Las dos varas de medir: en defensa del anarcocapitalismo
No. No va a ser una entrada sesuda. No quiero aburrir a nadie, no voy a repetir lo mismo, ni a clamar contra el Estado (al menos voy a intentarlo). Solamente es una reflexión sobre una situación que cualquier persona que defiende la anarquía de libre mercado que se precie ha pasado alguna vez.
No sucede cuando intercambias ideas con algún "discutidor" oficial o extraoficial, pero al menos un tipo leído, incluso si no ha digerido bien las lecturas (esos son muy peligrosos, oiga). Se da cuando en una cena, reunión o cafetín te preguntan si eres verde o azul, si de estos o de los otros, vamos... que qué defiendes. Por precaución,a sabiendas que la gente oye "anarquía" y entra en pánico,suelo responder "defiendo la libertad del individuo". Pero eso no es suficiente, así que antes o después hablas del anarcocapitalismo.
Cuando te preguntan "y eso qué es" y tratas de explicarlo en dos palabras (complicado), sin aburrir (más complicado aún), lo normal es que la persona que interpela se quede en silencio y, o bien te hable de otra cosa, a ser posible banal, o bien empiece la ronda de "y cómo sería". Las agencias privadas de justicia o de seguridad, que la población tenga un número óptimo, el problema de la defensa nacional, etc., van saliendo todos los escollos. Hasta ahí todo normal, se trata de una opción prácticamente sin ensayo o ejemplo cercano al que asociar, así que es es difícil o imposible de imaginar. Yo, personalmente, me canso enseguida de ese toma y daca eterno y siempre igual. Hay defensores de mi opción mucho más persistentes (y probablemente más sólidos) que yo en cuanto a teorías ancap. Pero esa no es la cuestión aquí.
La cuestión es que si yo hubiera respondido: soy demócrata o soy partidaria de un Estado moderado, mi interlocutor se habría quedado encantado y habría continuado comentando algún problema político-económico como los impuestos, la inflación o mi opción ante la inmigración. No me habría hecho un examen acerca de los problemas sin resolver que tiene la democracia (la primera pregunta debería ser ¿qué democracia?), como el que se pueda elegir a un tipo como Hitler, o los problemas que tienen todos los sistemas electorales. No me diría ¿y cómo resolvéis que no gane el más votado?, no expondría todos los impedimentos que tenemos para moderar el tamaño del Estado (en este caso lapregunta es ¿cómo de moderado?), elprogresivo socavamiento de la independencia del poder judicial, la inflación de leyes-mandato que legislan la moral, la toma del sistema educativo, de los medios de comunicación (o al revés).
Simplemente es el sistema que tenemos, con muchos problemas muy serios, en estado de degradación galopante en todo Occidente. Pero no se ponen encima de la mesa esos problemas cuando la opción que se escoge es "la que hay". No se trata de hacer experimentos o de defender patochadas, se trata de ser ecuánimes. Es decir, si mi sociedad anarco-capitalista perfecta es imposible, una democracia con un Estado moderado perfecto también. A partir de ahí, podemos discutir si prefiero pagar menos impuestos y contratar la asistencia sanitaria privada. Si el argumento en contra son los excesos que, por ejemplo, se podrían dar en una agencia de seguridad privada, yo puedo poner encima de la mesa los excesos policiales.
Desde luego que no vivo a dos palmos sobre la tierra y sé que la sociedad anarco-capitalista está lejos, como todo sistema "ideal", incluída una democracia perfecta. Mientras tanto, simplemente sigo reivindicando que la responsabilidad (y la libertad) de los individuos les sean devueltos, que no se trate a los ciudadanos como críos o como imbéciles, que no se continúe infantilizando a la sociedad en beneficio de los políticos que aseguran su puesto de niñeras de manera indefinida.
No sucede cuando intercambias ideas con algún "discutidor" oficial o extraoficial, pero al menos un tipo leído, incluso si no ha digerido bien las lecturas (esos son muy peligrosos, oiga). Se da cuando en una cena, reunión o cafetín te preguntan si eres verde o azul, si de estos o de los otros, vamos... que qué defiendes. Por precaución,a sabiendas que la gente oye "anarquía" y entra en pánico,suelo responder "defiendo la libertad del individuo". Pero eso no es suficiente, así que antes o después hablas del anarcocapitalismo.
Cuando te preguntan "y eso qué es" y tratas de explicarlo en dos palabras (complicado), sin aburrir (más complicado aún), lo normal es que la persona que interpela se quede en silencio y, o bien te hable de otra cosa, a ser posible banal, o bien empiece la ronda de "y cómo sería". Las agencias privadas de justicia o de seguridad, que la población tenga un número óptimo, el problema de la defensa nacional, etc., van saliendo todos los escollos. Hasta ahí todo normal, se trata de una opción prácticamente sin ensayo o ejemplo cercano al que asociar, así que es es difícil o imposible de imaginar. Yo, personalmente, me canso enseguida de ese toma y daca eterno y siempre igual. Hay defensores de mi opción mucho más persistentes (y probablemente más sólidos) que yo en cuanto a teorías ancap. Pero esa no es la cuestión aquí.
La cuestión es que si yo hubiera respondido: soy demócrata o soy partidaria de un Estado moderado, mi interlocutor se habría quedado encantado y habría continuado comentando algún problema político-económico como los impuestos, la inflación o mi opción ante la inmigración. No me habría hecho un examen acerca de los problemas sin resolver que tiene la democracia (la primera pregunta debería ser ¿qué democracia?), como el que se pueda elegir a un tipo como Hitler, o los problemas que tienen todos los sistemas electorales. No me diría ¿y cómo resolvéis que no gane el más votado?, no expondría todos los impedimentos que tenemos para moderar el tamaño del Estado (en este caso lapregunta es ¿cómo de moderado?), elprogresivo socavamiento de la independencia del poder judicial, la inflación de leyes-mandato que legislan la moral, la toma del sistema educativo, de los medios de comunicación (o al revés).
Simplemente es el sistema que tenemos, con muchos problemas muy serios, en estado de degradación galopante en todo Occidente. Pero no se ponen encima de la mesa esos problemas cuando la opción que se escoge es "la que hay". No se trata de hacer experimentos o de defender patochadas, se trata de ser ecuánimes. Es decir, si mi sociedad anarco-capitalista perfecta es imposible, una democracia con un Estado moderado perfecto también. A partir de ahí, podemos discutir si prefiero pagar menos impuestos y contratar la asistencia sanitaria privada. Si el argumento en contra son los excesos que, por ejemplo, se podrían dar en una agencia de seguridad privada, yo puedo poner encima de la mesa los excesos policiales.
Desde luego que no vivo a dos palmos sobre la tierra y sé que la sociedad anarco-capitalista está lejos, como todo sistema "ideal", incluída una democracia perfecta. Mientras tanto, simplemente sigo reivindicando que la responsabilidad (y la libertad) de los individuos les sean devueltos, que no se trate a los ciudadanos como críos o como imbéciles, que no se continúe infantilizando a la sociedad en beneficio de los políticos que aseguran su puesto de niñeras de manera indefinida.
16 comments:
Yo siempre digo que sería todo como hasta ahora pero que habría más lucidez.
Ahora decimos que fulanito es el jefe del Estado y si fuésemos anarquistas diríamos que dirige una asociación criminal (y que es muy campechano).
El anarquismo es una cuestión epistemológica (of course, no política).
No puede existir equilibrio entre una opción utópica y otra que, de un modo u otro, verse sobre "lo que hay". No tiene sentido considerar "malo" que sea así. La gente teme lo desconocido, sí, pero la anarquía se teme porque se conoce. Todo el mundo ha tratado con el matón del patio de colegio, los gitanos, el jefe déspota, el ideólogo mesiánico... La gente asocia legítimamente la anarquía al libre hacer de esos sujetos y por tanto la rechaza de forma casi inmediata. No es lo mismo, por otro lado, que alguien se declare por la reforma del poder judicial o incluso una audaz reforma del sistema constitucional del Estado.
Y es que no deja de ser un empeño tendente a la melancolía ese de pretender presentar, a través de análisis completamente dogmáticos, a la democracia o la limitación del poder como algo en el mismo rango de utopía que un sistema sin política. Es como tratar de convencer a alguien de que la realidad que vive es sólo aparente: un esfuerzo que acabará limitado a un grupo reducido de incondicionales algo tocados del ala.
Quizá el problema sea la búsqueda de un sistema perfecto. Desde luego que la democracia liberal dista mucho de serlo, pero yo creo que es el mejor sistema que ha existido nunca.
Ya conoces mi punto de vista, y pronto lo desarrollaré con especial dedicación al tema (el post se hace cada vez más largo en mis borradores y el punto será seguramente subdividido). En breve: la denuncia tiene para mí mucho valor, sin duda te enfrentas a los principales opresores de hoy a mi criterio. Sin duda me parece esto más interesante y hasta diría válido que la resiugnación pragmática que muchos exhiben y que redunda en apoyos al poder con el silencio más o menos parcial, y desde trincheritas desde las que no podrán ni un paso (reservadas pues sólo para el aplauso o la propuesta reformista impracticable o deshechable). Pero la implantación de "tu" ideal y de otros biuenintencionados no se deriva ni de la marcha de los acontecimientos, ni de la acción educativa ni de ninguna imaginaria o posible acción "activa" o militante. Pregunto. ¿hace falta creer en que los soñado se realice para ser duro con el enemigo y sus grandes o pequeños parásitos? ¿No habría incluso que ser duro hasta con uno mismo?
Un fuerte aliento para esa fuerza que no decae y ni caso, por favor, a los que toman algo porque rechazan "el todo" por "perfecto" e "imposible", que esto, creo, señala el camino de la claudicación.
Creo que el anarcocapitalismo sólo tiene argumentos morales. Ocurre, además, que sólo los menos son capaces de ver un problema planteado en aquello donde vivimos y al cual estamos acostumbrados desde siempre: en este caso, el problema, el gran problema de hoy y de siempre es el Estado.
Se nos dice a menudo a los liberales radicales que nuestro único caballo de batalla son los impuestos. El sistema fiscal destruye la fuerza moral del Estado e incluso cuestiona su legitimidad. Eso es cosa sabida. Pero, además (creo que era Smith el que lo denunciaba): "El impuesto deja de ser una cuota de contribución, para convertirse en un medio de gobierno y de modificación de la sociedad. Se convierte en un modificador de la naturaleza económica". Y por tanto, de los individuos.
Y ya acabo. El Estado se convierte en el enemigo natural del individuo. Dejamos de sentir las ventajas que nos ofrece a cambio, y nos da la sensación de que la brecha entre el ciudadano y el Estado crece a favor de este último.
(Es un placer participar en su weblog, Lady Godiva.)
Mary, yo solo quiero comentar que gracias al descubrimiento de tu blog he sentido curiosidad por el anarcocapitalismo (término que no había oído antes)y he leído algunas nociones sobre el tema.
Aunque me encuentro en la acera más opuesta a ti en cuanto a planteamientos económicos y valoración del papel que debe jugar el Estado (en otros temas, coincidimos plenamente), agradezco enormemente tus didácticas explicaciones, que me sirven para ampliar mis escasos conocimientos sobre un tema que me gusta mucho, que son las doctrinas políticas, la politología o como se diga. Me parece muy interesante descubrir que existen anarcocapitalistas.
plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas plas
y punto.
un abrazo
Mary, yo creo que el ideal Ancap está cargado de razones lógicas para ser considerado como una buena opción moral sobre la que fundamentar una sociedad, pero llevada a la práctica se autodestruiría por la aplicación de sus principios.
Pero sobre todo, para lograr una sociedad Ancap, la inmensa mayoría de un grupo determinado, en un territorio determinado tiene que querer formar parte de él. Añadámosle que por principio la teoría Ancap no puede imponerse, no se puede imponer la anarquía salvo que, si, ya se ha hablado de ello, todo lo demás se derrumbe y surja, como por ensalmo, una sociedad en la que los ciudadanos iluminados por la bondad del conocimiento de que todo el mal proviene del Estado hace realidad la idea del vive y deja vivir...
Bueno, como digo, una cosa es lo ideal y otra muy distinta la aplicación práctica... Y va a ser que no.
Hola,
Mujer, decir que las democracias tienen fallos obvia el hecho de que no todas las democracias son iguales.
Es como decir que hay textos incomprensibles. Obvia el hecho de que hay textos con diferentes sintaxis, vocabulario o lenguaje.
La cuestión es que se sabe que dada una sintaxis determinada, un vocabulario y etc se puede construir textos legibles. Hasta podríamos hablar, Chomsky lo ha hecho, de una gramática universal.
Pero al decir que los textos serían aún más legibles si se utilizara una gramática nueva, nunca vista, pues lo lógico entonces será, cuando menos indagar, si esa neolengua no testada por la historia tiene o no tiene inconsistencias lógicas.
Vamos, con todos mis respetos, a mi parece un proceder de sentido común.
Por otro lado debieras alegrarte de que la gente pregunte y muestre interes por tu ideología. A mi me ha pasado que por, sin ir más lejos, vindicar la privatización del dinero como una opción mirarme como si estuviera loco y por supuesto ni preguntarme cómo sería eso posible.
Saludos
Por cierto (y si te/os interesa) en este post:
http://hector1564.blogspot.com/2008/08/la-ciencia-de-la-coaccin.html
En especial en el último párrafo esbozo la razón por la que yo me siento contrario a un sistema competitivo de agencias de seguridad como medio de protección para una sociedad.
Saludos
No soy yo de este negociado.
Pero vengo a darle la alarma. Mire lo que se ha publicado:
2Según los datos del INEM de esta mañana, el paro femenino ha crecido un 11,3% frente al masculino, que lo ha hecho un 45,3%. Sin embargo, la oficina del INEM está abarrotada de mujeres"
No sé a qué espera para escribirle a la vicepresidenta reclamando igualdad. Yo creo que si paramos, paramos todos, joé.
Demasiado profundo para mí, al menos hoy, que mis neuronas ya huelen a vacaciones. Me quedo con la portada de Pink Floyd, después de El muro, el Wish you were here es mi favorito. Un saludo
Estamos en una partitocracia donde los ciudadanos son un ganado lanar, que cada cuatro años sirven de coartada al sistema con sus votos.
Y el personal,aunque parezca increible anda encantado.
Efectivamente, Natalia. el grado de satisfacción de los ciudadanos con un sistema político en el que tienen nula participación en los asuntos públicos (es decir, profundamente antidemocrático)es algo que merecería la pena estudiar con calma. Yo sigo diciendo que a la gente le das tele, dvd, internet y copas los findes y como si viene Hitler de nuevo. ¡Tan campantes!
Muy buen post, Mary.
Por si a alguno le interesa aquí puede encontrar artículos seleccionados de todas las tendencias anarquistas de mercado.
http://es.anarchopedia.org/Categor%C3%ADa:Anarquismo_de_mercado
Y aquí una pequeña introducción:
http://spa.anarchopedia.org/Anarquismo_para_principiantes
A mandar.
Hola
Anarcocapitalismo... Es la primera bitácora que visito de una persona que se califica de esa manera.
Desde hace mucho tiempo siento simpatía por el anarquismo. Al menos, el análisis social que hacen es el más acertado de todos. El único problema que veo es que los Estados se crearon a partir de unidades autogestionadas (pueblos que crecieron a ciudades, que luego ocuparon territorios...).
Un saludo.
Juan.
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