, sólo me queda jugar con un tipo de interés arbitrario- por decreto y mediante calculos misteriosos y siempre mas o menos fallidos- para regular una expansión crediticia,e impulso inversiones que acaban por no tener demanda (burbuja y pinchazo).
Me parece que Los bancos centrales operando así se encuentran en una situación muy parecida a la del Planificador soviético, es decir,no tienen fundamento para sus precios, y todo es ensayo y error a lo Mickey Mouse en el Aprendiz de Brujo - con nuestras vidas.
¿No he entendido nada?
Disculpa por aprovechar el paso del Pisuerga, pero me gustaría entender mejor todo este caos tan doloroso.

Clandestino said...

La crisis tiene dos vertientes.

El dinero que huye del saqueo y la corrupción del estado, y el negro que descansa feliz junto al blanco en los paraisos 'B'.

Nadie incentiva a unos ni investiga a los otros. La economía cae. Los que saquean viven bien y los que guardan su dinero mejor. La gran mayoría que trabaja, asume el riesgo y el gasto, se jode en la miseria y el pánico, y además son enfrentados, por los vividores.

Ningún economista denuncia las incidencias de la economía sumergida originada por la gran corrupción oficial y la que se genera a su sombra, en la crisis. Europa es un nido de corruptos inútiles y vividores, nutrido con los desechos políticos 'quemados' en los diferentes estados. Los estados son 'naciones corporativas' insaciables, con derechos de pernada, que viven ajenos a cualquier responsabilidad y a costa de putear, amedrentar y despreciar a la nación 'perimetral'.

Mientras los especuladores y los ventajistas del estado, sus mafias de vividores y sindicalistas, se chupan la renta del esfuerzo y de la inversión, la calle es un campo de batalla entre los paganos: empresarios y productores.

El empresario trata de paliar su déficit, repartiéndolo con la precariedad del productor, mientras el estado saquea a ambos.

Los economistas deben dejar de ser un aliciente mediático más que sustente el delito oficial, decir la verdad y dejar de balbucear y especular con supuestos y sus 'lógicas'. La crisis solo tiene un nombre: Estado.

Estado: Cubil del crimen organizado.

Manel Balasch Esteve said...

Buenas
He llegado a este blog de manos de Evaeneuropa. Te felicito por la calidad de tus textos, no en vano eres profesora de una buena universidad.
Si tienes tiempo,los "profes de uni" siempre exprimis mejor que nadie las 24 horas del día, me gustaría que te pasaras por mi blog.