28 September 2008

La lunática se confiesa

Hoy el post de Carmen, la lunática que se confiesa, me ha llamado la atención. No compartimos muchas cosas, probablemente no coincido con muchos de sus puntos de vista, pero éste del aborto te hace reflexionar. Transcribo lo que dice (el texto destacado en negrita es suyo):

A mi no me mueven la Fe ni la derecha. Me mueve mi instinto, mi corazón y mi útero. Desprecio por tanto la hipócrita reacción de una Iglesia que durante años condenó a las portadoras de los frutos ilegítimos; a la sociedad burguesa y beata que desfacía entuertos entre la alcoba y el confesionario; a la virulenta revolución feminista con sus sequeronas abanderadas decidiendo sobre los embarazos ajenos, ya que a ellas, de seguro no las preñaba ni un ciego borrachuzo en una noche sin luna. Extiendo mi desprecio a los que, con benévolas intenciones, aplauden las leyes prehistóricas que permiten el asesinato de un ser humano en el seno materno y el de un enfermo deprimido e infeliz sólo por no tener cabida en una sociedad malsana que adora la Perfección como al verdadero Dios. (...)

No he encontrado entre nuestros progresistas gobernantes proyectos de ley por una educación sexual sana y responsable para los jóvenes, más allá de echar condones en los institutos como quien da de comer a las gallinas y pitas, pitas, que se las arreglen como puedan. No he visto proyectos de ley que faciliten la vida de las madres solteras, de las separadas, de las inadaptadas, de las inmigrantes. Todos miramos hacia otro lado cuando vemos a los que no pueden valerse por sí mismos como tachones o errores de un mundo esclavizado por cánones establecidos de salud y belleza. En cambio, a mi se me obliga a contribuir a erradicar las vidas de otros, porque lo dice la Ley, y se supone que si no lo hago soy una reaccionaria radical y antipatriota en este Reino de los Muertos. Por mi se pueden meter sus bienaventuradas leyes por donde el sol no brilla.

Lean hasta el final y los comentarios... merece la pena.

3 comments:

Tumbaíto said...

"Me mueve mi instinto, mi corazón y mi útero"".

Quizá paradójicamente esa es una opinión muy nazi (eran muy de fuerzas "vitales").

El Prof. Don Joseph Ratzinger tiene un texto muy muy bueno caracterizando el "sentimentalismo" nazi. Son unos pocos párrafos pero sublimes.

Mañana, si pudiese, los copiaría y colgaría en mi blog.

Mary White said...

Tumbaíto, te lo agradecería mucho.

Pero si lees el texto de Carmen, ella habla desde su experiencia vital como hija de madre soltera. El sentimentalismo no desvirtúa ni refuta las razones más cerebrales.

Carmen said...

Mary, te agradezco muchísimo "el homenaje".
Fuera de opiniones personales más o menos encontradas, has descubierto el verdadero sentido de mi escrito. Gracias, de corazón.

Un abrazo.