Artista invitado: el pobrólogo. La ayuda china
Sin datos, sin preguntas, sin condicionalidad. ¿Es el modelo chino de ayuda una alternativa al de los donantes tradicionales?
¿Podría resumirse el modelo chino de ayuda externa de ese modo? Lo cierto es que más allá de lo llamativo o no del titular hay un creciente interés por el tema. Desde luego China no reporta sus datos de ayuda al CAD (no es miembro de la OCDE ) con lo que incluso las cifras que se reporten por la propia China pueden no coincidir con la definición “técnica” de AOD. La única serie temporal que he encontrado hasta ahora es la de Qi Guoqian (2007) “China´s foreign aid: policies, structure, pratice and trends”, un paper presentado en un seminario en Oxford y que reproducen Reisen (2007) y Woods (2008).
Los principales puntos de crítica a la ayuda de China como donante emergente (por ejemplo Naím (2007)) es que China llega al país, ofrece su ayuda, obtiene contraprestación en forma de recursos naturales, trae normalmente su propia inversión extranjera directa y mano de obra para los proyectos de infraestructura y no pregunta por la calidad institucional, la estabilidad política (por supuesto calidad democrática), ni por la regulación medio ambiental y mucho menos por los Derechos Humanos. Es decir, la ayuda de China se basa en contraprestación material, en hacer negocios y alejarse de las condicionalidades políticas, económicas, sociales… y por tanto ideológicas del receptor. Esto la hace ser vista como un verdadero “socio” que trata a los gobiernos “de igual a igual”, tal como recoge Woods (2008) en referencia al presidente de Botswana Festus Mogae.
El modelo chino (y de otros donantes emergentes como los fondos Árabes, India, Venezuela o Brasil) está poniendo en evidencia varias carencias de la ayuda de los donantes “tradicionales”. Evidencia, en primer lugar, que muchos “socios” ya no sienten atracción por la ayuda ofrecida (supply driven) y prefieren negociar con los nuevos emergentes; en segundo lugar, que la condicionalidad no ha logrado “comprar” mejores estándares laborales, sociales y mucho menos buen gobierno en los receptores a pesar de que este sector es el que experimenta mayor proliferación de donantes (Frott & Santiso 2009); en tercer lugar, que los donantes tradicionales están siendo incapaces de ir más allá de la retórica en cuanto a verdadera apropiación de las prioridades de sus socios y coordinación de sus ayudas; en cuarto lugar, que la ayuda orientada a resultados conseguidos por los receptores (en línea con la propuesta Cash on Delivery o –en traducción libre- desembolsos cuando muestres resultados en las reformas e indicadores pactados conjuntamente) no interesa políticamente a los donantes.
José María Larrú
larram@ceu.es
José María Larrú
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