21 October 2009

Adolescer y guardar la ropa


Tecleo concentrada en mis cosas, pero una conversación me distrae:
Alumno a Tutor: "He pensado ir a un psicólogo, no me apetece ir a clase, ni me gusta estudiar".
Tutor: "A mí me pasa también, pero tengo que pagar facturas".

La charla fue más larga, pero la esencia eran esas dos líneas. Por supuesto, en ningún momento el tutor fue desconsiderado, pero después de un rato escuchando a un joven de 19 años explicar que no le gusta estudiar en general, ni económicas, ni empresariales ni nada, que no quiere ir a clase, que no quiere trabajar... y trás una minuciosa explicación de lo que le cuesta cada crédito (traducido en horas lectivas) de universidad privada a su padre, más el colegio mayor, más otros gastos... el tutor tuvo un "desliz" y le mostró la cruda realidad: existe el esfuerzo. Y se llama así porque cuesta trabajo.

Dejé de teclear y después de una sonrisa y de la mirada cómplice entre compañeros que se enfrentan a los mismo toros, me quedé pensando que ese chico es un reflejo de su tiempo, es decir, del mío, y de la sociedad en la que me muevo. Los adolescentes queremos una autoridad que nos diga qué-cómo-de qué manera contestar el examen para no tener que pensar y aprender realmente, queremos todo hecho y lo queremos ya. Queremos salir hasta las siete de la mañana, que no nos despierten, que nos recarguen el móvil, que nos compren la ropa de última tendencia, que nos paguen la universidad, viajar por Europa... y los que lo tenemos más difícil porque no hay pelas ($) en casa y pensamos que esa vida es la de los pijos burgueses, en realidad lo que queremos es ser ellos, y teñimos nuestra frivolidad de pacifismo, feminismo o de otros tópicos para diferenciarnos. Pero todo es igualmente superficial.

La sociedad funciona también con esos esquemas. El largo plazo lo dejamos para otros, para los soñadores, para los utópicos (pobres desgraciados que nunca llegarán a nada). Y nosotros reclamamos nuestra subvención: por ser joven, viejo, mujer, homosexual, discapacitado, vegetariano, calvo, gordo o por tener un nombre corriente, como María; un puesto de trabajo asegurado donde no haya que partirse mucho el espinazo (recordemos los porcentajes de absentismo laboral en España...); una casa con piscina, garage, dos ambientes y parque para los niños; un coche, uno bueno, no cualquiera, por supuesto; que nos saquen de la crisis, en brazos, a ser posible. Y cuando no tenemos acceso a todas las prebendas de los privilegiados de turno, también disfrazamos nuestra inmadurez de tópicos o progresistas o conservadores para diferenciarnos. Pero todo es igualmente socialista.

Luisa Marugán, en un artículo sobre adolescencia y violencia en la revista Diván el Terrible, cita a David Le Breton cuando afirma La libertad es un valor para aquel que posee los medios simbólicos para usarla, en caso contrario, genera miedo.

Esa frase explica la brutal demanda de intervención en nuestra sociedad occidental y la reflexión desesperada de quienes de verdad quieren más libertad ("¡Es que parece que la gente no quiere tener que elegir!"). La libertad asusta, y asusta en especial cuando no se dispone de los medios simbólicos para usarla, cuando no tenemos criterios y valores que nos guíen en el uso de la libertad. De ahí que una señora en la radio explique que no puede decirle a su hija de 15 años que no se acueste con su novio de 25 porque "como es legal, no le puedo decir nada". Y con ese razonamiento proliferan leyes que rigen la moral (o lo intentan).

Como dice Luisa Marugán: Si socialmente “todo vale”, resulta complicado contar con referentes simbólicos que permitan diferenciar autoridad de autoritarismo, trayendo como consecuencia la caída de la representación de la Ley (¡gran paradoja!) y dejándolo librado a la inseguridad, a la incertidumbre, a la falta de límites que lo contengan….

Y ahí estamos, como adolescentes que no están seguros de lo que son, tratando de mantenerse a flote en el mar de la incertidumbre, y guardando la ropa de Ubre Máxima estatal.


11 comments:

Anonymous said...

El diagnostico, desgraciadamente, creo que es correcto. ¿Pero que antídoto poner?




John W.

Sa said...

Desde mi punto de vista este problema nace de una socieldad en la que los padres se preocupan mas de que sus hijos "no tengan que pasar por lo mismo que ellos" que de ensenales a luchar por lo que uno quiere.
Habria que empezar por descubrir lo que uno espera de si mismo, y buscar los medios para conseguirlo. En muchas ocasiones se fracasa, pero incluso de ese fracaso se aprende. Hay que conocerse a uno mismo, descubrir tanto los defectos como las aptitudes, y usar las segundas para mejorar los primeros.

Quiero pasar por las mismas dificulatdes que pasaron mis abuelos, o mis padres (cada problema en relacion a su generacion) para, como ellos, aprender a sobrevivir y a superarlos con mis propios recursos, para poder ensenar a mis hijos que de las dificulades se aprende. No quiero criar cachorros indefensos que necesiten de los demas para solucionar sus probelmas. Quiero criar personas luchadoras y autosuficientes: que valoren lo que tengan porque ellos lo hayan conseguido, no porque otro se lo haya dado.
Nuestra sociedad tiene como norma suprema la ley del minimo esfuerzo. Todos quieren mucho dinero, pero nadie quiere luchar por conseguirlo. Todos quieren un hijo ejemplar, pero nadie se sienta a educarles. Todos quieren un trabajo que les de estatus social, pero todos quieren entrar a las 9 y salir a las3, para poder ver el futbol con los amigos.

Si la felicidad de alguien depende del dinero que tenga, veo justo que dedique todo su tiempo y esfuerzo ha hacerse millonario, pero no veo tan acertado esperar que los millones caigan del cielo..
Si la felicidad de una madre depende de la de sus hijos, ensenales a valorar las cosas, a tomar decisiones por si mismos y dejales que se caigan, asi aprenderan a levantarse sin la ayuda de nadie.

La felicidad se alcanza al conseguir el objetivo que uno mismo se haya puesto; y por conseguir me refiero al esfuerzo de uno mismo, a las caidas y al aprendizaje.

No todo es pefecto, hay cosas que mejorar, pero hace 5 anos me propuse licenciarme e irme a Londres a vivir de mi misma. He pasado por mucho, Mary lo sabes mejor que nadie, y esas barreras ya superadas, hacen que hoy sea muy feliz por lo que yo he conseguido con mi esfuerzo,

Que feliz eres cuando te propones algo, luchas y lo consigues.

Anonymous said...

Simplemente brillante.

bastiat said...
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bastiat said...

Hace tiempo que alguien dijo lo siguiente: "El Estado es la gran ficción a través de la cual todo el mundo se esfuerza en vivir a expensas de todo el mundo."

Te suena, ¿Verdad?

Lígalo con la lectura sosegada, acrítica y analítica del mundo en el que se desarrolla y, lo mismo, de la Novela "Un Mundo Feliz", te parece que el personaje con el que más te identificas tu, yo, Sa... algún que otro liberal... no es ni el salvaje, ni Bernard... ¿quizás con el Alfa que acaban exiliando a Islandia? ¿No estaban los beta, la mayoría de los productores mas o menos conscientes de lo que significaba el grupo, los capaces para producir bienes de calidad y formar la tropa consumista tan contentos de haberse conocido y de que les guiaran con la maestría que todos suponía a los Alfa, los elegidos?

Realmente es natural el dejarse llevar. Vivir trabajando todo el día, preocupandose de si los productos de mi empresa se venderán para pagar a aquellos a los que sólo les preocupa la empresa lo justo para que no les despidan y sólo durante el horario de trabajo es un esfuerzo que sólo una minoría quiere hacer. Lo cierto es que si alguien te promete menos esfuerzo y más beneficios sólo si la realidad les desmiente, sólo entonces comprenderán la falsedad de esas promesas y tendrán que reconocer, muy a su pesar, que sin esfuerzo no hay ni premio ni recompensa. Y no hablo sólo de la moral, que al fin y al cabo eso es de cada uno. Lo digo por la que todos ven y la que la inmensa mayoría mas desea, la recompensa económica.

Pero echar la culpa a los padres no es del todo correcto. Si como digo el éxito es un esfuerzo educar también lo es. "eso no se dice, eso no se hace... pues nos vamos y nos llevamos nuestras cosas... era el mensaje de un anuncio antiguo con el que captar la atención para darle a los niños un producto, no me acuerdo de cual, pero la frase me dejo impactado. La frases la decían unos niños que ponían en jaque a sus padres por ser exigentes, por negarles parte de su libertad, por educarles al fin y al cabo. Educar es un esfuerzo que, además a día de hoy, cuesta más que mal educar. Los niños pueden tener muchas de las cosas que piden porque la riqueza que existe en nuestra sociedad es mucho mayor.

¿Te imaginas, se imaginan en una familia de principio de siglo XX a un niño exigir a su padre unas alpargatas nuevas en vez de reutilizar las del hermano mayor que el, el sexto de la serie de doce, que sus padres, sin televisión ni preservativos habían traído al mundo? NO. Sobre todo cuando esa prolífica familia tenía problemas para poner un cocido en una fuente en la que todos metían la cuchara sin importar ni las babas del hermano resfriado ni si había alguna acelga o judía, ¡¡puaag que asco!! ¡¡verdura!!

Hoy en día es mucho más fácil darles el Happy Meal o los Doritos o el Huevo Kinder en el supermercado al mínimo asomo de berrinche. Lo difícil es hacer comprender a tu hijo que tiene que ir andando cuando ya tiene dos años cuando lo más cómo para mí, que no soy capaz de obligarlo, es llevarlo sentadito en el carro bastón que por cuatro perras me facilita el transporte y me evita el tener que enfrentarme a la pereza de mi hijo.

Quizás, y digo sólo quizás, estemos a las puertas de la solución para la mala educación que estamos viendo por todos lados. Quizás y digo quizás, una crisis de caballo, tipo Gran Depresión nos abra los ojos. Pero me da a mi, que mientras la gente quiera creer en los milagros, sólo si la crisis es universal podría arreglarse algo y si hubiera quien explicara que nadie tiene derecho a aprovecharse de los demás.

Pero Bastiat ya lo dijo y no funcionó.

Lo cierto es que si no se aprovecha esta oportunidad, lo mismo sólo se consiguen estados aún mas grandes y menos libertad.

Si no fuera porque me llamarían paranoico diría que lo están haciendo aposta.

Miss Perseidas en continuo desvarío said...

María, como siempre, tan aguda y brillante...

Entre otros adjetivos, yo también diría que la juventud de hoy en día es muy vaga...

Dime, hay solución? porque el miedo es difícil de vencer.

También creo que, algunos de los que ya no somos adolescentes, nos cansamos de luchar contra esas mayorías que no saben, no conocen o simplemente, no les interesa la libertad, pues no sabrían qué hacer con ella, es agotador... pero tú, ya lo sabes...

;)

jftamames said...

Me parece un juicio muy rápido sobre el chico. En fin, un resúmen muy superficial. Sobre la situación de nuestra juventud y la libertad, que pasa por el esfuerzo, me parece un lugar común que da vueltas y vueltas, y más vueltas, desde los comienzos de nuestra sociedad. Nada nuevo. Sobre la posibilidad de "alquilar" la libertad a cambio de "seguriad" tampoco es nada nuevo. No sé que tiene de especial nuestra época en eso. Lo que si parece pertinente es comprender si se dan las condiciones para que quien quiera pueda. Y en eso tenemos tal maraña de intereses creados que será díficil encontrar un camino. Es curioso que los mayores liberticidas prediquen la entrega sin condiciones al gran esfuerzo por imponer una forma de pensar y de hacer las cosas. Es curioso que los defensores de la libertad defiendan, por el contrario, que el esfuerzo y el merito, no tiene nada que ver con el valor. Me parece que es mejor reducir la inapetencia y la búsqueda, a la envidia y a los atajos por llegar a vivir esa apariencia de vida regalada que se da la clase media.

Clandestino said...

JFT

Franco alquiló, realquiló y secuestró la total libertad política, a cambio de la libertad y la seguridad civil, que por cierto podemos decir que fué bastante más que aceptable y duradera. ¿Lo justificas?

De lo que se trata es de reducir el crimen mediante la justicia, como forma de garantizar la libertad en la seguridad y estabilidad que proporciona esa justicia. Pero para eso son necesarios políticos y de eso no hay ni la muestra. Los ocupas criminales que invadieron y ocuparon el estado tras morir Franco -que los mantuvo a raya librándonos de ellos por una buena temporada- no se van a detener así mismos, y se dedican a extorsionar al aparato judicial obligado a 'impartir justicia' aplicando leyes contra ella, reconvirtiendo 'la justicia' en crimen de estado, como mercancía delictiva antipolítica útil para 'repartir' la responsabilidad del delito, entre todo el conjunto ciudadano, para a su vez justificar la agresión contra la libertad y derechos, que ni tenemos ni nunca tendremos -mientras no haya democracia y el estado de derecho que esta guarda- en nombre de la seguridad y el bienestar de sus víctimas, como viene sucediendo desde que el crimen antipolítico sucedió a Franco en la poltrona de joder al prójimo -ampliando su función a la de 'joder y robar al prójimo'- pasando de la dictadura paternalista a un barullo de mafias y ladrones a sueldo por metro cuadrado, que ha hipotecado el futuro de varias generaciones y siguen y siguen... mientras la democracia y la justicia brillan por su ausencia.

Ciertamente no hay que confundir. Esfuerzo y méritos, son valores en sí mismos, y por tanto no es necesario confundirlos como tales, puesto que lo son. La insolencia agresiva y bravucona, aplicada desde la ventaja y la impunidad de la prostitución del poder soberano de la nación, es un clamoroso acto de cobardía criminal, que no hay que confundir con valor, valía o valentía, puesto que ni tiene mérito ni deviene del esfuerzo, sino de todo lo contrario. Hasta ahora los embaucadores "democráticos" que han ocupado nuestro estado, solo han enseñado esa 'patita', por lo que es de suponer que solo esa tienen, o sencillamente no están dispuestos a cumplir los deberes ni a satisfacer los servicios para los que son pagados, continuando con su normalidad criminal desde el estado y desde la promulgación de leyes contra el derecho.

No hay políticos. No hay democracia y por tanto no existe el estado de derecho. España se divide entre hampa criminal y víctimas. "Franquistas o 'liberticidas' o rojos o azules o verdes con rayitas violetas o nazi-onalistas", solo son milongas que cuelan en una sociedad servil a las diferentes mafias solo distinguibles por sus coloreados circunstaciales, pero con los objetivos comunes de birlarnos el mérito y los productos del esfuerzo, junto al derecho y las libertades, azuzándonos contra el de 'enfrente' como a mastuerzos ignorantes y estúpidos. Algo que seguramente seremos, o al menos lo hacemos bastante bien, tras décadas de productivas hornadas de promover la idiocia y la 'desculturización', en las escuelas públicas de la "democracia".

Saludos

Anonymous said...

Realmente, me ha sorprendido (gratamente) que sean personas cercanas las que escriben este tipo de reflexiones en internet, siempre pense que eran tan lejanas... El caso es que yo sólo quería hacer mi pequeña aportación en cuanto a la situación del estudiante de 19 años. Diría que se puede resumir como la falta de motivación e interés. No creo que sean los jovenes de hoy en día que se acomodan, creo que son nuestros padres, profesores y personas de nuestro entorno las que no han sabido despertar nuestras pasiones e intereses por las cosas haciéndonos sentir muchas veces como una gran masa y perdiendo nuestro individualismo (el cual luego se busca como comenta usted en feminismo, extrañas tendencias sexuales y demás...). Ahora podría decirme que su generación estuvo en la misma situación y, en cambio, supo buscar intereses, pero yo le diré que cuando nadie espera nada de tí porque parece estar ya todo hecho no encuentras la motivación necesaria. En definitiva, creo que es el hecho de que nos hayan puesto esa "etiqueta" de pasotismo lo que nos hace comportarnos como tal. Un saludo, gracias.

Anonymous said...

He leído con atención tu blog. Esstá cargado de ideología. Ni en un aspecto te apartas de la derecha liberal políticamente (aunque digan lo contrario) correcta de España. Respecto a la juventud, como para casi todo desde vuestra perspectiva, es un problema de disciplina, esfuerzo,... Los análisis más profundos, psicológicos, sociológicos,... los dejamos para otros. Eso sí, no me preocupo en opinar y juzgar, pues mi prejuicio ideológico me permite razonar y asimilar todo lo que a mi alrededor (y o que no) se mueve.

Mary White said...

Anónimo, te agradezco el tiempo y la molestia que te has tomado en leer mi blog. No pretendo hacer análisis sesudos de nada, ni desde un punto de vista económico, ni sociológico, ni político, ni psicológico. Es un blog personal, de opinión. Simplemente eso.

Eso sí... si me conocieras, jamás dirías que soy de derechas, ni de izquierdas. Y las opiniones que doy aquí y en medios de comunicación son críticos con ambos.

De todas formas, esas categorías me parecen obsoletas. Los partidos actuales son demasiado homogéneos.