11 November 2008

El Noveno Día: el origen de la banca central

La semana pasada ha sido una auténtica locura. Además de mi fugaz pasada por Sevilla para participar en un programa-debate, asistí a un coloquio del Liberty Fund en la Universidad Francisco Marroquín de Guatemala sobre Dinero e Instituciones. De todo lo que aprendí allí iré desgranando algunas cosas, a medida que se me pasen los efectos del desfase horario.

Sí les diré para abrir boca, que un señor con bigote y de Valladolid me contó en un autobus la verdadera historia de la creación. Andaba el Creador entretenido haciendo lo propio de su cargo: crear, cuando al llegar al séptimo día decidió darse un descansito y dejó la faena al cargo de su fiel asistente: Lucifer. Mientras Dios descansaba, Lucifer, ensoberbecido, decidió imitar a Dios y crear él también "algo" en lo que recrearse, una obra que fuera reflejo de sí mismo. Así es que nació la banca central. Cuando regresó Dios el octavo día, viendo el desastre provocado por Luzbel llevado por su vanidad y pretendida omnisciencia, Dios lo desterró al infierno y nos dejó a los seres humanos esa lacra para que nunca olvidemos que nadie puede controlar lo que no se puede controlar, porque es imposible. Y permitió que los humanos llegáramos a desterrar la soberbia por nosotros mismos a través del free-banking.

Estoy pensando en abrir un blog colectivo pro-free banking llamado "El Noveno Día".

No tengo que decirles que mi señor con bigote y de Valladolid es mucho más alto y guapo que ese en quien están pensando ustedes... y además a veces no es de Valladolid. ;)

(En la foto, el inventor de la banca central. Dedicado a mis compañeros de coloquio, a Gisela, a las hermanas Paduán y a Lucy).

14 comments:

zetapolleces said...

Muy buena la historia!!
;)

Anonymous said...

que buena la historia....
;-)

Jack Hammer said...

Ya veo que has vuelto con la inspiración a reventar! Mucho me temo que en este asunto voy a estar de acuerdo con los postulado más "radicales" del liberalismo. Sobre todo porque el otro día leí que Panamá se libraba de la crisis precisamente por carecer de Banco Central. ¡Viva el libre mercado y la selección natural!

Mery Jane said...

Bonita historia Mary...pufff...pues que suerte tienen en Panamá.
Eso explicaría muchas cosas...

Y cada vez me gustan menos los bancos, lo siento mucho, pero eso corrobora la teoría de mi amigo Vendetta de que sin bancos se viviría mejor...gggg.

Jack Hammer said...

Mery Jane, Mary White dice: "sin los bancos centrales", no: "sin los bancos" que es lo que defiende V de Vendetta según creo recordar.

Por cierto ¿quién es el del bigote de Valladolid? Te confieso que al principio me hice a la idea de que era Aznar.

Mary White said...

Esperaba que apareciera. Es un amigo guatemalteco de origen español. Y no es Josemari...no. :)

La banca central y su papel de emisor monopolístico no es fruto de la evolución,sino que fueron decisiones políticas,con el objetivo de controlar más y poner en práctica políticas inflacionarias (pro-inflación).

Anonymous said...

Los vallisoletamos contamos buenas historias...


Fonseca

Váitovek said...

Veo que, poco a poco, vas cumpliendo con tus obligaciones en esta difícil hora...

Miss Perseidas en continuo desvarío said...

Unos y otros, unos vampiros sangrantes, pero es cierto que necesitamos a los bancos, y por cierto, quién fuera banquero! (que no barquero) y se llevara el "Botín".

Anonymous said...

Mary: el link al programa-debate no funciona ... Saludos, C.

Luis Amézaga said...

El noveno día refundarán el octavo. Son así.

Nicholas Van Orton said...

Pero no creas que Lucifer se fue de rositas a los que serían sus dominios, no; Dios también le castigó: le hizo abrir un blog.
Me alegro de verte de nuevo. Saludos.

Tumbaíto said...

¡Ábralo! ¡Ábralo!

Coase said...

Esperemos que la actual crisis traiga algo bueno y sea el desenmascarar el peligro de los bancos centrales. Los elogios que recibió Greenspan fueron letales. Tal vez llegue la hora de que se replantee el monopolio de la emisión de moneda.