Bono (el nuejtro) defiende a sus amigos como nadie
A Gallardón (un mussoliniano normal, como me lo definió ayer alguien que sabe de qué habla), claro. Para él es lo mejor que tiene la derecha. Lo dice un socialista de toda la vida. Y, desde su punto de vista, debe ser cierto.
Perlas bonas:
Ésta es la prueba evidente de que el PP no puede ganar porque desprecian lo más valioso o moderado que tienen y se apuntan a la exageración y al extremismo.
(...) Daría la impresión de que tienen que esconder a los que destacan para que sobresalgan los que no levantan cabeza.
(...) Lo soporta [Esperanza] Aguirre pero no lo quiere; cada vez que habla de que desea ser diputado le dicen que no es el momento y le califican de ambicioso, como si su pretensión fuera inmoral. Lo raro es que quisiera ser cardenal, ¡pero diputado!
(...) [La debilidad de Rajoy] es de una debilidad política tan extraordinaria que ha bastado con que Rato deje el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que se pongan todos a temblar ¿Qué liderazgo es ése que se tambalea con tan poco viento?. No están tranquilos porque saben que no vale para llevarles a la victoria. Saben que con Rajoy pierden las elecciones y están esperando a ver si él mismo dimite, y si pueden poner al señor Rato.
Después de estas declaraciones a nadie del PP se le ocurre darle la razón a Bono y poner a Gallardón de líder, ni aunque estuviera en sus planes. Si Rajoy admite que vaya en listas pone en bandeja la crítica socialista y hace pensar que Gallardón es imprescindible para el PP y refuerza su poder. (Lo que nos faltaba).
Las declaraciones de Gallardón no son fruto de un ser ambicioso, o no solamente, es egocéntrico, arrogante y narcisista.
Por otro lado, Rato no para de desmentir y explicar que son razones personales las que le mueven. Pero cuanto más se repita el cuento, más se quiebra el liderazgo de Rajoy.
Alberto, ¡buen trabajo! ¡el socialismo español tiene una deuda contigo!
Perlas bonas:
Ésta es la prueba evidente de que el PP no puede ganar porque desprecian lo más valioso o moderado que tienen y se apuntan a la exageración y al extremismo.
(...) Daría la impresión de que tienen que esconder a los que destacan para que sobresalgan los que no levantan cabeza.
(...) Lo soporta [Esperanza] Aguirre pero no lo quiere; cada vez que habla de que desea ser diputado le dicen que no es el momento y le califican de ambicioso, como si su pretensión fuera inmoral. Lo raro es que quisiera ser cardenal, ¡pero diputado!
(...) [La debilidad de Rajoy] es de una debilidad política tan extraordinaria que ha bastado con que Rato deje el Fondo Monetario Internacional (FMI) para que se pongan todos a temblar ¿Qué liderazgo es ése que se tambalea con tan poco viento?. No están tranquilos porque saben que no vale para llevarles a la victoria. Saben que con Rajoy pierden las elecciones y están esperando a ver si él mismo dimite, y si pueden poner al señor Rato.
Después de estas declaraciones a nadie del PP se le ocurre darle la razón a Bono y poner a Gallardón de líder, ni aunque estuviera en sus planes. Si Rajoy admite que vaya en listas pone en bandeja la crítica socialista y hace pensar que Gallardón es imprescindible para el PP y refuerza su poder. (Lo que nos faltaba).
Las declaraciones de Gallardón no son fruto de un ser ambicioso, o no solamente, es egocéntrico, arrogante y narcisista.
Por otro lado, Rato no para de desmentir y explicar que son razones personales las que le mueven. Pero cuanto más se repita el cuento, más se quiebra el liderazgo de Rajoy.
Alberto, ¡buen trabajo! ¡el socialismo español tiene una deuda contigo!
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